- Ramón Morcillo, portavoz de Regulación Responsable, está convencido de que la actual situación política y la existencia de mayor información al alcance de la ciudadanía se traducirán en que para 2017 España contará con una de las regulaciones más avanzadas del mundo, que permitirá no sólo el autocultivo sino la venta y distribución de productos cannábicos para uso medicinal y recreacional, fuera del mercado negro.
Los movimientos que reivindican regulaciones más racionales y acordes con la realidad del consumo de cannabis a nivel mundial cada vez van cogiendo mayor peso y en este sentido, el panorama español es especialmente activo. Además, los cada día más numerosos estudios científicos que revelan los beneficios para la salud que puede tener el consumo de determinados cannabinoides junto con la progresiva normalización del consumo lúdico y responsable de cannabis están ayudando a sacar a la luz una realidad objetiva y tangible.
En nuestro país, casi el 10% de la población es consumidor de cannabis y cada vez son más los agentes sociales que exigen que este consumo no sólo se despenalice sino que los usuarios puedan tener acceso a productos de calidad y estandarizados, fuera del mercado negro. Con el objeto de dar voz a este colectivo y normalizar de iure la situación, surgió hace poco más de un año la iniciativa "Regulación Responsable", plataforma que aúna a ciudadanos y ciudadanas particulares y organizaciones sociales que apoyan las propuestas que abogan por una regulación de la producción y consumo de cannabis en España.
"Aunque ya empezamos a trabajar en el proyecto en el Expogrow de 2014, la iniciativa no se hizo oficial hasta la asamblea de enero de 2015. Gracias a la intensa labor realizada en estos casi 15 meses de vida, estamos consiguiendo visibilizar la problemática del cannabis, que es una sustancia que consume el 10% de la población, casualmente un porcentaje similar al que representa el colectivo LGTB. Tras años de movilización y activismo, ellos han conseguido ver reconocidos sus derechos y esperamos que ocurra lo propio con los consumidores de cannabis", explica Ramón Morcillo, portavoz de la plataforma y que junto con Bernardo Soriano, coordinador de la comisión jurídica e Iker Val, coordinador de la comisión técnica, conforma la triada visible de la iniciativa.
"El experimento realmente es la no regulación del cannabis y no al revés. Regulación ha existido toda la vida y nos ha ido muy bien y es la prohibición la que ha generado todos los de marginalidad y derroche de recursos en perseguir el consumo de sustancias", afirma Morcillo. Regulación Responsable tiene claros los objetivos y la forma de lograrlos: tratar de influir en la esfera social consolidando un debate serio y objetivo, por una parte, e influyendo directamente en la clase política e instituciones públicas, por otra. Parte de su estrategia radica en dar un enfoque más aperturista al mundo del cannabis, buscando desvincularse de estética excluyentes o retóricas limitantes.
Pueden encontrase consumidores de cannabis en cualquier estamento social, ámbito profesional o ideológico y defender sus derechos e integrar los diferentes acercamientos y necesidades al respecto de los millones de usuarios que existen en España es el objetivo de Regulación Responsable. "Durante mucho tiempo el movimiento cannábico ha sido muy de puertas para dentro, muy encerrado en sí mismo, y no habíamos sido capaces de transmitir nuestras reivindicaciones a otros sectores de la sociedad. Ahora mismo hemos cambiado ese modelo de funcionamiento y estamos realizando una dinámica más aperturista, colaborando con otras asociaciones y movimientos sociales. Hemos conseguido por fin abrir el movimiento cannábico a otros sectores y dejar de mirarnos tanto al ombligo", añade Morcillo.
Influir en la esfera política
"La batalla judicial está acabada. Hay que jugar la baza política y tratar con quienes pueden cambiar la Ley, los políticos, ya que si ésta se mantiene como hasta ahora, no hay nada que hacer", reflexionaba el representante legal de Regulación Responsable, Bernardo Soriano, durante su intervención en el pasado Spannabis 2016. Dicho y hecho. Los representantes de Regulación Responsable ya se han reunido con instituciones como el Plan Nacional sobre Drogas, la Comisión Permanente de España ante la ONU en Viena, la Agencia Española del Medicamento, los servicios de salud de muchas comunidades y con parlamentos autonómicos, además de con comisiones de los propios partidos políticos. "La respuesta en general está siendo positiva. El PP no le ve ningún sentido a regular, no quiere ni sentarse a oír hablar del tema y el PSOE tiene una postura contradictoria, con apoyos a nivel autonómico y local pero sin dejarlo claro a nivel estatal. Sin embargo, el resto de los partidos políticos y la irrupción de nuevas formaciones como Ciudadanos o Podemos nos están abriendo bastante el camino. Además, algunos partidos como IU incluso han incluido nuestra propuesta de regularización directamente en su programa", continua el portavoz de Regulación Responsable.
Consecuencias económicas
El principal argumento que motiva a Regulación Responsable es la necesidad "acuciante" de dar seguridad jurídica al colectivo de consumidores de cannabis, pero son conscientes de que la despenalización y regulación del cannabis traerá consigo también consecuencias económicas. "No sólo estamos hablando de defender los derechos de los usuarios sino evitar el despilfarro de milos de euros en perseguir a estos consumidores. El Tribunal Supremo ya ha estipulado que el autocultivo para autoconsumo es legal, es lícito, sin embargo, una denuncia de un vecino puede desembocar en una intervención judicial que lleve a un juicio del que probablemente seas absuelto, con el consiguiente derroche de recursos del estado. Insisto, no sólo hay que tener en cuenta de lo que se podría incorporar a las arcas con la fiscalización del consumo sino de lo que se ahorraría el Estado si se suspendiera una lucha contra el cannabis que no tiene ningún sentido tanto a nivel científico como moral", asevera Morcillo.
Los representantes de Regulación Responsable son ambiciosos y quieren evitar regulaciones ambiguas o medias tintas que solucionen el problema de raíz. Por ello, aspiran a lograr una solución integral que permita no sólo el autocultivo de cannabis sino que contemple la existencia de una industria cannábica que incluya la producción, distribución y comercialización de productos cannábicos de calidad para aquellos consumidores, terapéuticos o recreacionales, que hasta ahora se han visto obligados a acudir al mercado negro. "Tenemos que aprender de los errores que se han cometido en Holanda en los casi 40 años que lleva de regulación. Lo que no podemos permitir es que una sustancia sin controlar y sin regular se convierta en legal a través de un Cofee Shop. Queremos dar una solución precisamente a esa puerta trasera del mercado holandés, con un sistema de licencias que permitiría tanto el cultivo como la manufactura y distribución al por menor. Un nivel de regulación a tantos niveles no se ha dado en ninguna parte en el mundo", asegura Morcillo.
La actual situación política, con los dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, abiertos a la regulación del cannabis y la progresiva desmitificación del cannabis que se está logrando gracias a la publicación de investigaciones científicas y a la existencia de mayor información objetiva y verídica al alcance de la población, son dos ingredientes que hacen que Morcillo se muestre optimista respecto al horizonte temporal. "Cuando presentamos la plataforma el año pasado dije que creo que a regulación llegará en 2017 porque tenemos mecanismos para conseguirlo", concluye.
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