Valle-Inclán consumía cannabis para aliviar sus dolores de vejiga

La lista de personalidades del mundo de la cultura y las artes que son entusiastas del cannabis o lo fueron en sus tiempos es cada día más extensa. A los que proclaman públicamente su afición por esta planta se suman personajes históricos cuyo secreto, antaño inconfesable, sale ahora a la luz.

Es el caso de Ramón María del Valle-Inclán, maestro español de la literatura que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX y cuya obra acaba de pasar al dominio público, quedando a disposición de todo el que quiera utilizarla.

En la obra biográfica 'Ramón del Valle-Inclán. Genial, antiguo y moderno', fruto de una larga investigación llevada a cabo por el nieto del novelista, se desmontan algunos de los mitos sobre la figura y se revelan secretos sobre su pasado, como su consumo de marihuana con fines terapéuticos.

Aunque era un hombre profundamente religioso y algo conservador en sus ideas políticas, Valle-Inclán tomaba "cáñamo índico" (en realidad cannabis, tal y como se denominaba en su época) para paliar los dolores provocados por el papiloma que tenía en la vejiga.

De hecho, según se cuenta en el libro, el uso medicinal de la planta era muy frecuente entre las capas ilustradas de la sociedad madrileña a principios del siglo XX, sobre todo en los círculos cercanos a la prensa que frecuentaba el escritor, padre de obras cumbre de la literatura española y universal como 'Luces de Bohemia' o 'Tirano Banderas'.

Si bien el descubrimiento de su afición por el cannabis podría acrecentar la imagen de bohemio con que Valle-Inclán ha pasado a la historia, lo cierto es que los hallazgos de su nieto rechazan esta descripción. "Hay opiniones suyas en las que dice que le da asco la bohemia", afirma el descendiente. "Ese espíritu ha sido exagerado".

No obstante, ni fue el primero ni sería el último de los grandes maestros de la palabra que encontraron insipiración en el cannabis. Shakespeare, Alejandro Dumas, Víctor Hugo, André Breton, Allen Ginsberg... Los grandes nombres ligados a nuestra planta favorita se cuentan por decenas y cada día son más los que se atreven a sumarse a la lista.