- Cada vez es más habitual oír hablar de los terpenos de marihuana y de su interacción directa con otros cannabinoides presentes en las plantas de cannabis.
- Los terpenos son compuestos volátiles directamente relacionados con el aroma y con el sabor de las flores, que, además, poseen cierta influencia sobre su efecto. Los cannabinoides y los terpenos configuran las propiedades organolépticas de cada variedad, cada una con sus características propias, y algunas muy eficaces a nivel terapéutico.
- En este artículo te explicamos cómo optimizar la producción de terpenos de las plantas de marihuana durante su cultivo para que puedas disfrutar de su potencial y de sus beneficios.
Elige genéticas con un buen potencial terpénico
Cada variedad de marihuana es un mundo, y encierra características organolépticas muy diferentes. Algunas poseen un perfume y un sabor, ricos y complejos, fáciles de optimizar, y otras presentan aromas y sabores únicos.
La elección de la genética requiere una especial atención, ya que su influencia de cara a los resultados finales es muy importante, tanto si el producto se va a consumir en bruto como si se van a realizar extracciones.
En este sentido, te aconsejamos variedades de nuestro catálogo como Moby Dick, Critical+, Critical Cheese, Kush'N'Cheese, Blue Kush, Orange Juice, Strawberry Amnesia, Sweet Deep Grapefruit y Purple Afghan Kush. Todas estas variedades presentan un perfil terpénico rico, complejo, propio y con una intensidad muy agradable. Cada una de ellas es una opción "Premium" que puede ofrecer una cosecha rica en terpenos.
Cultiva tu marihuana "en tierra"
Los cultivadores de marihuana con cierta experiencia tienen claro que las plantas de marihuana cultivadas con tierra producen flores con un aroma y un sabor mucho más rico y complejo que si se cultivan sobre otro tipo de soporte.
Una buena tierra o una mezcla de tierras, rica en elementos orgánicos y minerales, es un sustrato que aporta una riqueza organoléptica incomparable a las plantas de marihuana.
Este hecho se puede equiparar con lo que sucede en el cultivo de la vid, en el que dos cepas idénticas cultivadas en parcelas diferentes (otro país, otro clima, otro suelo y otros factores del entorno) dan un resultado muy diferente (apariencia general del fruto, aroma, sabor o grado de alcohol -directamente asociado al efecto del vino en cuestión-). Todo depende directamente de los recursos nutricionales disponibles en el sustrato o soporte de cultivo utilizado.
Fertilización orgánica
No hay ni que decir que, en este caso, la fertilización orgánica es obligatoria si queremos conseguir unos resultados óptimos. Para ello, hay que preparar una mezcla de tierra o un "super soil" casero con todos los nutrientes y minerales necesarios.
La mezcla tiene que ser lo más completa posible, de tal forma que se establezca una base nutritiva rica y complementaria.
Hay que tener en cuenta las compatibilidades de los diferentes elementos incluidos en la mezcla y controlar el correcto uso de cada uno de ellos. Hay que establecer un suelo rico y con un buen equilibrio, lo que garantizará el desarrollo de la complejidad organoléptica de las flores de marihuana.
Exposición y calidad de la luz
La calidad de la luz es también un factor importante que no hay que descuidar si queremos obtener una marihuana de la mejor calidad. Esta es la razón por la cual las plantas de marihuana cultivadas en exterior muestran gran complejidad y riqueza organoléptica. La composición y el complejo espectro lumínico que proporciona la luz natural del sol son los responsables de ello.
En cuanto al cultivo de marihuana en interior, se ha comprobado que las lámparas LED, o las novedosas LEC/CMH, e incluso la mezcla de espectros de luz de una lámpara MH y de una lámpara de sodio (HPS), en la fase de floración, ofrecen una mejora significativa del aroma y del sabor, así como de la intensidad del efecto de las flores.
Cuanto mayor sea la diversidad de los recursos utilizados, el producto final tendrá cualidades más complejas e intensas. Lo que se traduce en que es importante aportar espectros lumínicos completos y adaptados a cada etapa de cultivo.
