Cómo el sistema endocannabinoide puede estar implicado en el autismo

Un reciente estudio desarrollado con ratones sugiere que el sistema endocannabinoide está implicado en la interacción social de las personas y en la unión y comunicación entre varios individuos. Así lo consideran sus autores, miembros de diversos centros de California, Génova y País Vasco.

Según los investigadores, cuando el sistema endocannabinoide se debilita se ve afectada la capacidad social del individuo, lo que contribuye a generar autismo. No obstante, esto también puede ofrecer una alternativa para su tratamiento y para hacer que las personas autistas reduzcan su aislamiento. Todo depende de la activación o desactivación del receptor endocannabinoide CB1, que a su vez implica la aparición (o no) de una hormona conocida como oxitocina y que es la que controla la recompensa por interaccionar socialmente.

Dicho elemento, también considerado como hormona del amor o del abrazo, puede mejorar las relaciones al estimular la producción de los neurotransmisores relacionados con la marihuana. Además, en este proceso se genera una conexión directa entre la oxitocina y la anandamida, conocida como molécula de la felicidad, que activa los receptores cannabinoides en las células del cerebro y ayuda a aumentar la motivación.

Con esta investigación queda patente que el contacto social se favorece al impulsar la producción de la anandamida y estimular el sistema endocannabinoide. Sin embargo, el esfuerzo de relación interpersonal desaparece cuando los receptores endocannabinoides se bloquean de alguna forma.

Esto aporta luz al tratamiento del autismo. Los científicos son conscientes de que centrar los esfuerzos en investigar la relación entre este sistema, la oxitocina y la anandamida puede ayudar a que las personas autistas tengan más facilidades para relacionarse con los demás y reduzcan su nivel de aislamiento.