¿Es un problema que el precio de la marihuana esté bajando en EE.UU.?

A lo largo de los últimos meses, en EEUU se están aprobando regulaciones para la legalización de la marihuana con fines medicinales e incluso recreativos en estados como Washington. Pese a que la legalización ha supuesto una victoria para los consumidores de marihuana de la región, los cultivadores no lo tienen tan fácil: uno de ellos contaba recientemente a la agencia Associated Press que el año pasado vendía cada gramo de marihuana a 21 dólares (unos 18 euros) el gramo y ahora la vende tan solo por cuatro dólares (3,5 euros).

Es probable que los precios sigan cayendo en picado no solo en Washington, sino que este fenómeno podría repetirse en Colorado u Oregón. Eso sí, el principal perjudicado será precisamente el mercado negro.

Si los precios continúan bajando, el mercado de Washington será capaz de competir con el mercado ilegal de California, y Washington podría llegar a exportar a otros estados. 

Los impuestos de Washington y Colorado se basan en los precios (los impuestos caen a medida que baja el precio), pero para acabar con el mercado negro podrían tomarse medidas como impuestos específicos para hacer frente a la marihuana ilegal basándose no en el precio sino en la cantidad, según ha explicado Mark Kleiman, profesor de Política Pública en la Universidad de California.

Mientras, en Oregón, se ha fijado un impuesto por onza, pero Kleiman no cree que vaya a ser suficiente para que los precios dejen de bajar drásticamente. Además, como el impuesto es el mismo independientemente del cultivo de cannabis, puede animar a los cultivadores a que su producto sea de peor calidad, ya que pagan los mismos impuestos por él. Esto podría repercutir negativamente en el propio producto, causando más reacciones adversas.

Según este profesor, el sistema tributario ideal sería un impuesto por miligramo de THC (tetrahidrocannabinol), en lugar de por onza de cannabis. También cree que este tributo debería aumentar a medida que el precio de mercado cae, para mantener lo que el consumidor paga de forma constante, en torno a un precio de 10 dólares (casi 9 euros) para un miligramo de THC del 10%.

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Con información de Vice y eldiario.es