La realidad del CBD y el cannabis medicinal en América del Sur

  • Muchos países en distintos continentes están en proceso de regular el mercado del CBD ante las posibilidades comerciales que encierra. Y América del Sur no es diferente.
  • La consultora Euromonitor ha elaborado un índice de "preparación" para el mercado mundial del cannabis medicinal: América del Norte ocupa el primer lugar (tanto EE.UU. como Canadá). Pero sorprendentemente América del Sur es el siguiente en la lista, por delante de Europa.
  • Dentro de la región, Uruguay, Colombia, Chile o Argentina se colocan en los primeros lugares, confirmando que Latinoamérica está actualmente a la vanguardia en la legalización de la marihuana para uso medicinal.

URUGUAY

En 2017, Uruguay fue el primer país del mundo en legalizar el cannabis para uso médico y recreativo y, en general, se le considera el país más "avanzado" en América Latina en cuanto al CBD. De hecho, Uruguay quiere posicionarse como el centro regional para cultivar y procesar cannabis medicinal para la exportación. Sin embargo, esta ventaja competitiva se está perdiendo debido a un sistema regulatorio complicado controlado por el gobierno y al proceso farragoso que supone obtener los permisos.

Actualmente la dificultad persiste, pues sólo es posible comprar en farmacias dos productos que contienen exclusivamente cannabidiol, uno en concentración de 2% y el otro de 5%, pero con un coste bastante elevado (unos 30 euros). Con tantos obstáculos para acceder al cannabis medicinal regulado, en los últimos años se ha desarrollado en Uruguay un mercado no oficial de productos derivados de la CBD, donde dos tercios de los usuarios acceden a productos con CBD (aceites, lociones, etc.) al comprarlos a productores artesanales no autorizados, al recibirlos como regalo (de amigos o familiares) o al producirlos ellos mismos.

En cualquier caso, la situación regulatoria en Uruguay no ha disminuido el interés de los inversores extranjeros. La compañía canadiense Aurora Cannabis, por ejemplo, compró ICC Labs en noviembre del año pasado, una compañía uruguaya que poseía el 70% de la participación del mercado nacional, una adquisición que de inmediato le convirtió en líder del mercado. Además, 32 empresas ya cuentan con la autorización del IRCCA (Instituto de Regulación y Control del Cannabis) para investigar y producir cannabis medicinal.

COLOMBIA

Colombia legalizó el cannabis medicinal en 2015. Gracias a su clima favorable y mano de obra barata, actualmente se ha convertido en un centro de producción global. Además, es el segundo exportador mundial de flores, por lo que también ha volcado ese conocimiento en una industria emergente que deslumbra al mundo. Al menos siete empresas canadienses cultivan cannabis en Colombia y, juntas, han invertido alrededor de 100 millones de euros cerrando acuerdos con compañías colombianas para convertirse en las primeras latinoamericanas en exportar a Europa, concretamente a Alemania.

Por ahora estas compañías no planea comercializar los aceites o extractos de manera directa a los consumidores. Empleará un modelo de ventas y distribución B2B, que incluye grandes canales de distribución, fabricantes de productos finales, organizaciones de investigación y compañías farmacéuticas.

Por otra parte, organizaciones sin ánimo de lucro también trabajan para apoyar y hacer crecer el mercado doméstico del cannabis. Como RedCannabicos, que ha desarrollado un sello de calidad para los proveedores de cannabis colombianos y que cuenta con miembros de las comunidades indígenas, uno de los eslabones más débiles y grandes víctimas de los conflictos armados. El objetivo es salvaguardar su identidad y ahora, bajo el nuevo contexto de legalidad, incluirlos en el cultivo de cannabis regulado.

JAMAICA

En 2015, Jamaica aprobó una ley que reduce a un delito menor la posesión de pequeñas cantidades de cannabis y permite el cultivo de hasta cinco plantas. Además, se establecieron las bases para regular la comercialización del cannabis con fines medicinales. Aparte del uso medicinal, la nueva ley también permite el consumo de cannabis para uso religioso e investigación. El Gobierno pretende aprovechar esta medida para generar más ingresos por medio del turismo terapéutico. El país logró a finales del año pasado la primera venta de un cargamento de aceite de cannabis a Canadá, lo cual posiciona a Jamaica como centro mundial de la producción medicinal del cannabis. 

Por ley, los productos locales de CBD deben estar registrados en el Ministerio de Salud y solo deben ser dispensados ​​por una farmacia registrada, lo que añade legitimidad al CBD como medicamento. El futuro del CBD a nivel local está por verse, pues con la legislación apropiada, más personas podrán beneficiarse de su verdadero valor.

