Cómo la marihuana protege de los efectos negativos del alcohol sobre el hígado

El cannabis y el alcohol son dos sustancias que muchas veces suelen ir unidas en el consumo. Aun así, entre ellas existen grandes diferencias. La más evidente es que el alcohol está legalizado y perfectamente incorporado en las sociedades occidentales, mientras que al cannabis aún le queda un largo recorrido para gozar de tal aceptación. Sin embargo, esta realidad no se corresponde con los efectos que ambas provocan en nuestro cuerpo.

Uno de ellos es su nivel de adicción. Mientras que la planta de cannabis no cuenta con sustancias adictivas para sus consumidores, el alcohol, al contrario, puede provocar dependencia física, al igual que el tabaco, la cocaína y las anfetaminas. Además, mientras que una sobredosis de alcohol puede llevar a la muerte, no ocurre lo mismo con el cannabis, con el que no pondrás en riesgo tu vida. Por último, las investigaciones demuestran su peligrosidad: según un estudio de científicos alemanes y canadienses, la marihuana es 114 veces menos perjudicial que el alcohol.

Pero si vamos un paso más allá y relacionamos ambos, el cannabis puede disminuir los efectos negativos que provoca el alcohol. Así lo ha determinado un reciente estudio liderado por el Instituto Nacional para la Investigación Científica de la Universidad de Quebec, que mostró cómo el cannabis era un tratamiento eficaz para reducir la prevalencia de enfermedades relacionadas con el hígado en los consumidores de bebidas espirituosas.

El estudio examinó a más de 300.000 pacientes con antecedentes de abuso de alcohol durante largos periodos de tiempo. Un 10 % de ellos también consumían cannabis y mostraba menos signos de enfermedades hepáticas. "Nuestro estudio revela que entre los consumidores de alcohol, las personas que usaban cannabis tenían una probabilidad menor de desarrollar esteatosis alcohólica, cirrosis o carcinoma hepatocelular (uno de los cánceres más comunes)", aseguraban los autores en su conclusión.

Incluso esta incidencia era mayor en aquellos que lo consumían regularmente frente a los que lo hacían de manera ocasional, demostrando así que la planta mejoraba los efectos negativos del alcohol. "Nuestros hallazgos sugieren que el consumo de cannabis se asocia con una menor incidencia de enfermedad hepática en alcohólicos", concluyen.

 

Ellos solo examinaron los resultados obtenidos y no se centraron en las razones. Aun así, se aventuraron a señalar las propiedades antinflamatorias del cannabis como una de las causas en la reducción de los daños en el hígado. Con el consumo de alcohol este órgano se satura y se hincha, lo que provoca su deterioro y el desarrollo de enfermedades en él. En contraposición, el cannabis actúa como un antinflamatorio que alivia su daño.

Ahora bien, no podemos decir que fumar marihuana sea un antídoto contra las borracheras ni nos salve al cien por cien de sus efectos, pero sí es capaz de mermar las lesiones hepáticas que produce el alcohol. Y no solo eso: su consumo también ayuda a deshacerse de la adicción a la bebida, como veremos a continuación.

El cannabis contra el alcoholismo

Son varios los estudios que demuestran que la marihuana ha ayudado a muchos a dejar atrás un pasado alcohólico o dependiente de otras sustancias. En 2012 más de 400 pacientes de cannabis medicinal de cuatro dispensarios diferentes de Columbia Británica, en Canadá, participaron en una encuesta sobre su consumo de la planta. Más del 41 % de ellos dijo que habían sustituido el alcohol por el cannabis y el 36,1 % que habían dejado de usar drogas en favor de la marihuana. El resto también lo encontraron como una alternativa a medicamentos que les producían efectos secundarios.

Pero no solo eso: el cannabis también es eficaz contra el alcoholismo. Un estudio de 2013 probó que el cannabidiol (CBD) puede prevenir la degeneración de las neuronas provocada por la bebida. Cuando tomamos alcohol se ve afectada la conexión entre nuestras neuronas, lo que provoca que cada vez se desarrolle más el deterioro mental. Ante ello, los cannabinoides promueven la neurogénesis, es decir, la producción de neuronas en el sistema nervioso central.

Además el consumo excesivo de alcohol también lleva a alteraciones conductuales y cognitivas que acaban por ser crónicas. Sin embargo, el cannabis puede ayudar a frenar estos comportamientos. El CBD, como agente neuroprotector y regenerador neuronal, no solo ayuda a reconstruir el daño producido en el cerebro por el alcohol, sino también a acabar con el deseo del alcohólico y sacarle de su dependencia.

Como han certificado varios estudios, los cannabinoides poseen efectos antidepresivos. Además, para las personas más dependientes, el cannabis permite combatir los síntomas de abstinencia, como náuseas, temblores o insomnio. Para ellos, la marihuana se presenta como un relajante que les proporciona la evasión que necesitan, pero sin los fatales efectos secundarios del alcohol y otras sustancias.

Por qué el cannabis es una buena alternativa para los adictos

Dada la evidencia científica, cada vez son más los expertos que apuesta por la marihuana como tratamiento para tratar las adicciones. Estos se basan en las bondades de la planta y de su consumo responsable. Por ejemplo, los pacientes tratados con marihuana medicinal pueden desempeñar sus actividades diarias mucho mejor que bajo los efectos de los opiáceos recetados comúnmente para aliviar los síntomas.

Además, los efectos secundarios de la marihuana también son mucho menores y menos desagradables que los producidos por ese tipo de fármacos. Al mismo tiempo, los expertos también creen que con el cannabis medicinal los logros son mucho más efectivos y duraderos que con los medicamentos alternativos a la adicción.

Ahora bien, aunque los estudios demuestran que el consumo responsable de cannabis puede aliviar las dolencias emocionales sin los peligros de la adicción y la abstinencia, aún es necesario seguir investigando su utilidad como alternativa al tratamiento de la adicción del alcohol, el tabaco y otras sustancias. Hacerlo será la mejor forma de demostrar que no hay planta con tantas propiedades medicinales y terapéuticas y, lo peor, tan poco aprovechada por la sociedad.