¿La marihuana crea adicción?

Durante décadas, el posible potencial adictivo del cannabis se ha utilizado como argumento tanto por parte de los que defienden el prohibicionismo (quienes en muchas ocasiones han exacerbado el poder adictivo de esta sustancia), como por aquellos que defienden la legalización de la planta, que en muchas ocasiones han negado que el cannabis pueda producir algún tipo de dependencia o adicción. Ha llegado el momento de abordar esta cuestión desde un punto de vista más objetivo. El cannabis no es una sustancia inocua, por tanto, es necesario que el usuario tenga información veraz y contrastada sobre las consecuencias de su consumo.

Pero antes de entrar en materia, es importante definir algunos conceptos…

Mucha gente piensa que la adicción a las drogas, la tolerancia y la dependencia son lo mismo, pero en realidad, cada término define diferentes conceptos sobre cómo una droga puede afectar a nuestro organismo.

Tolerancia

El nivel de tolerancia a una sustancia es lo que hace que sintamos un mayor o menor efecto al consumirla. Un incremento de la tolerancia implica que la sustancia en cuestión ya no produce la misma reacción, las mismas sensaciones que cuando el usuario se inició en su consumo. Por tanto, para obtener el mismo efecto, es necesario aumentar la dosis.

Dependencia

La dependencia a una sustancia implica que quien la sufre padece una serie de reacciones físicas y mentales que se definen como síndrome de abstinencia, estas pueden ser leves o incluso mortales según sea la sustancia de la que se ha creado dependencia. En realidad, existen muchos casos de pacientes que han creado dependencia a ciertos medicamentos, y han tenido que dejar de tomarlos progresivamente para reducir la intensidad de los síntomas del "mono". Sin embargo, las personas que son dependientes a una sustancia no necesariamente son adictos a ella.

Adicción

A diferencia de la tolerancia o la dependencia, la adicción es una enfermedad del cerebro crónica. Se caracteriza por la necesidad de consumir una sustancia de manera compulsiva a pesar de que esto comporte consecuencias negativas. Se considera un trastorno mental que puede conducir a comportamientos que ponen en peligro la salud o la integridad de la persona y que, igual que la dependencia y la tolerancia, se produce con el uso repetitivo de sustancias.

¿La marihuana crea tolerancia?

Sí. Por norma general, cuando el usuario tiene un consumo habitual que se prolonga en el tiempo, eventualmente termina por aumentar la dosis para poder conseguir el mismo efecto. Incluso, en algunos casos en los que el consumo de cannabis es abusivo, el usuario genera un nivel de tolerancia tan alto que ya no es capaz de sentir la psicoactividad del cannabis.

¿La marihuana crea dependencia?

Varios estudios apuntan a que un consumo abusivo y habitual que se prolonga en el tiempo puede generar dependencia a la sustancia. Aunque el nivel de dependencia es mucho más leve que el de otras drogas psicoactivas, según el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM IV-R, entre un 5% y un 10% de los consumidores de cannabis cumplen con los criterios de dependencia.

Se ha demostrado que en algunos casos en los que el consumo es abusivo y prolongado, el usuario puede sufrir síndrome de abstinencia al interrumpir el consumo de marihuana. Los síntomas que puede padecer un consumidor con dependencia del cannabis si deja de consumir la sustancia son:

• Ansiedad
• Dificultad para dormir y trastornos del sueño
• Pérdida de apetito
• Irritabilidad

Factores de riesgo para el desarrollo de la dependencia al cannabis:

• Inicio del consumo en una edad temprana. Varios estudios señalan que las personas que comienzan a consumir cannabis de forma regular durante la adolescencia, tienen más posibilidades de desarrollar dependencia a esta sustancia y un patrón de consumo adictivo.
• Una elevada frecuencia de uso de la sustancia.

¿Cuáles son los síntomas de la dependencia a la marihuana?

• El usuario genera tolerancia a la sustancia: necesidad de aumentar la dosis progresivamente para conseguir el efecto deseado.
• Padecimiento del síndrome de abstinencia cuando cesa el consumo.
• Necesidad de recurrir a la sustancia para poder sentirse bien. 

 ¿La marihuana crea adicción?

Como hemos explicado más arriba, la adicción se considera una enfermedad mental que provoca un consumo compulsivo de una o varias sustancias o lleva al paciente a realizar una actividad de forma compulsiva, como es el caso de la ludopatía. El consumo abusivo y prolongado de cannabis puede llevar a la adicción a esta sustancia. Estos son algunos de los síntomas que pueden indicar un patrón de consumo adictivo:

• Incremento del consumo más allá de lo que se pretendía inicialmente.
• Sentimiento de frustración, de pérdida de libertad personal, pues el consumidor desea o hace intentos para dejar de consumir cannabis, sin éxito.
• Obsesión: el cannabis ocupa una parcela importante en las prioridades del individuo y en su día a día, a menudo la persona con un patrón de adicción al cannabis emplea mucho tiempo en cuestiones relacionadas con el cannabis, ya sea para obtenerlo o para consumirlo.
• La vida social del consumidor se ve afectada, reduce su actividad laboral, social o recreativa.
• Pérdida de control: incapacidad para limitar o controlar el consumo. El individuo no se siente capaz de detener el consumo de cannabis a pesar de ser consciente de que le está afectando negativamente a él y/o a su entorno.
• Negación: el usuario niega que su consumo sea adictivo o excesivo, y adopta una actitud defensiva si alguien le indica que puede tener un problema.

