La única razón por la que una planta de cannabis no florezca es porque se trate de un ejemplar de fotoperiodo y el ciclo de luz no se haya cambiado o no se haya cambiado adecuadamente. Si estás cultivando en interior, debes tener en cuenta que las plantas de cannabis deben mantenerse con un ciclo de 18 horas de luz y 6 de oscuridad durante el periodo vegetativo, es decir, durante su fase de crecimiento; y cambiarse a otro de 12/12 una vez decidamos que ha llegado el momento de que florezcan. Si no cambias el ciclo de luz, la planta nunca florecerá y se mantendrá en estado vegetativo ad eternum.

En el caso del cultivo de exterior, la etapa de floración llega cuando los días empiezan a acortarse, a finales de verano-principios del otoño. Si ha llegado ese momento y tu planta no florece, puede deberse a que existe contaminación lumínica durante la noche, por ejemplo, una farola cercana cuya luz está confundiendo a tu planta. En ese caso, te recomendamos tapar la planta por las noches, con una malla o plástico oscuro -no hermético, tiene que respirar- que impida que la luz le llegue directamente.