- Es el peor momento del día, de la semana y del mes: ese instante en el que nos damos cuenta que se nos ha acabado la marihuana y no tenemos nada que llevarnos a la boca.
- Para tratar de retrasar este momento lo máximo posible existen distintas estratagemas que podemos utilizar.
- Podar en húmedo, pasarnos a las extracciones, comprar al por mayor si tenemos la oportunidad…
- Técnicas para conseguir que el cannabis nos dure más y, de paso, ahorrarnos algo de dinero.
Sabemos que es harto difícil resistir la tentación. Si bien aplicar ciertas dosis de disciplina no es siempre la mejor idea, pues aunque logremos contener las ganas nuestras reservas de marihuana acaban por vaciarse a una velocidad endiablada, tenemos que tomar medidas para evitar que esto ocurra con frecuencia y nos quedemos sin tener suficiente material a mano. Existen distintas fórmulas, algunas te convencerán más que otras, pero todas tienen el mismo cometido: conseguir que nuestro cannabis dure más tiempo sin necesidad de invertir más dinero por ello.
La importancia de la conservación
Lo primero cuando nuestro objetivo es mantener la marihuana no durante una semana sino durante uno o más meses es tener claro cómo conservarla de forma óptima para que no pierda sus cualidades aromáticas ni gustativas. Lo ideal para esto es hacernos con unos botes con un cierre hermético que nos permitan conservar el cannabis en las mejores condiciones. El tamaño de estos recipientes debe ser acorde a la cantidad que vayamos a almacenar ahí: no es conveniente que metamos más cogollos de la cuenta ni que estén demasiado apretujados, ya que podrían perder parte de la resina que los envuelve. Deben de estar apretados, para que el aire no acabe por estropearlos, pero sin forzarlos.
Traza un plan de ahorro
Una vez que tengas organizadas tus reservas tendrás que ejecutar un plan de ahorro. Sí, como lo oyes. Es aconsejable si no quieres que los cogollos duren un abrir y cerrar de ojos. No te quedará otra opción que establecer ciertos plazos de consumo. Para ello, y según tu presupuesto, ten en cuenta que, de acuerdo con un extenso análisis, un porro contiene de media 0,32 gramos de marihuana, así que de cada gramo de marihuana salen de media entre dos y tres porros. Aunque cada fumador es un mundo, la mayoría asegura fumar entre dos y diez porros diarios, lo que supondría un gasto (teniendo en cuenta un precio medio de 5 euros el gramo de marihuana) de entre 4,5 y 13,5 euros al día, es decir, entre 135 y 405 mensuales.
Y claro, si trazamos una hoja de ruta para adaptarnos a un presupuesto lo aconsejable sería cumplirla, siempre en la medida de lo posible. ¿Eres de los que se fuman un porro nada más despertarte para comenzar la jornada? Prueba a buscar otro mejor momento, como al final del día, cuando ya has atendido todas tus responsabilidades. ¿Has pensado en incluir la vaporización en tu rutina? Esa más laboriosa, pero también te ayudará a utilizar menos cantidad de hierba. Aunque si algún día, por el motivo que sea, nos apetece darnos un homenaje tampoco sería recomendable reprimirse: de cuando en cuando está permitido dejarse llevar, pero llevando siempre un control del consumo final.
La forma de consumo es clave
Una de las técnicas de ahorro más sencillas es elegir correctamente la forma de consumo que mejor se adapte a nuestras circunstancias. Es decir, si eres de los que prefieren ponerse a fumar cuando el día ya está tocando a su fin o nada más comenzar la jornada, pero dedicando a ese momento de relax el tiempo que sea necesario, entonces puedes seguir optando la combustión, una buena medida para controlar la cantidad.
Si por el contrario eres de los que prefieren saborear la marihuana a lo largo del día, en algún descanso del trabajo o a modo de postre después de las comidas, entonces es conveniente que te decantes por otros métodos de consumo, con el fin de optimizar la cantidad de cannabis y no desperdiciar absolutamente nada. En lugar de dejar tus porros a medio fumar, porque las prisas del día a día así lo requieran, puedes optar por una pipa o incluso un bong; y añadir algún gramo menos. Así, la poca que pongas sabrás que te la vas a fumar y no malgastarás nada de marihuana.
Cortado en húmedo para exprimir los cogollos
Los más expertos cannabicultores conocen de cerca algunas técnicas muy útiles cuando de sacar más provecho a nuestras plantas de marihuana se trata, con el fin de tener mayor producción final. En lugar de optar por cortar los cogollos en seco, después de haber dejado las ramas secándose durante algunos días y a riesgo de perder ciertas cualidades aromáticas y de sabor, son muchos los que prefieren manicurar en húmedo para así conseguir que se pierdan menos tricomas y obtener por lo tanto más cantidad de cannabis.
Este tipo de poda es más sencilla y nos permite agilizar el proceso, de ahí que los cultivadores a gran escala suelan decantarse por ella. Eso sí, al podar en húmedo debemos tener mucho más cuidado al quitar las hojas, para evitar dañar los cogollos. Los podadores o 'trimmers' actúan de tal forma que retiran las hojas del pequeño tallo que las une al resto de la planta, mientras que con las tijeras y una técnica muy depurada apartan el cogollo. Al mismo tiempo, se dejan las hojas interiores, que suelen estar bien recubiertas de tricomas, para así hacer extracciones.
Extracciones para sacar partido de los restos
Precisamente, y con el propósito de obtener más de nuestras plantas de marihuana, también podemos apostar por las extracciones, que se están popularizando mucho en los últimos tiempos sobre todo por su extrema potencia psicoactiva. Cada día más sencillas de realizar y cada vez con menor riesgo (incluso en algunas ya no es necesario utilizar productos disolventes), son una alternativa muy eficiente. Por ejemplo, si el tarro donde guardamos los cogollos ha tocado a su fin, quizá aún nos quede algo del hachís que preparamos con la resina obtenida de los restos de la última cosecha, y con eso nos podemos perfectamente arreglar durante varios días.
Para disfrutar de estas extracciones también podemos optar por distintas técnicas e instrumentos, de tal forma que nos decantemos por uno o por otro en función de la cantidad que hayamos determinado consumir. Para que te hagas una idea, las extracciones con gas, o el llamado BHO, puede hacerse con los restos sobrantes de la manicura, pues tallos y hojas secundarias contienen tricomas de los que pueden arrastrarse los cannabinoides. Si se utilizan los restos, normalmente se obtiene un 10% de producto, es decir, de BHO, de toda la materia empleada. Por ejemplo, si utilizamos 40 gramos de restos de marihuana, obtendremos 4 gramos de BHO.
Di no a los gorrones
Por último, deberás tomar una decisión drástica si tienes el firme propósito de conseguir que el cannabis te dure más y, al mismo tiempo, ahorrar algo de dinero: dejar de invitar a ese amigo que nunca contribuye a la causa.
A todos se nos viene a la mente el típico miembro del grupo tacaño que siempre tiene una excusa o bien para no compartir nada de su cosecha o bien para nunca comprar ni un gramo de hierba. Para que este amigo o amiga no acabe por dar al traste con nuestra planificación, sintiéndolo mucho tendremos que ponernos firmes en este aspecto. Una decisión difícil, sí, pero es por el bien de tu cannabis y de tu bolsillo.
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