[Video] OG Kush en sistema de cultivo SCROG

En este video te mostramos lo que sucede cuando se junta nuestra OG Kush con uno de elementos de cultivo más útiles y eficaces para aumentar la producción (y controlar el crecimiento) del cannabis, el sistema de mallas SCROG, que crea una planta apaisada, pero tan grande y ramificada que parece contener varias plantas en una.

La clave del éxito radica en que la malla de sujeción soporta los tallos de la planta, y esos tallos están más separados, con lo que la luz penetra mejor y así se optimiza la producción en las ramas secundarias, consiguiendo que los cogollos secundarios se hagan más grandes y uniformes, y permitiendo obtener una cosecha más productiva por planta porque todos los cogollos tienen un calibre comercial.

Lograr lo que estás viendo con la OG Kush no es posible sin antes someter a la marihuana a una cuestión de poda, que bien puede ser apical o FIM. Lo importante es cortar la punta (o Top cola) en el momento preciso para dirigir el crecimiento a través del panel de mallas que forman el sistema SCROG. Al hacerlo, iremos viendo como nuestra planta va tomando, poco a poco, una pose más redondeada, como la OG Kush del video, y que su naturaleza vertical empieza a transformarse, creando una pléyade de hermosas colas.

El sistema SCROG aplicado a la marihuana es eficiente y sencillo a primera vista, pero requiere de un cuidado meticuloso. Y tiene un precio asequible, más aún cuando en nuestras manos está la posibilidad de cosechar la mejor versión de una variedad que se adapta perfectamente a este propósito. La genética OG Kush pone su gran vigor vegetativo y su estructura ramificada; mientras que las mallas SCROG aportan los medios para que se expanda y sus cogollos puedan alcanzar su máximo potencial. Y es que, una de las ventajas de este sistema de rejas es que permite que la luz se filtre mejor entre la canopia de las plantas y llegue mucho mejor a las flores.

Nuestra OG Kush es rápida en la floración (está lista en exterior para octubre y tarda 55 días en interior) y puede alcanzar el 24% THC y el 0.23% de CBD. Y se ha convertido en una de las variedades más demandadas de nuestro catálogo, gracias a su sabor a gasolina con cítricos y a un potente efecto que muchos han definido como ''de trance eufórico''. Su linaje genético está vinculado a la famosa cepa ChemDawg (del breeder ChemDog) y es el resultado de una ChemDog cruzada con un híbrido de Lemon tailandesa y una Kush paquistaní (Indica 75%/Sativa 25%). Ahora cosechar esta magnífica genética y sacar el máximo rendimiento de ella está al alcance de cualquier mano. Puedes comprar sus semillas aquí.