¿Qué factores pueden desencadenar la adicción a la marihuana?

No hay un patrón establecido sobre cuáles son los factores que pueden inducir a la adicción, en realidad hay diferentes variables que pueden intervenir en mayor o menor medida. Actualmente la adicción se considera una enfermedad mental que puede estar provocada por varios factores:

• Predisposición genética
• Contexto cultural y social
• Contexto económico y político
• Factores personales: ambiente familiar, entorno social, estrés, traumas.
• Método y vía de consumo
• Frecuencia de uso
• Estilo de vida asociado

¿Cómo funciona la biología de la adicción?

El sistema de recompensa en el cerebro es una red neuronal que al activarse produce una sensación de placer. Su objetivo es conseguir que el individuo realice ciertas actividades que son básicas para su supervivencia tales como alimentarse, tener sexo para reproducirse, etc.

El sistema de recompensa funciona a través de un neurotransmisor llamado dopamina que juega un rol muy importante en la motivación, la planificación a largo plazo, la toma de decisiones, etc.

¿Cómo funciona este sistema de estímulo cerebral?

Pongamos un ejemplo, si nuestro organismo necesita alimentarse, seguramente al ver comida nuestro cerebro liberará dopamina para generar el impulso necesario para que intentemos acceder a ese alimento, al hacerlo, sentiremos una sensación de placer. Existen grados mayores y menores de estimulación dopaminérgica, que producen a su vez mayores o menores sensaciones de placer.

Dicho de otro modo, cuando las neuronas sintetizan y liberan dopamina, este compuesto va a parar a muchas partes del cerebro, entre ellas, el denominado núcleo accumbens, también llamado "centro del placer del cerebro", cuando la dopamina activa esta zona, lo que sentimos es una sensación de placer.

Las drogas, en general, lo que hacen es estimular este centro de placer de manera exagerada, es decir, la cantidad de dopamina que llega al núcleo accumbens es muy superior a la que llegaría si la estimulamos a través de otros inputs como por ejemplo el deporte, el sexo, etc.

De este modo, este núcleo permanece estimulado de una forma exagerada durante más tiempo. El cerebro, para protegerse de estos estímulos "exagerados", reduce el número de receptores en la membrana postsináptica, con el fin de que una menor cantidad de dopamina llegue al núcleo accumbens y lo sobreestimule. Es así como se crea la llamada tolerancia, es por ello que el individuo, necesita cada vez mayores dosis de esa sustancia para que la estimulación a esa área del placer sea la misma.

A su vez, todos aquellos estímulos diarios que deberían generar motivación a través del sistema de recompensa (practicar sexo, alimentarnos, hacer deporte, establecer lazos sociales), dejan de producir el mismo placer, pues el estímulo dopaminérgico es muy inferior al que produce la sustancia y a su vez el número de receptores se ha reducido, es por ello que las personas que sufren una adicción a menudo muestran una actitud apática y/o depresiva.

Hay estudios que afirman que el uso abusivo y prolongado en el tiempo de cannabis afecta al sistema de recompensa cerebral y que, por tanto, puede generar una conducta adictiva. Algunos estudios parecen indicar que estas neuroadaptaciones en el sistema de recompensa del cerebro producidas por los cannabinoides son las mismas que las producidas por otras drogas de abuso y, por tanto, aunque la marihuana no es una sustancia altamente adictiva como pueden serlo otras como la heroína, sí que existe cierto riesgo de desarrollar adicción a la sustancia si se hace un uso abusivo y crónico. Algunos consumidores de cannabis que lo hacen de forma habitual, desarrollan actitudes de consumo compulsivo que conlleva consecuencias negativas en su estilo de vida.

¿Cómo combatir la adicción a la marihuana?

Si bien es cierto que el cannabis no genera el mismo nivel de dependencia y adicción que otro tipo de sustancias, incluso las legales como puede ser el alcohol, no es verdad que su consumo excesivo y prolongado no acarree consecuencias. Hoy en día hay terapias y centros especializados que pueden tratar la dependencia a la marihuana. El primer paso y el más importante es que la persona que sufre la adicción sea capaz de reconocer el problema y pueda obtener información sobre su situación y cómo solucionarla.

El siguiente paso es buscar ayuda, asistencia médica especializada para conseguir reducir o detener totalmente el consumo. Recuperar ciertas pautas saludables en el estilo de vida como por ejemplo realizar algún deporte, y el apoyo de amigos y familiares, es también muy importante en los procesos de rehabilitación.