- Un grupo de investigadores españoles ha logrado localizar los procesos neuronales por los cuales el abuso en edades tempranas de tetrahidrocannabinol, el principal compuesto psicoactivo del cannabis, aumenta el riesgo de padecer esquizofrenia.
- Los responsables del estudio han detectado los cambios que se producen en la corteza cerebral de los ratones a los que se aplicaron dosis de THC. Estas afectan concretamente a los receptores responsables de las alucinaciones propias de patologías como la psicosis y la esquizofrenia.
Pese a los numerosos estudios que han venido a probar la eficacia del cannabis para combatir ciertas patologías, tanto para la prevención como para su tratamiento, hay otros que vienen a demostrar que existen componentes de la marihuana que pueden ser perniciosos para el organismo humano. Un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores españoles y publicado recientemente por la revista científica Nature, ha demostrado cómo el consumo crónico de THC durante la etapa de crecimiento, cuando el cerebro se está desarrollando, puede aumentar el riesgo de padecer esquizofrenia en una edad más avanzada.
El equipo de la Universidad del País Vasco y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), formado por Inés Ibarra-Lecue, Irene Mollinedo-Gajate, J Javier Meana, Luis F. Callado, Rebeca Diez-Alarcia y liderado por la investigadora Leyre Urigüen, ha detectado cómo afecta el consumo de tetrahidrocannabinol en la corteza cerebral de los ratones con los que han realizado las pruebas. A estos animales les suministraron de forma crónica dosis de este principio activo del cannabis, su compuesto psicoactivo más destacado, para ver cómo les afectaba durante edades tempranas.
Así fue como pudieron comprobar que el THC provocaba alteraciones en el receptor de la serotonina 2A, el mayor culpable de que se produzcan alucinaciones propias de enfermedades como la psicosis y la esquizofrenia. Más concretamente, el grupo de investigadores españoles probó que este receptor proalucinógeno aumenta su funcionalidad una vez que se ha sometido el animal al tratamiento crónico con cannabis.
En la primera parte de la investigación, los responsables del estudio recurrieron a técnicas de comportamiento animal, con las que pudieron constatar que los ratones que habían sido tratados con cannabis durante edades tempranas tenían una mayor predisposición a padecer comportamientos psicóticos con el paso del tiempo. En la segunda fase, el equipo tuvo que cuantificar las proteínas y los receptores. Estudiaron entonces el receptor de serotonina 2A para después detectar y señalar la vía a través de la cual se podía medir un incremento en el riesgo de padecer esos desajustes cerebrales.
Esta es, por lo tanto, la primera vez que a nivel molecular se detecta cómo la marihuana, en concreto el THC, aumenta las probabilidades de acabar desarrollando una enfermedad como la esquizofrenia. Y como apuntaba Leyre Urigüen, se trata solo del "primer paso para investigar en otros campos". No obstante, esta es la primera piedra del camino. "El objetivo final es identificar la existencia de cambios moleculares similares en personas que consumen cannabis para poder relacionarlos con el riesgo de desarrollo de psicosis o esquizofrenia y, por otro, generar nuevos fármacos que mejoren la sintomatología de los pacientes", apuntaba la doctora Urigüen.
Un territorio ya explorado
Pese a lo que podríamos pensar, no es la primera vez que un estudio trata de determinar cómo el cannabis afecta en el desarrollo de ciertas enfermedades a nivel molecular. Otra investigación en 2014, también llevada a cabo por un equipo de españoles, demostró que el consumo de THC provoca la activación de determinadas áreas nerviosas del cerebro y que el consumo del mismo podría acabar por desactivar un mecanismo provocando los trastornos mentales de los que hablamos.
El equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), capitaneado por Javier Garzón Niño, comprobó que más allá de los factores hereditarios que jugarían un papel clave en el desarrollo de la esquizofrenia, existen otros agentes externos entre los que se encuentra el cannabis. Los estudios previos habían determinado que esta enfermedad viene provocada por una disfunción de un receptor del glutamato, conocido como NMDAR, que resulta esencial para distintos procesos que tienen que ver con la memoria y el aprendizaje.
Pues bien, el encargado de controlar la excitabilidad del glutamato NMDAR no es otro que el sistema cannabinoide endógeno. Este funciona como un mecanismo que inhibe la excitación de este receptor, lo que le permite cumplir con sus funciones de forma adecuada, sin que se vea comprometida ninguna otra función celular. Lo que ocurre es que, en mitad de un equilibrio tan delicado, el abuso de ciertos principios activos del cannabis aumenta de forma desmesurada esa inhibición y es entonces cuando comienzan a aparecer signos de psicosis.
"El abuso del cannabis rompe el preciado equilibrio entre excitación (NMDAR) e inhibición (cannabinoides endógenos) y empuja el plato de la balanza hacia la inhibición, y por tanto permite una mayor actividad de aquellos otros sistemas controlados negativamente por el NMDAR, como el dopaminérgico", asegura el investigador Javier Garzón Niño. Cuando esto ocurre, las propias células activan un mecanismo para liberar el NMDAR de la inhibición. En caso de que funcione no habría problemas, pero si falla, entonces el paciente estaría en riesgo de padecer esquizofrenia.
Todo ello unido a la propia genética de quienes consumen marihuana, que puede ser más propensa a desarrollar estos trastornos, acaba provocando un cuadro en el que el THC lo único que hace es añadir más leña al fuego. No obstante, estos son solamente los primeros pasos de los estudios que tratan de indagar en la relación que existe entre el cannabis y la esquizofrenia, así como en el desarrollo de otros trastornos de nuestros cerebros. Habrá que prestar atención a los resultados que arrojen las próximas investigaciones que se realicen en este terreno y comprobar si, de la misma forma que provocan ciertos desajustes en el organismo humano, los principios activos del cannabis pueden acabar por ayudarnos a superar estas enfermedades.
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