- Los cogollos de marihuana son estructuras complejas y constan de diferentes partes, cada una de las cuales cumple una función determinada.
- El cannabis es una planta dioica, es decir, con ejemplares machos y hembras, lo que influye en sus flores.
- Conocer las diferentes partes y sus características es importante para cultivar adecuadamente y obtener un buen rendimiento.
En todas sus variedades, la marihuana es una planta con flores que utiliza el polen para reproducirse a través del proceso de polinización. Este proceso se realiza mediante un intercambio real entre diferentes participantes. Por un lado, la flor, que genera nutrientes apetecibles para los insectos polinizadores. Por otro lado, estos animales (avispas, abejas, mariposas, etc), que se alimentan del néctar u otras partes de la planta.
Es en ese momento cuando se inicia la polinización. Los insectos impregnan sus patas de polen y, cuando cambian de flor para seguir con el menú, lo traspasan de una planta a otra, asegurando así el proceso llamado 'polinización cruzada'. También se puede dar la polinización por efecto del viento o del agua, elementos que también pueden transportar el polen.
Machos, hembras y hermafroditas
El cannabis es una planta dioica y, por lo tanto, se puede encontrar en forma masculina o femenina. Este binomio tiene sus efectos en las flores, que serán diferentes, como veíamos en el post anterior. En determinadas condiciones, como por ejemplo bajo un alto nivel de estrés, una hembra puede generar alguna partes de planta macho, con el objetivo de facilitar la conservación de sus genes.
Generalmente, para uso terapéutico o recreativo, se usan plantas femeninas. Estas producen flores grandes que segregan resina con cogollos redondos o puntiagudos, mientras que los que producen más pequeños se encuentran cerca de la base de las hojas.
Las plantas masculinas polinizan a las hembras al comenzar la producción de semillas, pero las flores más potentes provienen de una variedad femenina que no tiene de estas, puesto que las plantas no polinizadas vuelcan toda su energía en producir grandes cogollos ricos en cannabinoides y sin semillas.
A continuación os explicaremos cuáles son las principales partes de estos cogollos de la marihuana y sus características principales:
Cáliz
Este órgano también es conocido como bráctea y su función principal no es la fotosíntesis, sino proteger las flores. Su forma es peculiar, pues se asemeja a una diminuta lágrima. Cuando los cogollos están desarrollados son más fácilmente perceptibles, pues se consideran hojas especializadas que pueden atraer a los polinizadores y ser tan coloridas como los pétalos de las flores. La polinización supone un riesgo para el cáliz, ya que, si ocurre, se convertirá en el ovario, cuya única función será gestar la semilla.
El problema en estos casos es que las flores no desplegarán todo su potencial. En cuanto a su desarrollo, puede que se dé una agrupación muy compacta de pequeños cálices, lo que endurecerá el cogollo (especialmente en las variedades Indica). En otras ocasiones, los cálices pueden ser más grandes, pero creando una agrupación menos compacta (sobre todo en las variedades Sativa). Una de las características más apreciadas por los consumidores es que el cáliz es rico en tricomas (es decir, resina), THC y otros cannabinoides.
Pistilo y estigmas
Un pistilo es cada unidad del órgano femenino de una flor y está compuesto del ovario, el estilo (la prolongación del ovario) y los estigmas, que son los característicos pelillos que aparecen en el cáliz, con la función de recoger el polen y comenzar el proceso de creación de la semilla. Cuando empiezan a aparecer, estos estigmas son blancos y rectos. Durante el proceso de maduración se doblan y se vuelven amarillos, luego naranja y finalmente marrones. Aunque su color depende de la genética de la planta, pues incluso hay variedades de pistilos rojos y hasta rosas.
Cola
Las áreas donde crecen las yemas creando bloques compactos de sumidades floridas reciben el nombre de cola. La planta tiene una principal, también llamada parte superior apical, que se forma en la parte más elevada de la planta y suele ser la más grande de las que aparecen. Otras más pequeñas crecen desde los nudos, entre las hojas del follaje; aunque suelen ser mucho más pequeñas, existen técnicas para promover un mayor tamaño, como el LST (entrenamiento de bajo estrés) y el SCROG (utilizando una malla o rejilla). Las colas también pueden madurar en diferentes momentos; en muchos casos, el pico principal lo hará antes que los más pequeños, gracias a que su posición le permite una mayor exposición a la luz.
Hojas de azúcar
En el cogollo y en las colas pueden aparecer este tipo de hojas. Se les llama así porque están recubiertas por una densa capa de tricomas (resina) con un aspecto blanquecino, como si se hubiesen bañado en azúcar. A pesar de su alto contenido en resina, no son muy apreciadas para el consumo, ya que son muy pegajosas. Son difíciles de manejar y su sabor puede ser irritante y hasta desagradable por su carga de clorofila, de ahí que sean el principal objetivo de las tijeras a la hora de manicurar. Sin embargo, al estar cargadas de tricomas, son muy buen material para realizar extracciones o distintos tipos de hachís.
Tricomas
Conocidos popularmente como el principal componente de la resina de la planta, es fácil reconocer los tricomas: son esa especie de polvo o pelos blancos que se observan a simple vista en la planta y que bajo una lupa o un microscopio tienen la apariencia de diminutos tallos que terminan en bola. Contienen terpenos y cannabinoides. Los tricomas cambian durante el proceso de maduración. Al principio son pequeños y claros, luego crecen en altura y se vuelven traslúcidos. Finalmente, adoptan el color ámbar.
Los efectos del cannabis dependen en gran medida de la etapa de maduración de los tricomas, pues son fábricas microscópicas de cannabinoides. Los cultivadores expertos son capaces de interpretar si la planta está lista para la cosecha gracias a su aspecto, ya que cortar una planta cuando los tricomas son transparentes es perjudicial, ya que aún están generando cannabinoides y serán, por tanto, menos potentes.
Además, si esperamos hasta ese 'momento ambarino', la producción de terpenos (los responsables del olor y sabor de la marihuana) y de aceites esenciales también estarán en su máximo esplendor. De hecho, los sabores y olores finales variarán en función del momento en el que se realice la cosecha. El que los tricomas estén muy juntos es una buena señal, ya que eso incrementa el olor.
Existen muchos nombres para designar de forma más detallada las diferentes partes, sustancias y células del cogollo que permiten ser más precisos en su análisis y conocimiento. Aquí hemos expuesto las principales para que conozcas las características y el funcionamiento fundamentales.
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