"La regulación del cannabis traerá una sociedad más inteligente, justa y democrática": Ramón Morcillo, presidente de Regulación Responsable

Regulación Responsable es una plataforma formada por ciudadanos y organizaciones sociales que aboga por una regulación de la producción y el consumo de cannabis en España. Un proyecto que, desde que se creara en el 2014, se ha enfocado en conseguir un nuevo sistema que termine con las redes ilícitas de comercio de esta sustancia y respete el derecho de los consumidores al acceso a esta planta de una forma segura y controlada. Ramón Morcillo, portavoz de dicha plataforma, nos ha visitado para explicarnos cuál es el marco legal actualmente, tanto a nivel internacional como en nuestro país.

En Uruguay el cannabis será dispensado en farmacias a partir del 1 de julio, en Canadá en 2017, EEUU parece que da pasos hacia la regulación a nivel federal…¿Qué te parece el marco legal internacional en la actualidad?

El marco legal internacional está sustentado en las tres convenciones únicas en materia de estupefacientes, que fiscalizan el cannabis y limitan su producción y distribución para fines de investigación o farmacéuticos. Por tanto, cada país tiene potestad para autorizar a empresas que cumplan esos criterios a producir cannabis, pero solamente para funciones muy determinadas y esto limita el uso personal. Luego cada país elabora sus propias leyes respetando esos convenios internacionales. Es por ello que Regulación Responsable está en contra de esos convenios. Son un fracaso. 

El problema está en que esos convenios prohibitivos hacen que se generen redes de producción ilícitas. El cannabis, es la droga más consumida del mundo. No por estar prohibida la gente va a dejar de usarla, lo que sí que va a pasar es que habrá más riesgos para la salud del usuario, pues el producto que se mueve en el mercado negro no pasa ningún control.

En la última asamblea de las Naciones Unidas, se reflejó que este marco no va a cambiar probablemente en los próximos veinte años, hay países que tienen derecho de voto y son muy poderosos como Rusia o China, que no están de acuerdo con la regulación de la marihuana. 

Lo que sí se está viendo es que hay diferentes países de occidente y potencias mundiales como EEUU y Canadá, que junto con algunas experiencias en América Latina, están planteando regular el mercado del cannabis. Una interpretación más flexible de los convenios en los cuales se está permitiendo diferentes iniciativas que son punta de lanza en occidente, de todas formas, son movimientos todavía limitados. En Uruguay por ejemplo, se ha planteado un nuevo modelo que tenía voluntad política pero carecía de respaldo social y evidentemente la experiencia está yendo muy poco a poco.

El modelo de California podría ser el más puntero, todavía no se ha votado, pero si en noviembre se aprueba, estaríamos hablando de un sistema pionero a nivel mundial.

En conclusión, creo que hay experiencias interesantes a nivel particular de cada país, pero en un contexto internacional prohibitivo.

¿En qué punto se encuentra España?

Nos encontramos en un punto en el que el gobierno es el que determina el funcionario político que dirige el plan nacional de drogas. Actualmente, la persona encargada de esto tiene una posición muy contraria a permitir cualquier experiencia de regulación de mercados del cannabis.

De hecho, actualmente el gobierno español considera el cannabis como una epidemia. Nosotros entendemos que eso es un error gravísimo para lo que es la calidad de la democracia y la salud de la propia sociedad. En España no está reconocido el uso del cannabis como un derecho, ni en la constitución, ni en la legislación. Sí que hay ciertos derechos constitucionales, en los que podríamos hacer caber el consumo de cannabis como por ejemplo el derecho a la intimidad o el derecho a desarrollar la propia personalidad. Pero eso ya son interpretaciones, el derecho en sí no está reconocido como tal.

No obstante, la ley de seguridad ciudadana permite el autocultivo en un espacio que no esté a la vista. Las semillas de cannabis, tampoco están fiscalizadas y se pueden vender para una finalidad de coleccionismo.

Sin embargo, no hay un sistema legislativo adecuado para esos tres millones de personas que en el último mes han consumido cannabis en España. Existe una voluntad de acceso a la marihuana que, al no estar regulado, genera redes ilícitas y falta de garantías a nivel sanitario. Tampoco hay un acceso al cannabis medicinal de calidad y con garantías, y esto es gravísimo. Por tanto, la ley está complicada y esta es la razón de existir de Regulación Responsable.

Por un lado el cannabis no es legal, pero sin embargo España es uno de los países con un mayor índice de consumo a nivel europeo…¿Qué pasa en España?

Nuestra situación actual es una combinación de varios factores. Hay que decir que a nivel europeo, España es la experiencia social respecto al cannabis con más relevancia. Primero porque comparte junto con Italia e Inglaterra uno de los índices más altos de consumo. Segundo, porque tenemos muy cerca Marruecos, uno de los principales productores de cannabis a nivel mundial. El tercer factor es que hay un movimiento social alrededor de la marihuana muy potente, somos uno de los movimientos referencia a nivel mundial. Y por último, hay que tener en cuenta la explosión de los clubs sociales, que han impulsado cambios legislativos a nivel territorial, iniciativas mucho más útiles que la tradicional postura prohibicionista, que lo que hace es que se disparen las tasas de consumo, que aumenten las redes ilícitas y, lo más importante, crea una falta de información y de educación que repercute muy negativamente en las nuevas generaciones.

