- Plagas, sobredosis, ladrones o tormentas son algunas de las jugarretas que pueden dejarte sin cultivo y condenarte a pasar todo un año con los botes vacíos. Son como los 'Jinetes del Apocalipsis' para quienes siguen el credo del autocultivo.
- Así que no lo dudes: ¡Cuádrate y ponte alerta! Para evitar que estas fuerzas del mal entren en el sacrosanto templo de tu jardín de la alegría.
Que la tormentas no hundan tu cosecha
Las tormentas son una de las grandes amenazas que debe afrontar un cultivador de hierba en exterior. Desde los últimos meses de verano – en los que la floración ya está en marcha en nuestra latitud – hasta el glorioso día de la recogida, tienes que ser muy cuidado y precavido con las inclemencias meteorológicas.
La lluvia puede traernos muchos problemas a nuestro jardín. Si diluvia con intensidad, el agua lava la tierra y las raíces, dejando a las plantas sin el suficiente abono. A la vez, de manera paradójica, si cae una buena tromba y has abonado con fertilizante en polvo, tipo humus o guano, este se disolverá de manera demasiado rápida y puede sobrefertilizar a las plantas. Desgraciadamente, no será el único problema que nos pueden traer los aguaceros: si son muy frecuentes puede que nuestra planta acabe desarrollando la botrytis o moho gris, que se extiende a la velocidad del rayo, y con el que deberemos ser muy cuidadosos.
Además de vigilar para que no se den estas situaciones previas, es muy importante que nunca cortes las plantas después de que llueva. Espera a hacerlo en un día soleado. Si no lo haces, es muy probable que se desarrollen hongos en los cogollos.
¿Cómo se puede prevenir?
Si cubres las plantas con un toldo – que no llegue a tocarlas–, ganarás bastante en lo que a prevención se requiere. También puedes separar las plantas más de lo habitual para que corra más el aire y se sequen antes. Si decides ponerte protector y meter la planta dentro de casa, ten cuidado de no exponerla a ninguna fuente de luz para no alterar su fotoperíodo.
¿Cómo se puede arreglar?
Si tu planta llegará a desarrollar moho, lo mejor que puedes hacer es cortar las partes afectadas. Siempre más de la cuenta. Se extiende muy rápido y siempre más de lo que parece, así que tendrás que taparte los ojos y como quien dice ''cortar 'un dedo' para salvar la mano''.
Una tormenta puede desencadenar consecuencias muy desagradables, así que siempre ten una solución a mano ;-) (Foto)
¡Nada peor que el ataque de las plagas!
Las plagas son uno de los peores enemigos para las plantas de marihuana. Son una miríada de pequeños – y no tan pequeños– bichejos que aparecen de la nada y pueden hacerte perder totalmente los nervios y la cosecha, si no vas con extremo cuidado. Las más habituales y dañinas son las del tipo chupa sangre, es decir, las que absorben la savia de la planta. Este el caso de los insidiosos pulgones, la pesada mosca blanca, o de la letal terrorista del huertos: la araña roja. Sin olvidar, al gran surfeador de los cogollos: la oruga, que con sus mortales mandíbulas succiona la savia de los tallos internos de las flores. Todos estos intrusos pueden tener un efecto desastrosos sobre el cultivo debido a la gran cantidad de energía que le quitan a la planta, y el gran número de enfermedades y hongos que traen consigo.
¿Cómo se pueden prevenir?
Existen numerosos productos para diseñar una estrategia de prevención muy eficiente, o el viejo truco casero de pulverizar a tu planta cada dos o tres días con una solución macerada de cigarrillos y agua, que es medianamente efectivo para un caso de botiquín vacío.
¿Cómo se pueden arreglar?
Las plagas son plagas porque cuando aterrizan son virulentas y difíciles de erradicar. Dicho esto, la mayoría de ellas se pueden mitigar o curar, pulverizando a la planta con un spray de agua jabonosa o piretrina. Aunque cada plaga es un mundo, y unas resisten mejor que otras a nuestros esfuerzos por eliminarlas.
El terrible efecto de la araña roja. Es rápida, es letal y es bastante común ¡Ten mucho cuidado! (Foto)
Sobredosis: la trágica crónica de las plantas que murieron por exceso de nutrientes
Quién alguna vez no le ha puesto nutrientes a sus plantas y, al ver como éstas se revigorizaban que daba gusto y los cogollos se hinchaban cual músculos a los esteroides, ha decidido echarles un poco más de la cuenta. ''Un poquito más, que esto es medicina, lleva todo lo que necesita la planta'', suelen decir muchos nuevos cultivadores. Su sorpresa siempre es mayúscula cuando días después, se acercan a sus niñas y ven que las hojas se curvan hacia adentro como garras y el color de la cutícula va degradándose, del hermoso verde brillante marihuana al marrón-muerte. La planta se ha intoxicado por la sobredosis de nutrientes y sin una rápida intervención su muerte o decrepitud es inexorable.
