Los narcotraficantes mexicanos ganan un 70 % menos tras la legalización del cannabis en EE.UU.

Hasta hace poco tiempo, México era uno de los principales proveedores de ese cannabis que cruzaba la frontera para llegar a los usuarios estadounidenses. Sin embargo, con la progresiva legalización en lugares del país norteamericano como Colorado, Washington, Oregón o Alaska, las cosas han cambiado bastante. Quienes antes se dedicaban a vender la planta en el mercado negro están perdiendo la partida.

Solo han pasado 3 años desde que Colorado diera luz verde a la legalización y, según los últimos datos, los narcotraficantes mexicanos, que anteriormente aportaban dos tercios de marihuana a su país vecino aprovechándose del trabajo de productores modestos, han visto una brusca reducción en sus ingresos, de hasta el 70 %.

Mientras que antes recibían alrededor de 100 dólares (unos 92 euros) por cada kilogramo de hierba que ponían en el mercado, ahora solo les llegan unos 30 dólares (27 euros) por la misma cantidad. Esto supone un triunfo para los estadounidenses que actualmente acceden a trabajos cannábicos (los que la legalización ha generado) y significa, también, que un gran porcentaje de usuarios tiene al alcance de su mano un producto de buena calidad. Ya no es, como antes, de dudosa procedencia y creación.

Este ejemplo demuestra una vez más que la regulación y la apertura política son más necesarias que nunca. Todos esos ingresos que las bandas criminales pierden acaban, en parte, en las arcas del estado. Los países se hacen más ricos a nivel económico y proporcionan una mejor calidad de vida a sus ciudadanos, que tienen la potestad de decidir si quieren o no consumir.