- El mandatario electo del país, Rodrigo Duterte, ha señalado estar a favor del cannabis terapéutico. Conocedor de los beneficios que puede aportar a los ciudadanos así como de los avances médicos que involucran a la planta, ha indicado que no descarta que una legislación aperturista se debata en el Congreso del país.
El debate en torno a la legalización de la marihuana medicinal sigue su curso a lo largo del planeta. A pesar de que en muchas zonas ya se hecho notar, permitiendo que el cannabis terapéutico se tenga en consideración para tratar diversas enfermedades, en otras todavía queda mucho camino por recorrer.
Este es el caso del continente asiático, que hasta ahora no ha mostrado mayor intención en apostar por la despenalización de este tipo de planta. Ahora, Filipinas tiene la oportunidad de convertirse en el primer país de la región en legalizar el uso medicinal de la planta.
Esta oportunidad surge a raíz de unas declaraciones realizadas por el presidente electo Rodrigo Duterte, en las que señala estar a favor de la marihuana terapéutica. Duterte tomará posesión en el cargo el 30 de junio y, si bien todavía es pronto para que Filipinas proceda a legalizar el consumo, por ahora es el primer líder asiático que apoya públicamente el cannabis medicinal.
Duterte ha dicho abiertamente que “la marihuana terapéutica es un ingrediente más de la medicina moderna, y muchos de los tratamientos que se están desarrollando, e incluso algunos que ya están en el mercado, cuentan con la planta como compuesto”.
Además de los beneficios que una medida así podría aportar a los pacientes en Filipinas, la legalización también abriría muchas oportunidades en la industria cannábica en Asia, creando puestos de trabajo y beneficios económicos.
Sobre la despenalización de la marihuana recreativa, Duterte se ha apresurado a recalcar que no prevé legalizarla durante su mandato y que seguirá aplicando las sanciones que dicta la ley.
Aunque Duterte se ha mostrado abierto a la posibilidad de legalizar la marihuana medicinal, también ha indicado que dejará el asunto en manos del departamento correspondiente del Gobierno. Este será el encargado de discutir la postura adecuada del país. El presidente electo ha querido mostrar así que, a pesar de su opinión, la legalización o no de este tipo de tratamientos con base cannábica no depende en exclusiva de él.
Aunque las declaraciones deben tomarse con cierta cautela, marcan un antes y un después en el proceso de despenalización del cannabis terapéutico en todo el continente asiático. Habrá que esperar para comprobar si finalmente Filipinas se convierte en el primer país de la nación en legalizarla y también para comprobar si siembra una semilla capaz de prosperar entre las naciones vecinas.
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