- El cultivo orgánico de marihuana se puede equiparar a la producción de alimentos y de productos biológicos. En ambos casos se trata de una tendencia muy en auge, respetuosa con el medio ambiente y beneficiosa para todos.
- Para obtener alimentos orgánicos de calidad es esencial contar con una tierra sana y equilibrada, ya que es el cimiento que influye directamente en el desarrollo de la planta y en el resultado final. Hoy nos vamos a centrar en una zona concreta; la capa protectora superficial denominada mulch, mantillo o abono orgánico.
- A continuación te contamos al detalle qué es el mantillo, cuál es su composición, cuáles son sus ventajas y cuáles son los valores añadidos que aporta su uso como elemento protector en un cultivo biológico de marihuana.
La composición y la estructura del suelo son dos de los aspectos principales para que el crecimiento y el desarrollo general de las plantas de marihuana evolucionen de forma óptima durante el ciclo completo de vida.
Con mucha frecuencia no reparamos en una parte del sustrato que juega un papel fundamental; el mantillo. Una capa protectora que se sitúa sobre la superficie del suelo.
Esta capa aislante del sustrato se puede utilizar en los cultivos de interior, pero su uso es sobre todo ideal y muy recomendado en los cultivos de marihuana de exterior. Cuando leas este artículo te percatarás de que el mantillo es un aliado indiscutible para las plantas que se cultivan en regiones con climas calurosos, seco, y fríos.
El papel del mantillo en el cultivo de marihuana
El mulch, más conocido como mantillo, es una capa protectora que se coloca sobre la superficie del suelo. Su espesor varia en función de las condiciones climáticas del lugar de cultivo, y su uso es muy conveniente y eficaz para evitar la evaporación excesiva de agua, para favorecer la retención de agua en el suelo y para impedir variaciones extremas de temperatura.
El mantillo contiene, normalmente, desechos orgánicos de diferentes tipos, como es el caso de los residuos forestales reciclados de orígenes muy variados. Lo más habitual es que esté elaborado con restos del bosque, restos vegetales de cosechas anteriores (tallos y hojas triturados), virutas de madera, corteza de árbol, ramitas o heno. Además el heno es un excelente abono natural ya que potencia la fijación del nitrógeno en el suelo.
Para preparar el mulch se puede utilizar también la hierba del jardín triturada después de cortarla. Pero hay que tener cuidado, y antes de utilizarla hay que verificar que no contenga trazas de pesticidas o fertilizantes químicos.
El mantillo es uno de los mejores aliados para el cultivo de marihuana en exterior, pero si queremos obtener flores biológicas inocuas, deliciosas y de calidad, hay que prestar mucha atención a la elección de sus componentes.
De lo contrario, es muy probable que encontremos trazas en la cosecha. El mulch es apto para el cultivo de interior si se cultiva con un método orgánico, con abonos biológicos, véase por ejemplo "No-Till"; un abono que utiliza un "suelo vivo", que requiere una experiencia previa para conseguir el objetivo. En el caso de los cultivos de exterior, el uso del mantillo es siempre un opción perfecta.
¿Para qué sirve el mantillo en el cultivo de marihuana?
El mulching juega un papel múltiple para el sustrato. Es como la navaja suiza de un boy-scout. Se trata de un excelente regulador climático para la vida y el equilibrio general del suelo, y, por ende, de las plantas.
Favorece el desarrollo de microorganismos (microbios, bacterias, insectos y hongos beneficiosos para la vida y la estructura del suelo), y mejora la actividad metabólica y sinérgica de los agentes biológicos presentes, lo que implica un desarrollo general de las plantas fuera de lo común, con una mejora significativa de su sistema inmunitario.
La principal función atribuida al mantillo es su capacidad aislante sobre la superficie del suelo, capaz de regular la temperatura en cualquier circunstancia.
En los días veraniegos de mucho calor evita la evaporación excesiva de agua, lo que podría ocasionar carencias importantes de agua en las plantas, y llevarlas a situaciones de estrés con consecuencias directas como la reducción de su capacidad productiva, de la calidad de la cosecha a distintos niveles (tamaño, densidad de las flores, producción de tricomas de resina, bajos niveles de cannabinoides, intensidad y concentración de terpenos, etc) y una perdida de fuerza y resistencia de cara a su evolución.
En los días fríos o en las noches con temperaturas bajas, el mantillo aporta una protección térmica muy efectiva ante cualquier situación adversa. Hace posible que el calor permanezca en el interior del ecosistema del sustrato, con lo que no se interfiere en su equilibrio biológico. De esta forma no se interrumpe ni se altera su desarrollo general en ningún momento.
Cada uno de los agentes biológicos presentes desempeña un papel concreto, tanto a nivel de transporte, como de metabolización de los elementos necesarios en la alimentación de la planta. En concreto favorece la asimilación de nutrientes. Podemos imaginar lo que sucede, si lo comparamos con el mapa de un país, con sus carreteras, sus suministros y su red logística de transporte. Se trata de un trabajo de equipo que garantizará un desarrollo equilibrado y un buen funcionamiento. ¡Así de fácil!
Hay que tener claro que se trata de una comunidad autónoma real, que lleva a cabo un excelente trabajo de equipo con el objetivo de obtener plantas productivas, saludables y con grandes cualidades. Cuando decimos que la naturaleza hace bien las cosas, no es una exageración. ¡Esta microbiología del suelo es un formidable ejemplo!
Se trata de un aspecto a menudo minusvalorado o desconocido por los cultivadores de hierba, y, sin embargo, es muy importante para las plantas de marihuana. Te animamos a que tengas muy en cuenta este tema cuando organices tu próximo cultivo orgánico de interior o de exterior.
Razones para el uso del mantillo en el cultivo de marihuana
El uso del mantillo conlleva los siguientes valores añadidos:
- Protección isotérmica del suelo.
- Favorece la retención de agua en el sustrato.
- Actúa como un verdadero climatizador del suelo en cualquier circunstancia.
- Mejora la estructura y el equilibrio de la vida microbiana del suelo.
- Fertiliza, protege y regula el desarrollo general de las plantas.
- Incrementa la resistencia del sistema inmunitario.
- Favorece la armonía biológica de forma global.
- Optimiza la calidad y la cantidad de la cosecha.
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