Manicurado manual o a máquina : ¿cuál es la mejor opción para ti?

Manicurado manual

El manicurado manual es el método más utilizado por los cannabicultores con pequeños cultivos, y es lógico ya que las máquinas peladoras/cortadoras son muy caras y requieren una gran inversión. Por otro lado, el método manual da un toque más artesanal a la cosecha porque el corte con tijera es mucho más preciso y delicado, y, además, las flores tienen una apariencia mucho más cuidada y la resina y los terpenos se mantienen intactos.

Para realizar el manicurado con la mayor precisión es necesario seleccionar unas tijeras adecuadas, con la punta muy fina, para poder quitar con facilidad las pequeñas hojas, que, a menudo, tienen el tallo oculto en el interior de la flor. En este caso, el deterioro que sufre la flor es mínimo. Las tijeras tienen que estar en buen estado, y siempre hay que tener a mano alcohol de 90-95º, papel cocina y cuchillas de afeitar nuevas para limpiarlas antes y después de utilizarlas.

Lo mejor es limpiarlas con alcohol o con acetona. La cuchilla de afeitar es muy útil para quitar la resina acumulada, y luego habrá que limpiar en profundidad los filos de la tijera con papel cocina impregnado en un poco de alcohol o de disolvente.

Hay que intentar eliminar la mayor cantidad posible de hojas, lo que mejora considerablemente el aspecto de las flores, así como sus cualidades organolépticas en la cata. De lo contrario, las flores podrían tener un sabor demasiado "vegetal", menos refinado, y el perfil de los terpenos se vería alterado. La materia vegetal residual, que contiene una importante cantidad de resina, se puede utilizar para realizar extracciones.

El tiempo necesario para realizar este trabajo varia mucho en función del ratio hoja/flor de la variedad cultivada. Pero siempre merece la pena el tiempo invertido, porque el resultado es un producto final de gran calidad. No obstante, este método tiene sus limitaciones ya que es factible unicamente para pequeñas cosechas, de lo contrario sería necesaria mucha mano de obra y el coste se elevaría considerablemente.

Ventajas:

• Manipulación meticulosa de la flores de marihuana.
• Flores muy cuidadas estéticamente.
• Flores de mejor calidad.
• Densidad optima de terpenos y cannabinoides.
• Materia vegetal residual de calidad para realizar extracciones.
• Coste mínimo.

Inconvenientes:

• Requiere una inversión de tiempo importante.
• Aplicable únicamente en pequeñas cosechas.

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Manicurado con maquina peladora

El uso de máquinas cosechadoras y peladoras requiere una inversión considerable que depende del modelo elegido según las necesidades concretas de cada uno (capacidad total de producción, cantidad total de plantas a manicurar). Estas máquinas son capaces de cortar en poco tiempo las hojas de muchas plantas. Algo de vital importancia para aquellos que se mueven en la industria cannábica a gran escala.

Son máquinas con una vida útil larga, y la inversión se recupera en poco tiempo si la explotación dispone del número de máquinas adecuado. Se trata de una inversión muy interesante que acelera enormemente el plazo para que el producto final y/o sus derivados estén listos. En consecuencia se optimizan los rendimientos, algo clave para la sostenibilidad financiera de cualquier empresa.

No obstante, nada es perfecto, y, como contrapartida, las flores pueden sufrir alteraciones en alguno de sus componentes. Aunque hoy en día se desarrollan máquinas muy eficaces, con muy buenos rendimientos, es difícil sustituir la delicada mano humana.

Por ejemplo, en una explotación de 40 ha es imprescindible el uso de este tipo de máquina. De lo contrarío, la mano de obra necesaria desequilibraría los resultados de la explotación. Estas máquinas manipulan las flores de tal forma que el resultado final es de calidad y su aspecto satisfactorio, no obstante se aleja de la calidad de las flores manipuladas de forma "artesanal".

Ventajas:

• Gran capacidad de producción.
• Incremento de los beneficios de la explotación.
• Solución optima para explotaciones a gran escala.

Inconvenientes:

• Alteraciones en algunos componentes de las flores (terpenos + cannabinoides).
• Restos de residuos vegetales (pequeñas hojas o trozos de hojas).
• Apariencia de las flores buena pero no óptima.
• Materia vegetal residual de calidad media y en menor cantidad.

Según lo expuesto, llegamos a la conclusión de que cada uno de estos métodos es interesante, y la elección de uno u otro dependerá de la orientación de la actividad concreta en cada caso.

¡Y ya no nos queda más que desearte una buena cosecha!