Método de cultivo/poda
El uso de una o varias técnicas de poda ofrece la posibilidad de optimizar el potencial terpénico de la planta. Cuando se cortan las ramificaciones inferiores que no reciben apenas luz, todos los compuestos de la planta se concentrarán mayoritariamente en las flores situadas en la parte superior de la planta.
Esto sucede también en el SCROG ya que los terpenos, al igual que la resina y los rendimientos, se ven incrementados de forma general, hecho lógico porque la planta realiza una producción más homogénea.
Obtendrás también buenos resultado en SOG, si realizas varias aplicaciones de LST (Low Stress Training), o si quitas hojas de forma progresiva. No obstante, hay que tener en cuenta que todas las genéticas no reaccionan de la misma forma con estas técnicas.
Por ello, es importante saber cómo se comportan las variedades que vamos a cultivar. Puede ser interesante hacer un test previo, antes de aplicar estas técnicas a mayor escala. Lo que sí es seguro, es que, si se controla bien, se puede lograr una concentración terpénica muy importante sobre algunas variedades.
Aclarado de las plantas de marihuana
Hay que interrumpir la fertilización de las plantas de marihuana, como mínimo, entre 15 y 20 días antes de la cosecha. Para eliminar los residuos de fertilizantes presentes en el tejido de la planta hay que regarlas con agua limpia, con un pH ajustado a 6.0. Las hojas de las plantas amarillearán, lo que significa que los tejidos están liberando poco a poco el excedente de fertilizante.
Si no se lleva a cabo este proceso, las cualidades organolépticas de tu hierba no podrán aflorar, y además no sería buena para tu salud. La materia vegetal cargada de fertilizantes produce, durante la combustión, un compuesto llamado nitrosamina que es cancerígeno. Por ello, no se puede dejar de realizar este proceso.
El momento de la cosecha
Saber elegir el momento idóneo para cosechar también es un punto clave, y hay que saber detectar el momento en el que la planta ha alcanzado su punto de maduración ideal. Las flores de marihuana deben estar totalmente formadas, con los nuevos cálices y pistilos completamente formados.
Otro signo de maduración, es que el 30 % de los tricomas de resina de la planta tengan un color sombreado. Se trata de un indicador que nos anuncia que el desarrollo de los terpenos va por buen camino. También queda reflejado por su frescura y por una intensidad relevante del aroma y del sabor de las flores.
A medida que vayas experimentado, llegará un momento en el que podrás detectar con bastante precisión cual es el momento perfecto para cosechar. Algunas genéticas tienen un comportamiento distinto en este sentido, y necesitan ser recolectadas en un momento concreto, de lo contrario sus cualidades podrían verse afectadas y mostrar menor intensidad.
Manicurado manual
Para no dañar las flores hay que manicurarlas de forma manual, con el mayor cuidado posible. Si respetas todas las fases mencionadas, pero descuidas el manicurado, todos tus esfuerzos se podrían ir a pique.
Hay que evitar que las flores estén expuestas a circunstancias que puedan suponer un shock para ellas, y que no sufran caídas durante su manipulación. En tal caso se podrían perder los terpenos, que son volátiles, e incluso los tricomas de resina. El uso de una máquina de manicurado no tiene cabida en este caso.
Un buen curado
El curado es la última etapa y la culminación de todo el proceso. Ya no queda mucho para poder, por fin, degustar el fruto de tu trabajo. Ahora es muy importante llevar a cabo esta etapa a una temperatura de 17 a 20ºC, con una humedad constante, comprendida entre un 45 y un 55 %.
También es fundamental en este momento que no exista ninguna luminosidad en el espacio donde se encuentra la hierba. Todo esto es necesario para que el proceso de curado se lleve a cabo en las condiciones adecuadas y se produzcan los intercambios gaseosos, de forma lenta y progresiva, que aportan toda la riqueza y la complejidad organoléptica a las flores.
Durante esta fase hay que abrir los botes pero el tiempo varia ya que dependerá de las condiciones del lugar donde se encuentre la hierba, y de la evolución aromática y gustativa de las flores de marihuana. El periodo de curado debe prolongarse durante unos 3 a 5 meses.
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