ARGENTINA

Argentina legalizó el cannabis con fines de investigación médica y científica en marzo de 2017. Sin embargo, existe un mercado negro importante para los productos de CBD debido a la falta de cumplimiento de una ley que resulta ambigua frente a las diversas jurisdicciones regionales. Y es que el estado también se está metiendo en el juego.

En noviembre del año pasado, por ejemplo, el Gobierno de Jujuy, una provincia en el noroeste, anunció planes para desarrollar la granja de cannabis legal más grande del mundo (14.000 hectáreas) a través de una empresa conjunta con Cannabis Avatãra State Society, una compañía que es propiedad de la firma estadounidense Green Leaf Farms.

La asociación de los gobiernos regionales con empresas extranjeras ha generado polémica entre los defensores de una producción y distribución exclusivamente estatal, al tratarse de proyectos con capitales privados donde se corre el riesgo de que la producción no llegue a la gente de bajos recursos. Así, Argentina es como una especie de gigante dormido en términos de la demanda de los productos de CBD por parte de los consumidores, pero la situación regulatoria aún no está lista, por lo que se está trabajando para desbloquearla.

BRASIL

El mercado en Brasil sigue estando muy limitado, ya que el CBD se trata igual que el THC y con pocas posibilidades de liberalización en el Gobierno del ultraconservador Jair Bolsonaro, que mantiene un claro discurso de oposición a la sociedad civil. De esta manera, el cannabidiol (CBD) importado es el único producto legal de este tipo en el país, aunque solo existen alrededor de 4.600 consumidores legalmente autorizados para importar y usar CBD. La producción doméstica es casi inexistente, aunque esto puede estar cambiando.

A pesar de las restricciones, actualmente al menos existen 20 subsidiarias de las principales compañías de cannabis a nivel mundial que tienen algún tipo de operación en el país, lo que se ve como evidencia de "cierto nivel de optimismo" entre el sector internacional. Actualmente hay un proyecto de ley para regular el cannabis medicinal, aunque las perspectivas de una mayor liberalización del mercado son dudosas. Así, mientras la marihuana medicinal sigue siendo ilegal en Brasil, las asociaciones se unen para dar apoyo jurídico a pacientes, enseñan a cultivar e incluso distribuyen los extractos medicinales.

CHILE

En diciembre del 2015, el Gobierno de Michelle Bachelet aprobó una normativa que autorizaba la elaboración y venta de medicamentos derivados del cannabis, aunque de forma restringida y con precios fuera del alcance de la mayoría. Para las organizaciones a favor de la planta, el modelo legal vigente, de carácter prohibitivo, está fracasando, creando más problemas que soluciones a los fenómenos asociados al consumo, producción y comercio de sustancias psicoactivas.

En Chile existen hoy al menos 35.000 pacientes que usan cannabis medicinal por prescripción médica y la principal vía de acceso es el autocultivo. A pesar de ser lícito el autocultivo para fines médicos bajo la actual Ley 20.000, la confusa redacción de la ley ha permitido un incorrecta interpretación por parte de las policías y fiscales, por lo que muchas plantas terminan siendo incautadas.

Pero más allá de los consumidores, la legalización del cannabis trae consigo un negocio millonario del que nadie quiere quedarse fuera. Chile no es ajeno a esta realidad y se está transformando en un terreno fértil para los líderes del mercado mundial, los canadienses. La primera empresa en llegar fue la más grande del mundo, Canopy Growth, que el año pasado se instaló con su filial Spectrum Cannabis Chile. Meses más tarde, fue el turno de Tilray que adquirió la chilena Alef Biotechnology. Y la tercera 'major' canadiense, Khiron, se ha procurado un aterrizaje seguro al asociarse con Dayacann, titular de la primera licencia de cultivo de marihuana medicinal en el país, y con la Fundación Daya, principal promotor del uso de tratamientos alternativos a base de cannabis.

Aunque en Chile el mercado no experimenta la euforia de América del Norte, la llegada de grandes corporaciones da cuenta de las oportunidades que brinda la escena local. Las ambiciones de Chile podrían ir más allá del autoabastecimiento. Tiene la experiencia de cultivo, un clima idóneo en la zona central para producir y ofrecen costes mucho más bajos en relación a EE.UU. o Canadá. En suma, el potencial para ser líder mundial tanto de la materia prima como de los productos terminados.

11/07/2019

Comentarios de nuestros lectores

Aún no hay comentarios. ¿Quieres ser el primero?

¡Deja un comentario!

Contacto

x
Contacta con nosotros