20 años de la Marcha Mundial de la Marihuana

Durante el mes de mayo, cuando la primavera alcanza su cenit, se celebra en distintas ciudades del mundo una jornada que es reivindicativa y festiva al mismo tiempo. Como en otras ocasiones desde su primera edición hace dos décadas, la Marcha Mundial de la Marihuana aúna en España las voces de todas las personas que demandan que el Gobierno del Estado impulse una ponencia parlamentaria a nivel nacional para una regulación integral del cannabis.

Cuatro son las plataformas que se han unido para convocar de manera conjunta la Marcha Mundial de la Marihuana en Madrid (MMMM2016): la Asociación Madrileña de Estudios sobre el Cannabis (AMEC), la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC), Regulación Responsable (una entidad estatal integrada por distintos colectivos y empresas vinculados con la marihuana) y la Federación Madrileña de Asociaciones Cannábicas (MADFAC).

Desde la página web del evento los organizadores indican que la marcha ha sido concebida y planificada de tal manera que los asistentes puedan disfrutar de un ambiente festivo mientras alzan la voz para que sus demandas sean escuchadas. Por ello, el recorrido contará con varias carrozas de música en directo, de la mano de artistas como Jimboman y Lion Sitté y DJ como Chronic Sound o Silly Tang.

También se van a fletar autobuses que saldrán de distintas ciudades, para que así personas provenientes de todo el país puedan estar representadas en la manifestación de este año. Todo aquel que se suba a uno de ellos será obsequiado con un paquete festivo de camiseta, silbato y 'grinder', con el fin de celebrar la ocasión como se merece.

La marcha recorrerá el corazón de la capital: se iniciará en Neptuno y pasará por el Paseo del Prado y la Gran Vía para terminar en Plaza de España. Más allá de las calles, la jornada también se vivirá a través de las pantallas. Añadiendo la etiqueta #YoPlantoMiSemilla en las redes sociales, todos aquellos que así lo deseen podrán compartir con el resto cómo están viviendo el especial día.

Desde la organización argumentan que las políticas represivas y punitivas sobre el consumo del cannabis no han dado resultado, y por ello la clase política debe tomar medidas y cambiar de estrategia. Consideran también que se debe avanzar hacia una regulación legal e íntegra del mercado, haciendo hincapié en educación, prevención de consumo y reducción de riesgos.

La MMM en el resto del mundo

Lejos de ser un evento local, la marcha es una demanda simultánea a nivel internacional. De hecho, es de las pocas celebraciones que se celebrará de forma más o menos simultánea en diferentes partes del mundo. Mientras que en algunos países ya ha tenido lugar (por ejemplo, en Colombia fue el pasado 3 de mayo), en otros, como España, la fiesta está por llegar. 

También conocida como Global Global Marijuana March (GMM) o Million Marijuana March (MMM), esta concentración por y para el cannabis comenzó en el año 1999 y desde entonces cientos de miles de personas han participado en más de 829 ciudades de 72 naciones diferentes, defendiendo la cultura de la marihuana como una opción de estilo de vida personal.

Por ejemplo, la MMM en Toronto (Canadá) constituye una de las mayores marchas de marihuana del mundo, que atrae a más de 30.000 seguidores del cannabis medicinal y recreativo al centro de la ciudad. La multitud se reúne detrás de Queen's Park antes del desfile a las 2 pm. La celebración, siempre de carácter pacífica, nunca ha vivido un arresto en su historia y se considera una de las reuniones al aire libre más multitudinarias de la primavera en la ciudad, generando millones de dólares a la economía local.

Además este año los canadienses están de enhorabuena, tras anunciar el primer ministro del país, Justin Trudeau, que introduciría los cambios legales pertinentes para despenalizar y legalizar el consumo y venta de marihuana durante el próximo año, convirtiendo así a la nación en la primera del G7 que permitirá un uso extendido del cannabis entre sus ciudadanos.

En otro lugar más alejado, en Australia, esta marcha incluso tiene connotaciones más festivas. Por ejemplo, el 1 de mayo pasado miles de personas asistieron al festival anual Mardi Grass en Nimbin, Nueva Gales Sur, una fiesta popular de tres días que sirvió de protesta a la reforma de la ley de cannabis que se está debatiendo en el parlamento del país. Este festival contó con la celebración de su propia Marcha Mundial de la Marihuana.

Este Mardi Grass es un festival anual que ha estado funcionando durante 24 años en Nimbin, un pueblo del norte de Nueva Gales del Sur autoproclamado capital de cannabis de Australia y bien conocido por su promoción del consumo de marihuana. Ahora muchos de sus residentes ven en la hierba un nuevo sector en crecimiento que el Gobierno tiene la intención de restringir al uso medicinal o científico.

En un punto medio, en Alemania, también tienen mucho que celebrar el 7 de mayo. En este país la MMM se lleva a cabo bajo diversas consignas (Hanftag, Cannabiscultour...). En 2013, oficialmente 12 ciudades alemanas participaron por primera vez. En 2014 ya eran 16 y este año ya tienen más de 30 inscritas. Este rápido desarrollo muestra que en Alemania el tema del cannabis ya no se puede echar por tierra y presiona al sector político.

Tanto, que este pasado miércoles Alemania anunciaba que prevé legalizar el uso medicinal del cannabis en 2017. Para ello se ha presentado en el último Consejo de Ministros un proyecto de ley para permitir su uso en enfermos graves que ya no tienen otras alternativas terapéuticas.Y serán las compañías de seguros de salud quienes cubran los costes si los pacientes no pueden recibir ayuda de ninguna otra manera.

Como se puede observar, desde España a las antípodas, y pasando por todos los países en los que sus residentes tienen algo que decir con respecto al cannabis, la Marcha Mundial de la Marihuana se ha convertido ya en un evento que mueve masas concienciadas por la legalización. Y con muchas ganas de celebración.

Los carteles de cada ciudad no dejan lugar a duda: la sociedad mundial demanda un cambio. Solo falta saber si por fin será escuchada.

En Lima:

En Copenhague:

En Roma: 

En Nueva York:

En París:

En Tokio:

En Dortmunt (Alemania):

En Heidelberg (Alemania):