Las farmacias de Uruguay ya pueden dispensar cannabis legal

Con el inicio de la venta de cannabis en las farmacias, ha llegado -por fin- la fase más interesante del lento pero seguro, proceso de legalización de la marihuana en Uruguay, que inició en 2013 el por entonces presidente, Pepe Mujica.

El proceso uruguayo se trata de un proceso único en el mundo que incluye tanto la producción como la venta del cannabis, que quedarán en manos del Estado. Solo 16 farmacias se han sumado al proyecto y dispensarán cannabis a los 4.959 usuarios registrados en el Insituto de Regulaión y Control del Cannabis. El único requisito para acceder al registro es ser mayor de 18 años y, a partir de ahí, los usuarios pueden comprar en las farmacias un máximo de 5 gramos de marihuana en cada compra, a 187 pesos uruguayos (unos 6 euros), con un límite de 10 gramos semanales y 40 mensuales. La oferta se limitará a cuatro variedades de cannabis, todas al mismo precio. Lo más llamativo es que el cannabis que produce el estado uruguayo tiene un bajo nivel de THC, que se sitúa entre el 2% y el 4%, con el objeto de limitar su efecto. En cualquier caso, el gobierno está estudiando la posibilidad de poner a la venta otras tres variedades con un nivel más alto.

Parece que el país sudamericano se ha propuesto enseñar al mundo que las cosas pueden cambiar, que no hay nada escrito y que otro enfoque respecto al cannabis es posible. Un proceso que ha avanzado "a la uruguaya", lento pero seguro. Pasito a pasito y con mucha precaución, el gobierno de Tabaré Vázquez ha establecido los parámetros de la nueva industria cannábica en este país. Un sector por estrenar, que antes de comenzar a funcionar ya tiene 34 empresas internacionales pujando por formar parte de él.

Pero…¿Cómo lo han hecho? A continuación repasamos brevemente las claves de este proceso, vamos a ello.

¿Cuál es la situación actual?

Con el objetivo de establecer un sistema de producción y distribución legal de la marihuana, en diciembre de hace tres años el gobierno de Mujica aprobó una nueva normativa enfocada en la minimización de los riesgos del cannabis para la salud. Un mayor control equivale a un producto de mayor calidad, eliminando la clandestinidad se amplía la información al consumidor y se garantizan unos requisitos mínimos para que el producto pueda ser consumido.

Se trata de una ley que permite el autocultivo de marihuana y establece que el usuario puede tener hasta seis plantas de efecto psicoactivo y el equivalente a un máximo de 480 gramos anuales.

No obstante, la administración de Tabaré Vázquez, que ha heredado esta iniciativa, se mueve con cautela a la hora de articular un discurso al respecto ya que o resulta fácil emitir un mensaje sin que este derive en la promoción o apología a esta sustancia. Un terreno delicado y poco explorado en el que ahora se adentra este país del Cono Sur.

Un proceso en el que ya se han empezado a tomar medidas: "hemos comenzado a instrumentar los mecanismos para el cáñamo industrial y con respecto a la producción de cannabis medicinal, el Ministerio de Salud Pública está actualizando los protocolos para determinar qué tipo de cannabis es adecuado para cada enfermedad", ha asegurado el secretario de la Junta Nacional de Drogas de Urugay, Milton Romani.

Actualmente, ya existen dos invernaderos estatales donde se están cultivando las plantas de marihuana que proveerán de cannabis a las 16 farmacias repartidas por todo el país que se han sumado al programa.

¿Cómo se llevará a cabo este proyecto?

Julio ha sido el mes elegido para dar el pistoletazo de salida a esta normativa, con un plan piloto que se iniciará con 16 farmacias. Una prueba que se espera llevará a una segunda fase donde se pretende duplicar el número de farmacias. Parece que el gobierno Uruguayo no quiere dejar nada al azar y ha cuidado hasta el último detalle de esta innovadora medida.

Por su parte, los usuarios ya se afanan en hacer la inscripción pertinente para poder adquirir cannabis de forma legal, para ello deben registrar sus datos personales así como las huellas digitales en un sistema protegido por la ley de "habeas data", que garantiza su seguridad y privacidad. Cada usuario podrá comprar 10 gramos de marihuana semanales y hasta 40 gramos mensuales. Los extranjeros no podrán comprar cannabis, tratando de evitar así atraer al turismo cannábico. 

De 22 empresas que se presentaron a la licitación, finalmente dos han sido las seleccionadas y podrán producir cuatro mil kilos anuales de la polémica materia verde, que se distribuirá a las farmacias al precio de 0,90 US$ el gramo y estas a su vez lo venderán al consumidor final por 1,17 US$ el gramo. Cada farmacia podrá tener un stock de dos kilos, "Es posible que inicialmente las cantidades que se han previsto no satisfagan toda la demanda, pero se ha previsto una estrategia incremental", ha explicado Romani.

Para evitar la incitación al consumo, las farmacias no podrán colocar el cannabis a la vista. Con esta y otras medidas, el gobierno quiere dar a entender que la finalidad de este proyecto es establecer un control sobre la materia que minimice los riesgos para la salud, en ningún caso incitar al público al consumo de la droga.

Se abren nuevas posibilidades que no estaban previstas

Aunque este proyecto se está llevando a cabo con un alto grado de rigurosidad y planificación, es normal que surjan alternativas y opciones que no estaban programadas en un principio. A pesar de que la intención inicial no contemplaba la investigación y el uso a nivel medicinal del cannabis, ya existen algunas empresas dedicadas a este sector que han mostrado su interés en formar parte del nuevo sistema uruguayo. Una de ellas, una importante empresa de origen israelí, que hace tiempo que se dedica al desarrollo de la marihuana medicinal. "Evidentemente es uno de los beneficios colaterales de la ley y un aporte a la salud desde otra óptica, se abren puertas insospechadas en un principio", ha declarado el Romani.

Y así, sin prisa pero sin pausa, Uruguay se ha convertido en el primer país del mundo en regular de forma completa la legalización de la marihuana, un sueño para muchos, una realidad para otros. Mientras tanto, Europa y Estados Unidos observan recelosos como poco a poco el marco legal del cannabis se transforma, Canadá, Uruguay…Cada vez son más los países que optan por su legalización, una nueva industria emergente que ha llegado para quedarse.