Planta del mes: Diente de León el gran depurativo

El Diente de León (Taraxacum officinale), también conocida como achicoria amarga, pertenece a la familia de las asteráceas. Aunque hay indicios que apuntan a que su origen podría estar en Europa, actualmente el Diente de León crece en caminos y prados de todos los continentes.

Considerada por muchos una "mala hierba", pues prolifera de forma silvestre a los lados de los caminos y muchas veces en los jardines, esta planta es muy fácil de reconocer por su peculiar morfología:

Hojas: son de color verde oscuro, serradas y nacen prácticamente desde la raíz, pues el tallo es muy corto, prácticamente inexistente, es por ello que entra en la categoría de las plantas acaules.

Flores: las flores son amarillas y muy reconocibles.

Fruto: es la parte de la planta que a todos nos viene a la cabeza, se trata de una cipsela granular, una especie de bola con pelos no ramificados que se dispersan con el viento.

Usos terapéuticos del diente de León

• El gran depurativo: el Diente de León es una planta medicinal muy útil para limpiar el organismo, actúa como depurativo eliminando las toxinas que acumulamos por una mala alimentación, malos hábitos, sedentarismo, etc. Está especialmente indicada para aquellas personas que sufren de hipertensión, gota, problemas de la piel... Entre otros componentes, el Diente de León contiene vitaminas A,B y C, Ácido fólico, hierro y taninos.
• Diurético: gracias a su acción diurética, el Diente de León se convierte en un gran aliado para la eliminación de toxinas, es recomendable hacer una "limpieza" a nuestro organismo con esta planta en cada cambio de estación o después de una época de excesos. Además resulta la herramienta natural perfecta para aquellas personas que tienen tendencia a retener líquidos, un gran aliado sin duda para paliar los efectos del alcohol.
• Hepatoprotector: esta planta ayuda a proteger el hígado y la vesícula y estimula de manera natural sus funciones. El estrés, los excesos y algunas enfermedades hacen que este órgano tan vital para nuestra salud se vea sobrecargado. Un hígado con problemas no solo afectará a nuestra salud física, ¡También puede influir en nuestro estado emocional! La medicina tradicional china relaciona los problemas de hígado con la irritabilidad, el estrés y la depresión. Puede que una época de estrés provoque que nuestro hígado se resienta, pero este a su vez, al no funcionar correctamente, aumentará nuestro estado nervioso, cerrando así un círculo vicioso que se retroalimenta. El Diente de León es muy beneficioso para cuidar nuestro hígado y está altamente indicado para tratar dolencias como el hígado graso o la hepatitis.
• Estimula el funcionamiento de los riñones: es beneficioso para prevenir la cistitis y la uretritis.
• Abre el apetito: esta planta ayuda a incrementar la secreción de bilis, favoreciendo así una buena digestión. Es perfecta para tratar casos de inapetencia.
• Ayuda a mejorar algunos problemas de la piel: el Diente de león puede ayudar a tratar el acné, las urticarias y la psoriasis. Además, también potencia la cicatrización de las heridas.
• Alto contenido en hierro: muy útil para combatir la anemia.
• Efecto calmante sobre algunos problemas circulatorios: es útil para tratar las varices o las hemorroides. Tiene propiedades calmantes de los problemas circulatorios de las extremidades gracias a su contenido en taninos, por lo que es útil en casos de varices y hemorroides.

¿Cómo consumir Diente de León?

Hay varias formas de tomar esta planta para beneficiarnos de sus propiedades terapéuticas :

• Infusiones: es la manera más común de consumirla, y está especialmente indicada en procesos depurativos. Hay que hervir las hojas y la raíz de la planta y se pueden tomar hasta tres infusiones al día. También se encuentra comercialmente en bolsas de té ya preparadas en cualquier herboristería. Hasta tres tazas diarias de uno a tres meses según el caso.
• Extracto: también se pueden encontrar en el tiendas dietéticas y contiene una dosis más elevada que las infusiones. Una forma de consumir el extracto de Diente de León es diluirlo en una botella de agua e ir bebiendo durante todo el día.
• En la cocina: las hojas del Diente de León son comestibles, así que se pueden utilizar para ensaladas, tortillas...No recomendamos una ensalada a base de hojas de Diente de León pues tienen un sabor amargo, pero mezcladas con otras plantas como la albahaca, la rúcula o los canónigos pueden darle un toque delicioso y sorprendente a nuestros platos.
• Como sustituto del café: las raíces de esta planta tostadas y molidas se pueden utilizar como sustituto "sano" del café, pues no contiene cafeína ni otros estimulantes, y se suele encontrar comercialmente bajo el nombre de "café de achicoria". Es el sustituto ideal para aquellas personas que disfrutan del sabor del café (pues el de la achicoria es muy similar), pero quieres reducir su consumo para evitar efectos secundarios como los temblores, problemas de sueño, dolores de cabeza y mareos. Además el café de achicoria ces rico en inulina, una fibra prebiótica que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas para los intestinos.
• Cataplasmas: para aliviar los problemas de la piel se deben machacar las hojas de la planta y aplicarlas directamente sobre la zona a tratar dejando que actúe durante media hora.
• Baños locales: para aliviar los problemas de circulación como las varices o las hemorroides se puede utilizar la decocción de la planta en la zona a tratar.

Contraindicaciones del Diente de León

Por más que esta planta posea importantes beneficios terapéuticos, no se aconseja su consumo en los siguientes casos:

• Alergia: hay algunas personas que pueden presentar reacciones alérgicas a esta planta.
• Piedras en la vesícula: aunque el Diente de León ayuda a depurar el hígado y la vesícula, puede ser contraproducente para las personas con piedras en la vesícula ya que puede causar un cólico biliar.
• Embarazo y lactancia: se desaconseja el uso.
• Medicamentos: hay que tenerlo en cuenta ya que potencia el efecto de los diuréticos y puede afectar en el tiempo de absorción de algunos fármacos.