- La Lavanda es una de las plantas medicinales más conocidas por su intenso y característico aroma
- Desde tiempos ancestrales esta planta ha sido utilizada por sus propiedades aromáticas, tanto por griegos como por romanos, y esta tradición se ha esparcido por todo el planeta llegando hasta nuestros días.
- Sin embargo la Lavanda posee también mútliples beneficios para nuestra salud, no solo física sino también mental.
- En este post te contamos todo lo que necesitas saber sobre sus propiedades terapéuticas y su uso
¿Qué es la Lavanda?
La Lavanda (Lavendula angustifolia), pertenece a la familia de las lamiáceas y es originaria del norte de África, concretamente de las regiones montañosas del Mediterráneo. Crece en zonas soleadas, agradece los suelos con un buen drenaje y produce unas flores de color púrpura muy características que emanan un aroma punzante.
Su cultivo comercial se produce normalmente para la fabricación de aceites esenciales y la cosecha de sus flores debe hacerse justo antes de que estas se abran del todo, pues así conservarán su fragancia por más tiempo.
Usos comerciales de la Lavanda
La Lavanda es muy utilizada para elaborar productos de belleza, en especial para el cuidado de la piel debido a sus propiedades depurativas. Es un producto muy común y su aroma se añade tanto a productos cosméticos como de todo tipo: champús, cremas, jabones, detergentes, etc. También sirve para aromatizar productos alimentarios, en especial en pastelería.
Propiedades de la Lavanda
A parte de su intenso aroma, esta planta también es muy útil por sus múltiples beneficios para la salud, ya que actúa como:
- Antiséptico y antiinflamatorio: la Lavanda puede contribuir a aliviar el ardor y la molestia que provocan las quemaduras leves y las picaduras de insectos.
- Antifúngico: existen estudios que afirman que el aceite esencial de Lavanda es muy efectivo para combatir ciertas infecciones por hongos. La investigación ha demostrado que el aceite extraído de esta planta parece actuar destruyendo las membranas de las células de algunos hongos que afectan a la piel.
- Cicatrizante: el aceite esencial de lavanda acelera el proceso de cicatrización de las heridas. También es efectivo para tratar otro tipo de afecciones dermatológicas como el acné, o la psoriasis.
- Crecepelo: la Lavanda es un buen remedio para tratar la alopecia creata, una enfermedad autoinmune que provoca la pérdida aleatoria de pelo en diferentes partes del cuerpo.
- Ansiolítico: se han realizado estudios que indican que la Lavanda es efectiva para tratar los transtornos de ansiedad gracias a sus propiedades relajantes. El tratamiento puede realizarse a través de aromaterapia así como también los pacientes pueden tomar cápsulas que contienen extracto de Lavanda.
- Alivia los síntomas del síndrome pre-menstrual: se ha demostrado que la aromaterapia con Lavanda contribuye a disminuir las alteraciones a nivel emocional que produce el síndrome pre-menstrual en algunas mujeres.
- Relajante muscular: añadir unas gotas de esencia de Lavanda en un baño de agua caliente puede aliviar los dolores y las tensiones musculares, así como también reducir el estrés. Otro método efectivo es aplicar unas gotas de esencia de Lavanda al aceite de almendras y masajear la zona dolorida o simplemente utilizarlo para relajar los músculos después de realizar deporte.
- Somnífero: el efecto relajante de la Lavanda reduce los niveles de estrés e induce a un sueño reparador y placentero. Un método efectivo para este propósito es colocar debajo de la almohada un saquito de tela del tamaño de un puño relleno de flores secas.
Composición del aceite esencial de Lavanda
El aceite esencial de Lavanda tiene una compleja composición química que cuenta con más de 150 componentes, de los cuales la gran mayoría son son esteroles (moléculas aromáticas que poseen propiedades antiespasmódicas), y terpenos. Dentro de los terpenos de la Lavanda encontramos grandes cantidades de Linalol, un componente que posee propiedades ansiolíticas y relajantes. Ciertas variedades de marihuana también poseen este terpeno que podría ser una de las razones por las que determinadas genéticas provocan un efecto sedante.
Formas de utilizar La Lavanda para uso terapéutico
- Por vía tópica: utilizando el aceite esencial mezclado con aceite de almendras o añadido a la crema hidratante corporal.
- Aromaterapia: ya sea por inhalación directa o a través de un vaporizador o quemador diseñados para difundir el aceite esencial en el ambiente
- Vía oral: existen varias marcas que comercializan píldoras con extracto de Lavanda.
¿Cómo hacer aceite de Lavanda casero?
El aceite esencial de Lavanda que se comercializa se extrae a través de la destilación. Sin embargo, como este proceso es un poco complicado y requiere material específico, también podemos obtener nuestro propio aceite de Lavanda infusionando las flores de esta planta en aceite de almendras.
Para hacer tu propio aceite de Lavanda vas a necesitar:
- Flores frescas de Lavanda
- Aceite de almendras
- Colador
- Cazo
- Bote de cristal
Preparación:
- Deja secar las flores al sol durante unas horas en un lugar seco.
- Vierte el aceite de almendras en el cazo y ponlo a calentar a fuego lento. La cantidad dependerá de cuánto aceite quieras producir, tres vasos de aceite para uno de flores de lavanda es una buena proporción.
- Machaca las flores secas de Lavanda y añádelas al cazo cuando el aceite ya esté caliente.
- Deja la mezcla a fuego muy lento durante 4 horas.
- Cuela el aceite y mételo en la botella de cristal. Consérvalo en un lugar oscuro.
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