- Matan las células cancerígenas, bloquean la metástasis e impiden que el tumor aumente (es más, lo reducen).
- De momento, los cannabinoides se han probado como medicamento contra el cáncer de forma efectiva sobre animales y en algunos humanos; y los resultados vaticinan su más que probable éxito futuro.
- Hablamos con el portavoz de un grupo de científicos españoles que se encuentran a la vanguardia de estas investigaciones.
Un equipo de la Universidad Complutense de Madrid lleva diez años investigando las posibles aplicaciones de los cannabinoides para lidiar con diferentes enfermedades. Varios de sus integrantes, como el profesor Guillermo Velasco, con quien ha hablado el banco de semillas Dinafem, centran sus esfuerzos en analizar la utilidad de esos compuestos orgánicos a la hora de tratar ciertos tumores. Su investigación, que tuvo sus primeros resultados en 2009, da esperanzas a quienes más necesitan una terapia temprana, y sirve también de ejemplo entre los centros de investigación de España.
Velasco nos habla de su estudio y tiene claro que, a falta de los ensayos clínicos correspondientes, existen muchas posibilidades de que los cannabinoides puedan utilizarse en humanos para ayudar a que ciertos cánceres remitan. De momento, las pruebas se han llevado a cabo en animales – así como pruebas piloto en algunas personas – y los resultados son realmente positivos.
Velasco comenzó a investigar en el ámbito de los tumores casi por casualidad, cuando realizaba estudios con células tumorosas del cerebro y se dio cuenta de que morían al contacto con estos compuestos. Así que decidió seguir indagando. Hoy puede asegurar, gracias a su trabajo, que los cannabinoides tienen un efecto "antitumoral" y que actúan de tres maneras.
Por un lado, inducen a la muerte a las células tumorales porque operan sobre ellas activando su metabolismo de forma agresiva. Por otro, impiden que se generen vasos sanguíneos que hacen posible el envío de nutrientes entre las células cancerosas y, por tanto, evitan que el tumor se haga más grande. Y en tercer lugar, disminuyen la capacidad de las células tumorales de desplazarse e invadir otros tejidos, así que bloquean el proceso de metástasis.
Son varios los cannabinoides analizados por Velasco durante estos años, fundamentalmente el THC y el CBD, que actúan de esta manera. Aunque es el primero el que lo hace de forma más eficaz, este grupo ha descubierto que la combinación de ambos es la que realmente tiene potencial como mecanismo para combatir, sobre todo, cánceres de mama, páncreas, próstata y pulmón. Y también los cánceres de cerebro.
Por ejemplo, el glioblastoma, que es un tumor cerebral muy agresivo. Junto a sus compañeros del Dpto. de Bioquímica y Biología Molecular I, entre los que se incluyen la bióloga Cristina Sánchez, llevan más de una década descifrando un secreto molecular que podría salvar millones de vidas: el THC, la principal sustancia psicoactiva de la marihuana, induce la muerte de células de glioma humano a través de la estimulación de la autofagia, es decir ordena un "suicidio programado" a las células cancerosas, algo que ya ha sido confirmado en ratones.
Dar un paso firme hacia el ámbito humano
Con estas pruebas, el siguiente paso es hacer los ensayos clínicos necesarios para demostrar que los cannabinoides pueden ser realmente efectivos con personas enfermas de cáncer. Velasco explica que lo que ocurre con algunos fármacos que tienen potencial para combatir esta dañina enfermedad es que, en ocasiones, no tienen los mismos resultados en animales que en humanos. "O no funcionan bien con estos últimos o no mejoran los tratamientos que ya existen".
De momento, la investigación más avanzada es la que tiene que ver con los tumores cerebrales. Incluso una farmacéutica británica, después de experimentar satisfactoriamente con personas, tiene su propio medicamento elaborado con algunos compuestos de marihuana. Según el investigador, el cáncer de mama puede ser la siguiente categoría de tumor en ser tratada de forma satisfactoria.
Hace poco tiempo, un ensayo en Reino Unido trató a pacientes de cáncer (casi terminales) con THC. Los resultados fueron "moderadamente esperanzadores", asegura Velasco, puesto que de los nueve enfermos tratados cinco tuvieron una respuesta positiva en cuanto a la reducción de su tumor y otros dos vivieron más de lo que los facultativos habían previsto. El investigador sabe que es una muestra muy pequeña y que debe investigarse con aquellos que tengan la enfermedad en sus primeras fases, para que haya más posibilidades de cura. "Todo está en marcha", afirma.
La idea que su equipo está desarrollando y que el profesional cree que "va a ser el futuro del tratamiento del cáncer" es la de utilizar THC o CBD en combinación con fármacos antitumorales que ya se emplean hoy en día. Según afirma, esto podría tener éxito porque las terapias actuales utilizan "cócteles de distintos compuestos que tienen mayor efecto juntos que de forma individual".
Grandes expectativas
Según este equipo, las expectativas de que estas sustancias funcionen en humanos contra las células malignas son esperanzadoras. Es cierto que pueden tener efectos secundarios, pero no son especialmente nocivos (básicamente son los mismos que provocaría fumar hierba). Es más, esos efectos no tienen nada que ver con los que producen técnicas actuales como la quimioterapia.
Los cannabinoides apenas tienen efectos sobre las células sanas, por lo que "las consecuencias negativas son muy bajas". "Es posible que dentro de poco estas sustancias se utilicen como un fármaco más de los que sirven para curar el cáncer, y que contribuyan a mejorar la esperanza y la calidad de vida de un paciente", asegura Velasco.
La necesidad de que estos estudios reciban apoyos y lleguen a buen puerto es máxima, sobre todo porque algunos pacientes en España piensan en automedicarse con marihuana a pesar de la situación de ilegalidad. Velasco explica que, cuando algunos de ellos tienen diagnósticos negativos y poco esperanzadores, quieren recurrir a la marihuana para hacer todo lo que esté en sus manos y salvar sus vidas.
Pero el científico asegura que tomar estas sustancias sin apoyo de un profesional no es positivo, sobre todo porque hay que saber cómo deben ingerirse y qué cantidad de principio activo de la planta es necesaria para empezar a luchar contra la enfermedad. "Si alguien lo hace de forma casera, no puede tener control estricto sobre lo que está haciendo y sobre las cantidades que ingiere".
No es la primera vez que un equipo estudia este tema. De hecho, existen investigaciones anteriores sobre personas que habían tratado con marihuana sus tumores y habían notado mejoría ¡en el siglo XIX! Estudios que, sin embargo, se abandonaron en Europa cuando comenzaron las prohibiciones y que ahora muchos retoman desde un punto de vista estrictamente sanitario.
Aunque nadie pueda afirmar con rotundidad que estas sustancias vayan a servir en humanos, para todos los cánceres y para todos los pacientes, el profesor Velasco cree que cuestiones como esa desesperación de algunos pacientes llevan a pensar que "habría que facilitar" de alguna manera un acceso controlado a la sustancia.
Un acceso que permita a los pacientes consumir ese principio activo que "puede ser eficaz para curarse". Su investigación y sus conclusiones son claras: cada día estamos más cerca de poder certificar clínicamente la efectividad contra el cáncer de los cannabinoides.
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Referencias:
- Cannabinoid action induces autophagy-mediated cell death through stimulation of ER stress in human glioma cells
- Hacia la utilización de cannabinoides en terapias antitumorales
Con información adicional de Ncbi.nlm.nih.gov, medicalnewstoday.com, Bbm1.ucm.es y fuentes propias. Fotos de 20Minutos.
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