El secreto de un buen secado de tus cogollos de cannabis está en elegir correctamente el lugar en el que almacenarlos durante los alrededor de 15-30 días que durará el proceso. Los cogollos deben guardarse a oscuras en una estancia bien ventilada, en la que la temperatura no suba de los 27º y en la que haya poca humedad, para evitar la aparición de moho y hongos. Te recomendamos cortar las ramas enteras y colgarlas -como si se tratase de la colada, sí- boca abajo y vigilar diariamente los cogollos para asegurarte de que no aparecen hongos. Cuando puedas quebrar fácilmente el tallo de las ramas con los dedos, será señal de que el proceso de secado ha terminado y tocará separar los cogollos de las ramas -cortándolos con tijeras- y comenzar con el de curado.

Un buen proceso de curado, que suele durar entre 4 y 8 semanas, garantiza el buen aroma y sabor de los cogollos. Nuestra recomendación es que almacenes los cogollos en botes de cristal que puedan cerrarse herméticamente con tapa. No llenes demasiado el bote ya que es importante que durante el curado el aire pueda circular entre los cogollos. Coloca el bote en un lugar fresco y oscuro y ábrelo diariamente para comprobar que no ha salido moho.

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