San Bacio Gelato

San Bacio Gelato desarrolla plantas tenaces que no se dejan intimidar con nada. Su estructura es frondosa, con hojas anchas, tipo índica, y ramificaciones firmes que emergen hacia todos lados. Sus cogollos, compactos y uniformes, se acumulan en la parte alta de la planta, y al final de la floración resulta espectacular ver cómo se impregnan de resina.

San Bacio Gelato se aclimata a cualquier ambiente y se amolda sin dificultad a ambientes secos o húmedos. A tener en cuenta que necesitará una buena alimentación, mesurada en cuanto a la cantidad de nitrógeno, para cubrir las necesidades de sus funciones químicas y biológicas durante su desarrollo completo. A nivel de producción, es conveniente el manicurado de la parte alta de la planta en la fase de floración (3ª y 6º semana) para que la parte baja pueda sacar provecho de la luz y los cogollos puedan crecer en plenitud. Se aconseja limpiar levemente las capas intermedias, ya que hacerlo en exceso podría ser perjudicial para la evolución de los cogollos de esta zona. Además, la colocación de un enrejado o unos tutores en la última fase de la floración podría ser beneficiosa para equilibrar la estructura general de la planta. Entre 6 y 9 plantas por m² es un buen número para que el cultivo evolucione en buenas condiciones.

San Bacio Gelato muestra un perfil terpénico exquisito; una intensa esencia a frutos del bosque, canela y pimienta negra, con ligeros toques a cáscara de limón, de madera de pino y de tierra. Su asombroso nivel de THC, entre un 20 y un 25%, obliga a tratarla con prudencia; no todos pueden con ella, y solo hay que experimentar si se está familiarizado con este tipo de cepas. Es perfecta para el final del día o para realizar actividades que no requieran mucha acción.