Malaui legaliza el cannabis para uso medicinal

Malaui ha dado otro paso al frente hacia la legalización del cannabis. Si en el país situado en el sudeste del continente africano ya podía cultivarse cañamo industrial para fabricar fibra vegetal, en 2020 se ha aprobado en el Parlamento la legalización del cannabis para uso terapéutico. Los puntos de la propuesta de ley presentada en la cámara malauí por el Ministro de Agricultura, Kondwani Nankhumwa, el 27 de febrero, recogen no solo asuntos relativos a la producción y distribución de cannabis, sino también temas en relación con los pacientes y consumidores.

Se han sentado por lo tanto las bases de la hoja de ruta a seguir para legalizar el cannabis medicinal en el país. Esta propuesta de ley contempla la creación de una Autoridad Reguladora del Cannabis, un registro estatal de los pacientes que consuman cannabis medicinal, e incluso las penalizaciones derivadas del incumplimiento de alguno de los puntos de la ley que regulará la producción y consumo de cannabis en el país. 

Analizamos los puntos clave de esta ley.

Tradición cannábica en Malaui: "chamba" y cañamo industrial

Malaui es un país con una cierta tradición cannábica. Por un lado está la "chamba", como se denomina allí a este cannabis cultivado de manera ilegal para el consumo recreativo, conocido a nivel mundial como "Malawi Gold". Se le conoce como el oro de Malaui porque este país no tiene minas de oro como sus países vecinos, pero, según se sobreentiende del nombre, el cultivo de esta "chamba", al que se dedican decenas de familias que viven en las zonas rurales, son una importante fuente de ingresos, y lo comparan a la riqueza derivada de la extracción del metal más querido.

Pero, al margen de este cannabis ilegal, en las últimas décadas este país africano ha ido forjando una industria legal entorno a la planta sativa. Antes de esta propuesta de ley ya era legal cultivar cañamo con fines industriales en el país. De hecho, varias empresas llevan casi un década dedicadas a la producción de fibra vegetal de cañamo en Malaui. Tanto es así que las compañías dedicadas al cultivo de cañamo en el país se han juntado en la ICA (Industrial Crops Association, en inglés): una asociación que vela por promocionar la viabilidad de las cosechas de cañamo en el país, y que ha ejercido de Lobby al gobierno malauí para la legalización del cannabis.

Hasta ahora la normativa no contemplaba en ningún caso el consumo de la sustancia. La producción que hasta ahora han llevado a cabo Ikaros Africa o Invergrow, entre otras, se ceñía exclusivamente al cultivo de cañamo para elaboración de fibra vegetal. Si bien es cierto, en 2015 el Gobierno había concedido algunas licencias para la investigación del cannabis y los cannabinoides. De hecho, según podemos ver en las páginas web de las compañías mencionadas anteriormente, estas empresas hacen algo más que elaborar fibra vegetal con sus cosechas. Elaboran también suplementos alimenticios a base de cañamo, tinturas y aceites, o productos cosméticos. Y ambas, tienen divisiones dedicadas a la investigación de cannabinoides, e incluso las extracciones de CBD.

Con este pasado reciente en materia cannábica, la gran novedad que aporta la nueva de ley aprobada por el Parlamento es que, por primera vez, la normativa estatal relativa a la planta sativa contempla a los pacientes que consumen cannabis medicinal.

Puntos de la Propuesta de Ley Número 5 relativa a la regulación de cannabis en Malaui

La Propuesta de Ley Número 5 relativa a la regulación de cannabis, presentada por el Ministro de Agricultura, Kondwani Nankhumwa, en el Parlamento de Malaui el 27 de febrero de 2020, hace hincapié en la creación de una autoridad reguladora. Quedará en manos de esta identidad la concesión de licencias para el cultivo de cannabis legal, la supervisión del cumplimiento de las normas que se dediquen al nuevo sector legal, o la correcta dispensación de cannabis medicinal a los pacientes, entre otros. Repasamos algunos de los puntos de esta nueva ley:

• Creación de una autoridad reguladora del cannabis, en inglés Cannabis Regulatory Authority (CRA), que será la responsable de conceder las licencias y de regular los programas de cultivo de cañamo industrial y cannabis medicinal.
• Esta CRA será la encargada de conceder las licencias para cultivo, procesado, almacenamiento, venta, exportación y distribución del cannabis. 
• La exportación de cannabis requerirá de una licencia específica. 
• La CRA será la encargada de conceder permisos para programas de investigación científica relativos al cannabis.
• Los empresas que obtengan una licencia de la CRA estarán en la obligación de cumplir una medidas de seguridad relativas al cultivo, procesado, almacenamiento, venta, exportación y distribución, estipuladas por esta autoridad reguladora. 
• El cannabis se cultivará según unos protocolos de buenas prácticas, entre los cuales figuran la prohibición del empleo infantil, la preservación del entorno natural, y el cumplimiento de unos estándares de calidad del suelo, los fertilizantes y los pesticidas empleados en el cultivo.
•  A los pacientes que entren en el programa de cannabis medicinal se les concederá una tarjeta identificativa. 
• La dispensación de cannabis a estos pacientes se hará en presencia de inspectores y policías de Malaui. 
• La entidad reguladora designara´ unos inspectores que velen por el cumplimiento de la ley estatal de regulación del cannabis.
• Cultivar, procesar o distribuir cannabis fuera de las normas establecidas por esta ley será susceptibles de sanciones económicas y penas de cárcel de hasta 25 años. 
• Negarse a cumplimentar la documentación necesaria para entrar en el programa de cannabis medicinal o el falso testimonio durante el proceso será susceptible de sanciones económicas y de penas de cárcel de hasta cinco años.