- La EC o electroconductividad es uno de los principales valores a tener en cuenta a la hora de cultivar marihuana.
- Este parámetro nos indica la concentración de sales minerales presentes en la solución nutritiva, y afecta de forma directa a la alimentación de nuestras plantas.
- Su papel, complementario al del pH (potencial de hidrogeniones), es primordial ya que permite cuantificar la presencia de diferentes elementos nutritivos, necesarios para el desarrollo de las plantas de marihuana durante cada una de las fases del cultivo, e influye directamente en la obtención de plantas sanas y vigorosas.
¿Qué es la EC?
La electroconductividad (EC) permite conocer la conductividad eléctrica de una solución acuosa a través de la concentración iónica de diferentes elementos minerales presentes en la solución nutritiva. Dichos iones se clasifican en dos grupos: los aniones, iones con carga eléctrica negativa (bicarbonatos, cloruros, sulfatos, nitratos y fosfatos) y los cationes, con carga eléctrica positiva (calcio, magnesio, potasio y sodio).
Este valor se puede medir en siemens/metro (S/m) pero lo más habitual es que se utilice el milisiemens/centímetro (mS/cm) o el microsiemens/centímetro (µS/cm), aunque también se puede medir en ppm (partes por millón). En función de la composición iónica de la solución, obtendremos resultados muy variables.
La conductividad de la solución tiene una temperatura determinada que también juega un papel importante en cuanto a la dinámica eléctrica y que depende de la composición y de la concentración de los iones presentes. Cada ión posee una conductividad específica (alrededor de 0,8 µS/cm para 1 gramo de iones por litro).
En lo que se refiere al cultivo de marihuana, la principal razón por la que los cultivadores se interesan por este valor es conocer la concentración mineral de la solución nutritiva. Esta toma de datos permite saber qué cantidad de minerales (fertilizante) tendremos que aportar para que nuestras plantas se desarrollen de forma óptima.
Es importante saber que la EC del agua destilada es nula (o igual a 0). El uso de filtros de ósmosis puede ser una buena opción cuando la EC es alta desde el inicio (por encima de 0.6-0.7). Por el contrario, también puede suceder que el agua presente una concentración muy débil de minerales y en consecuencia la EC sea baja. En este caso concreto, el agua no cuenta con la suficiente inercia para generar la conductividad requerida por la solución nutritiva. Normalmente se trata de una carencia de micro nutrientes como el calcio y el magnesio, por lo que habrá que añadirlos para poner en marcha el mecanismo de asimilación y desarrollo de las plantas.
Realizar un análisis del agua antes de iniciar el cultivo puede ser una decisión muy beneficiosa ya que nos permitirá conocer desde el principio todos los detalles sobre la composición del agua que vamos a utilizar en el riego.
¿Cuáles son las diferencias de la EC en tierra y en hidroponía?
En la mayoría de los casos, los cultivadores que utilizan la tierra como sustrato no miden la EC de la solución. Cuando se utiliza una preparación de tierra, enriquecida con abonos orgánicos como el guano (de pájaros o de murciélagos) o el humus de lombriz, no existe el riesgo de anomalías a este nivel. Esto sucede porque el sustrato es rico y nutritivo y crea por si sólo la inercia requerida. Contrariamente, es necesario controlarla cuando se utilizan sustratos con pocos nutrientes (Lightmix de BioBizz). Entonces es necesaria la fertilización inmediata, mediante un aporte mineral u orgánico, o, en caso contrario, las plantas mostrarán rápidamente signos evidentes de carencias y de déficits. El uso de un conductímetro para cultivar en tierra te ayudará a optimizar al máximo el potencial del cultivo.
El cambio más drástico se produce cuando se cultiva en hidroponía, con un sustrato inerte como la lana de roca, el coco y las bolas de arcilla expandida, o cuando se utiliza un sistema de aeroponía. Estos sustratos, al ser inertes, carecen de nutrientes, por lo que es necesario fertilizar con abonos minerales a lo largo de todo el proceso de cultivo. Evidentemente, hay que tener en cuenta en qué fase de desarrollo se encuentra la planta y suministrarle en cada momento una alimentación adecuada a sus necesidades concretas. En hidroponía es necesario el uso de un medidor de EC para poder controlar de forma precisa los nutrientes que se administran a la planta.
¿Por qué es importante conocer la EC del sustrato?
Se trata de una información crucial a través de la cual obtenemos la información sobre la concentración de sales minerales presentes en el sustrato. Este dato nos muestra de forma eficaz el estado de salud de nuestro sustrato y, sobre todo, nos permite conocer la capacidad de asimilación de nuestras plantas. Si el sustrato presenta una saturación de sales, el metabolismo de las plantas se va bloqueando poco a poco y como consecuencia se ocasiona una sobrefertilización (fenómeno de osmosis inversa) que se manifiesta a través de signos visuales en las hojas (quemaduras, hojas en garra, desecación, etc.). Por todo ello, es conveniente medir con regularidad la EC de la solución sobrante recogida del drenaje tras haber pasado por el circuito de riego.
Antes de lavar las raíces y el sustrato lo primero que hay que hacer es medir y verificar que la EC es más alta en la solución drenada del sustrato (con una diferencia importante) que en la solución nutritiva inicial. Si es así, habrá que regar cada maceta con un volumen de agua 3 veces superior al de la maceta, o aplicar 3 riegos con el mismo volumen de agua de la maceta. El pH del agua utilizada tendrá que estar adaptado a la fase de cultivo correspondiente así como al sustrato utilizado. Igualmente, es conveniente utilizar enzimas durante esta fase (sobre todo con un sistema hidropónico) ya que ello contribuye de forma eficaz y rápida a que se disuelvan las sales minerales. Posteriormente mediremos la EC de la solución drenada del sustrato para sacar las conclusiones pertinentes.
