Los padres de la civilización occidental ya consumían cannabis hace miles de años

Tengwen Long y Pavel Tarasov, de la Universidad Libre de Berlín, han elaborado una completa base de datos compuesta por las investigaciones arqueológicas relacionadas con el cannabis hechas hasta la fecha. Con su trabajo, esperan poder identificar las tendencias y patrones de uso del cannabis de las primeras civilizaciones que poblaron Eurasia. Y es que, lejos de ser la marihuana una moda de los últimos tiempos, su consumo está fuertemente arraigado en la tradición del continente.

La recopilación realizada por los investigadores alemanes permite, en primer lugar, poner en duda algunas de las afirmaciones hasta ahora realizadas. Por ejemplo, a pesar de que frecuentemente se señale China u otro lugar de Asia Central como la zona en la que se consumió cannabis por primera vez, algunos de los más recientes estudios incluidos sugieren que la marihuana llegó a Japón y a Europa del Este prácticamente al mismo tiempo.

También sirve para comprobar que fue durante la Edad de Bronce (hace unos 5.000 años) cuando el consumo de cannabis en Asia Oriental se intensificó notoriamente. De hecho, Tarasov y Long coinciden en señalar que esta etapa es sumamente importante. Por aquel entonces, los pastores nómadas de la estepa eurasiática comenzaron a domar y montar caballos, lo que les permitía cubrir grandes distancias y empezar a forjar redes comerciales transcontinentales. Así, el intercambio de todo tipo de materias primas, entre las que se incluye por supuesto el cannabis, se facilitó enormemente entre el oeste y este del continente fomentando su expansión.

Una de las protagonistas indiscutibles de los estudios que tratan de esclarecer el momento en el que aparece el cannabis es la población Yamnaya. Autóctona de Eurasia Central, es considerada una de las tres tribus clave en la fundación de la civilización europea y pionera en el uso de la planta. Se cree que durante la Edad de Bronce se dispersaron hacia el este del continente, extendiendo así el uso de la marihuana por el resto del territorio.

Quién comenzó y cuándo lo hizo no son las únicas preguntas a las que esperan dar respuesta los investigadores a partir de su base de datos. Otro de los temas que suscita mucho interés es el uso concreto que estas poblaciones hacían del cannabis. Todo parece indicar que exploraron todas sus facetas. Mientras que algunos consumían marihuana por sus propiedades psicoactivas, otros lo hacían como alimento o de forma medicinal. También hubo quienes la cultivaban para hacer tejidos a partir de sus fibras. De hecho, este último caso ha sido encontrado en las excavaciones arqueológicas de Eurasia durante décadas.

Dado que las formas de consumo del cannabis son diversas, es difícil establecer que las propiedades psicoactivas fueran las causantes de la propagación de la planta. Pese a ello, existen evidencias para creer que, por lo menos, fue uno de los factores. Algunos investigadores sugieren que las semillas de marihuana quemadas encontradas en las zonas arqueológicas indican que los Yamnaya fumaban en ocasiones especiales, como fiestas y rituales.

Tanto la recopilación de todo este material como las nuevas investigaciones permiten reconstruir poco a poco la historia del consumo de marihuana. Aunque todavía quedan muchas incógnitas por descubrir, ya ha quedado demostrado que la cultura cannábica es rica en tradición y testigo del nacimiento de nuestra civilización.