Te daré un dato interesante, la aparición de asociaciones no ha aumentado la tasa de consumo de cannabis, la edad de inicio se ha mantenido en los últimos diez años y el consumo ha descendido. Solamente con educación, cultura e información se puede fomentar el consumo responsable.

¿Creéis que la legalización es una meta que España puede llegar a alcanzar?

Bueno, Regulación Responsable plantea que legalización no es el término correcto, porque ya hay una ley, un código penal, etc. Estamos hablando de una regulación del consumo de cannabis, para eso es necesario un cambio en la ley de estupefacientes, la ley de seguridad ciudadana y en el código penal.

Nosotros planteamos que debería existir un modelo basado en 5 pilares: el consumo personal, el acceso al cannabis terapéutico, el autocultivo, los clubes sociales de cannabis y el acceso a través de licencias para aquellos usuarios que no quieran cultivar, no estén enfermos y no quieran asociarse o estar en una estructura de tipo cooperativista. En definitiva, un modelo que tenga en cuenta a las personas que desean acceder a un producto de calidad con todas las garantías, para un uso recreativo.

Actualmente, la regulación a corto plazo es un objetivo complicado de alcanzar, para conseguirlo necesitamos que todos los elementos (industria, plataformas activistas, políticos), se conciencien y se unan para conseguir un cambio legal.

¿Qué pensáis de las asociaciones cannábicas? ¿Son un primer paso hacia la legalización del cannabis?

Creemos que es una expresión natural, social y saludable, por parte de un colectivo que entre el año 95 y el 2005 vivió la explosión del autocultivo. Como una consecuencia lógica, el siguiente paso ha sido desde el 2005 hasta el 2015 el fenómeno de los clubs sociales.

Pero el hecho de que no haya habido una regulación pertinente ha hecho que entren intereses económicos, mafias, etc. Y que se construya un relato, una estrategia acusatoria criminalizante y estigmatizante por parte del plan nacional de drogas, del gobierno, de la fiscalía y de los propios jueces que han afirmado que ese modelo ahora mismo no es factible. En ese sentido, el modelo de las asociaciones ha llegado a 2016 con tres sentencias del Supremo que afirman que no es viable y que tiene trascendencia penal. Un hecho que cierra esa vía y hace que las asociaciones deban reinventarse o volver a sus orígenes, potenciando la horizontalidad de sus bases sociales, profundizando en la responsabilidad compartida y actuando a una escala menor.

Creemos que ha sido un sistema que se ha confiado demasiado y no ha impulsado con suficiente celeridad el cambio legislativo hacia la regulación externa. Una debilidad aparente que volverá a reinterpretarse consiguiendo sus objetivos, los clubs no van a desaparecer, de esto estamos seguros.

¿Conoces las nuevas variedades de marihuana ricas en CBD?

Sí, creo que las nuevas variedades ricas en CBD son muy interesantes tanto a nivel medicinal como para su uso recreacional. La ola del CBD es un fenómeno que cuya aparición se explica a través de distintos factores.

Si contemplamos la parte medicinal de este componente, hay que entender que si se ha tardado tanto en empezar con estas variedades es porque el estudio del cannabis y sus propiedades ha estado muy limitado por los convenios que antes te comentaba. Sin embargo, en los últimos años ha habido una explosión de investigaciones en este ámbito a nivel mundial. España es pionera en este tipo de estudios, pero todavía no se ha investigado lo suficiente como para que el cannabis llegue a ser un medicamento que se dispense en España, más allá del Sativex.

Sin embargo, actualmente ya se ha establecido una diferencia entre los cannabinoides que tienen capacidad psicoactiva como el THC, con los que no la tienen como el CBD, y esto es importante.

Otro factor a tener en cuenta es la I+D que algunos bancos de semillas han realizado en este sentido, hay un interés por suavizar los efectos psicoactivos del THC a nivel recreativo, para muchos usuarios que consumen cannabis de manera prolongada en el tiempo, el CBD puede ser un poderoso aliado.

¿Por qué crees que históricamente se ha demonizado la planta de la marihuana?

Vaya, esta es una pregunta complicada y muy subjetiva. Según mi opinión, esto ha sucedido básicamente porque es una planta con propiedades medicinales importantes, algunas civilizaciones antiguas la calificaron de planta maestra por su capacidad de trabajar sobre la conciencia, es una planta introspectiva, puede conducir al cuestionamiento por parte del individuo del sistema establecido, y esto no interesa.

También entran en juego intereses comerciales, económicos, cuestiones religiosas y el factor miedo. En una cultura occidental mayormente cristiana, esto tiene una gran influencia. Por último, pero no menos importante, hay que tener en cuenta el control y los intereses por parte del sector farmacéutico, entre otros.

¿Qué intereses de tipo económico impiden la legalización del cannabis?

El hecho de que se regulara el cannabis, haría disminuir el consumo de alcohol y esto no interesa. Existen intereses económicos por parte de la industria del alcohol, del tabaco y del sector farmacéutico que influyen en parte en la falta de regulación del cannabis. Y digo en parte porque también está el factor salud pública, como las experiencias de regulación de otras sustancias como son el alcohol y el tabaco han generado un coste en sanidad brutal, hay mucho miedo a la hora de regular el cannabis.

Para terminar, en Regulación Responsable lucháis por una regulación del cannabis, resume en una frase qué beneficios aportaría esto a nuestra sociedad. 

Una sociedad más inteligente, más justa, más sana y una democracia real complementada a positivo.