Si entonces la EC de la solución drenada indica valores correctos, dentro de una franja tolerable, significa que las raíces han alcanzado las condiciones adecuadas para una correcta asimilación. A partir de ese momento habrá que seguir utilizando enzimas (según la dosis recomendada por el fabricante) con una frecuencia aproximada de 2 días por semanas, y habrá que reducir ligeramente la dosis de fertilizante. Estas pautas deberán ser aplicadas para que la situación se mantenga estable.
Se trata de una situación que se puede dar en hidroponía cuando se cultivan variedades que requieren una EC alta (2.0-2.5) durante un periodo prolongado. Hay que ser rigurosos y a aplicar de forma periódica enzimas, al menos 1 vez a la semana como medida preventiva. En tierra es un fenómeno más minoritario pero que también puede producirse (con una EC alrededor de 2.3-2.5).
De forma general, se puede aplicar la siguiente regla: EC del drenaje – EC inicial = valor del exceso a eliminar de la EC inicial
EC inicial – valor en exceso = nueva EC a utilizar en el próximo riego
Ejemplo: EC del drenaje 1.6 – EC inicial 1.2 = exceso de 0.4 → (EC inicial) 1.2 – 0.4 = 0.8 (nueva EC a utilizar en el siguiente riego)
¿Qué conductímetro o medidor de EC elegir?
Existen dos tipos de conductímetro electrónicos, los medidores portátiles o compactos y los medidores continuos. Ambos son eléctricos y están equipados con una sonda y un electrodo que permiten realizar mediciones precisas de la conductividad eléctrica de la solución acuosa.
- Los medidores de EC portátiles o compactos: funcionan con pilas, son muy prácticos, gracias a su reducido tamaño, poco voluminosos y ligeros. Sus elementos son indivisibles (unidad central y sonda) y, normalmente, se utiliza como unidad de medida los milisiemens (mS) o las partes por millón (ppm). Generalmente son los medidores más económicos pero es necesario calibrarlos cada semana si queremos que la precisión de las mediciones sea óptima.
- Los medidores de EC continuos: son fijos y funcionan a través de una sonda móvil independiente que se sumerge directamente en la cubeta de la solución nutritiva. La unidad central es independiente de la sonda y puede estar situada en un lugar separado, a elección del usuario. Funcionan con la ayuda de una toma de alimentación. Su sonda es, normalmente, de mayor calidad y más estable, por lo que la calibración se puede realizar de forma más espaciada. Se trata de un dispositivo más caro pero más duradero, y ofrece la posibilidad de obtener información permanente sobre el valor de la EC de la solución nutritiva.
¿Qué es la osmosis inversa?
Al igual que todas las plantas presentes en el planeta, las plantas de marihuana se alimentan a través de sus raíces. Éstas captan el agua y las sales minerales para que las plantas puedan desarrollarse en plenitud. Las raíces aseguran su función cuando la EC del sustrato es inferior a la EC presente en las raíces. Las cosas se complican cuando esta regla se invierte, y es entonces cuando se puede hablar de osmosis inversa, ya que la EC del sustrato es mayor que la de las raíces.
La planta desencadena entonces un mecanismo biológico de protección que consiste en segregar agua por las raíces con el objetivo de diluir poco a poco el exceso de sales minerales presentes en el sustrato. La consecuencia nefasta de este mecanismo de auto defensa inmunitario conlleva la deshidratación de la planta, y posteriormente, su desafortunada pérdida.
Por todo ello es importante estar atento a la evolución de nuestras plantas. Hay que saber observarlas, escucharlas y establecer una simbiosis con ellas. Así se podrán detectar cuanto antes los primeros síntomas visuales de cualquier deficiencia que pudiese producirse y reaccionar para resolverla rápidamente.
¿Qué importancia tiene la temperatura del agua?
Son muchos los elementos que interfieren en la inestabilidad del EC: el pH, la concentración de sales minerales, la calidad del oxígeno y la temperatura de la solución nutritiva. Esta última tiene su importancia ya que estimula directamente la oxigenación de la solución nutritiva y en consecuencia la capacidad, más o menos alta, de asimilación de la planta. Por lo tanto queda patente que la capacidad de las plantas para asimilar los nutrientes está directamente relacionada con la temperatura de la solución nutritiva.
La temperatura ideal para que la planta alcance su máximo potencial de asimilación está comprendida entre los 18 y los 22ºC. Por el contrario se observa que cuando las temperaturas son demasiados frías (por debajo de los 10ºC) o muy altas (por encima de los 30ºC), la capacidad de asimilación de las plantas disminuye drásticamente. Todo esto nos lleva a concluir que la carencia de oxígeno de la solución nutritiva tiene como consecuencia en un primer momento una ralentización en el desarrollo de las plantas, y que posteriormente se produce, paulatinamente, la descomposición de las raíces y, por ende, la asfixia y la muerte de la planta.
Esperamos que haya quedado clara la importancia de la sinergia entre los diferentes factores que te permitirán controlar tu cultivo y obtener una gran cosecha. ¡Ahora sólo nos queda desearos a todos un excelente cultivo!
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