¿Cómo se pueden prevenir?
Siendo sensato y echando las dosis exactas que recomiendan los fabricantes de los productos para crecimiento o floración que utilicemos.
¿Cómo se pueden arreglar?
Métele un buen baño a la tierra y las raíces. Usa al menos dos litros de agua por litro de tierra; aunque si has metido la pata de verdad, lo mejor es limpiar la tierra y las raíces, abundantemente, durante un buen rato.
Muévete rápido cuando veas que las hojas se empiezan a parecer a garras que te atrapan. (Foto)
Plantas discretas y vigiladas: plantas seguras
Cuanto más discreto seas con la colocación de tus plantas, y con la gente a la que se las enseñas, más posibilidades tendrás de que sus resinosos cogollos no atraigan a desaprensivos maleantes, agentes de la ley, o amigos codiciosos sin moral a quienes no les importa pegarte un 'palo'. Para evitarte intrusos indeseados y robos, deberás proteger tu jardín con elementos de seguridad, sobre todo en los últimos compases de la época de floración.
¿Cómo se puede prevenir?
Un buen método barato es colocar un hilo de pesca con cascabeles, cubriendo el perímetro donde estén las planta para que te avisen en el caso de que alguien se cuele.
¿Cómo se puede arreglar?
Desgraciadamente el robo de plantas es irreparable y bastante común, solo te quedará aguantarte y ser más previsor el año que viene.
Foto: Ingenioso armazón de hilo de pesca para sujetar y, además, proteger las plantas. (Foto)
Si tus plantas pierden sus voluptuosas curvas, el perdido eres tú
Hay pocas cosas tan desagradables como despertarse un día, visitar a tus plantas todavía con el café en la mano y darse cuenta de que unas manchas necróticas, por ejemplo, se expanden en sus verdes cutículas o que las puntas de las hojas se están degradando como si las hubieras regado con ácido. Se trata de una carencia de nutrientes. Tus plantas están mal alimentadas. Paralelamente, a esa degradación de la cutícula de las hojas, la planta ha dejado de crecer al ritmo que le llevaba a cumplir su máximo potencial. Si no le pones remedio rápida y efectivamente, la planta empezará a convertirse en una caricatura raquítica y enfermiza de la hermosa y coqueta planta que estaba llamada a ser.
¿Cómo se puede prevenir?
Abonando las plantas un par de veces a la semana, controlando el PH del agua y de la tierra, y limpiando la tierra y las raíces con agua de vez en cuando para no caer en el otro extremo: la sobrefertilización de la que hablábamos hace un momento.
¿Cómo se puede arreglar?
Identificando las carencias de los minerales que le faltan a tus 'tukis' y tratarlas generosamente con ellos para que recupere su salud y vitalidad.
Échale un buen vistazo a la tabla, las plantas delgadas y raquíticas ¡No molan nada! (Foto)
Malditos roedores: bestias, pajarillos, alimañas y otros amantes del THC
El ser humano no es el único animal al que le gusta colocarse. NO. Muchos otros moradores de la Tierra disfrutan de la agradable sensación de tomar un buen bocado de THC, pero ellos no tienen opción: no pueden comprar marihuana, ni plantarla, ni aún menos liarla (menos los monos liadores), lo que sí pueden hacer – y sin duda harán – es pasar por delante de tus niñas y esquilmarlas a bocados como un grupo de zombies adictos a la truja.
¿Cómo se puede prevenir?
Poner una valla suele ser buena idea porque disuade a los depredadores más grandes – a los jabalíes les encanta forzar las raíces, por ejemplo–. Aunque, nunca está de más preocuparse por los pájaros y demás. Poner algún artilugio con Cd's – para que reflejen la luz solar– y tubitos metálicos – para que hagan ruido– , suele ser bastante eficiente.
¿Cómo se puede arreglar?
Si los animalejos te han pegado el 'sablazo' y se han comido una rica rama llena de cogollos, la cosa ya no tiene mucha solución. Al menos, si ha sido tu mascota, aprovecha su 'colocón' para fumarte un porrillo con ella y desarrollar vuestra relación desde otra perspectiva.
Foto: Colibrí zampándose un cogollo. El muy 'pájaro' sabe bien lo que se hace. (Foto)
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