Cinco mitos que debemos desterrar sobre el cannabis y los controles de drogas

En algunas ocasiones las empresas someten a sus empleados a controles para determinar si han consumido ciertas sustancias. La prueba se convierte en la peor pesadilla de muchos usuarios de marihuana, que saben que su inofensivo consumo podría hacerles perder el empleo. Aunque este tipo de exámenes no son habituales siempre es conveniente tomar precauciones y saber a qué nos enfrentamos. Estos son algunos de los mitos que debes conocer en relación a esta cuestión.

Una de las cosas que suele decirse es que beber mucha agua antes de una prueba hace que el THC sea más difícil de detectar. Es cierto que el líquido diluye la orina y posiblemente hará que el compuesto psicoactivo de la marihuana sea menos detectable, pero también puede hacer que el examinador se ponga alerta. Al fin y al cabo en este tipo de pruebas también se miden los niveles de creatinina (una sustancia de desecho) que acabará diluyéndose igual que el componente cannábico. Si eso ocurre el sujeto será examinado de forma más exhaustiva.

También se comenta que hacer fuerte ejercicio físico antes de una prueba facilitará el resultado negativo. Realmente esto solo funcionará en caso de que la persona no sea consumidora habitual o, si lo es, en caso de que pase varias semanas e incluso un mes sin consumir marihuana y practicando deporte. Para quienes sean usuarios habituales y se encuentren con un examen sorpresa esta idea no se quedará más que en eso, un intento esperanzador de no dar positivo. 

Otro de los mitos habituales es el de que todos los análisis de este tipo se hacen examinando la orina. Es verdad que suele ser el método más barato y el más fácil de hacer en grandes cantidades, pero no todos los tests son iguales. También son habituales los análisis capilares, mucho más difíciles de superar, aunque algunos investigadores ya han alertado de su ineficacia, puesto que el cannabis queda en el pelo durante varios meses, así que no es necesario haberlo consumido en los últimos días. Las pruebas de saliva también son habituales (y más beneficiosas para el usuario que las otras).

Por otro lado, es común escuchar que ciertos remedios caseros ayudan a salir airosos del examen. Solo hace falta una búsqueda en Google para ver a cientos de personas detallar sus experiencias con zumo de arándanos o ciertas vitaminas. Sin embargo esos remedios no son eficaces; quienes hayan pasado el examen después de ponerlos en práctica tal vez solo tuvieron suerte. Desde luego no hay apoyos científicos que los demuestren.

También suele pensarse que estar en la misma habitación que una persona que fuma cannabis hará que el THC entre en el organismo del fumador pasivo. Sin embargo no hay forma de que alguien inhale el suficiente humo como para dar positivo en las pruebas.