La ley de marihuana recreacional en Alaska: seguridad vial, licencias y un organismo controlador

El pasado 4 de noviembre de 2014, los habitantes de Alaska votaron, por un 53% a 47%, el fin a décadas de ineficaz prohibición de la marihuana, para optar por un sistema en el que esta planta fuera gravada y regulada como el alcohol. El pasado mes de febrero Alaska legalizaba definitivamente el consumo de marihuana para uso recreativo. Se convertía así en el tercer estado de Estados Unidos en hacerlo, después de Colorado y Washington, y posteriormente con Oregon. Ahora, pocos meses después, se ha creado una Junta de Control encargada de tomar la iniciativapara la elaboración de las leyes relacionadas con la marihuana en este estado.

Estas leyes no sólo reforzarán la economía de Alaska, sino también mejorarán la seguridad pública, evitando que decenas de millones de dólares en ventas de marihuana vayan a parar al mercado negro. También garantizará que la marihuana está debidamente cultivada, embalada y etiquetada; y que las ventas están estrechamente controladas.

Firmado por el gobernador Bill Walker, el proyecto será un apoyo a la ley aprobada en febrero y abordará un amplio abanico de cuestiones. Desde la cantidad de THC permitido en los alimentos cannábicos hasta los tipos de licencia para determinados negocios, pasando por las cuestiones relacionadas con seguridad y protección de consumidores y no consumidores. Todo ello gracias a unos fondos que superan el millón y medio de dólares para esta primera fase.

Walker sabe que esta Junta de Control de la Marihuana, que depende y será una subdivisión del actual organismo supervisor, la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas, tiene una importante tarea por delante y, de momento, está buscando a posibles integrantes en el sector sanitario, el de la seguridad pública, las zonas rurales y la industria de la marihuana. Este organismo, además, tendrá la autoridad suficiente para cerrar aquellas empresas que actúen de forma ilegal.

La ley plantea una serie de disposiciones interesantes, tanto para los residentes como para los visitantes. Entre ellas, y de forma general, lo primero que hay que saber acerca del uso personal es que en Alaska será necesaria una licencia para comprar y vender marihuana. Aquellos que no dispongan de una podrán tener y cosechar en casa hasta 113 gramos de marihuana (4 onzas), ya que los legisladores consideran que una cantidad mayor no está destinada al uso personal. Esa cantidad será calculada como cannabis ya cosechado, o bien, en forma de semillas, hojas y flores.

Por supuesto, facilitar marihuana a menores de edad es completamente ilegal, y solo las personas de 21 años o más pueden consumir y poseer productos cannábicos, así como cultivar y regalar hasta seis plantas - siempre y cuando solo tres de ellas estén maduras - y transportar 28 gramos (1 onza) o menos o regalar la misma cantidad a otro usuario.

Por otro lado, la ley prohíbe todo tipo de uso o consumo público y se castiga con una multa de 100 dólares. Eso significa que es ilegal consumir marihuana en sitios como escuelas, lugares de entretenimiento, empresas, parques, patios, aceras o caminos. Por otro lado, como la marihuana continua siendo ilegal a nivel federal, tampoco podrá consumirse en parques nacionales, bosques y diversos recintos oficiales.

El consumo de marihuana queda por tanto restringido a la propiedad privada, aunque este derecho puede ser denegado en caso de que los propietarios de un inmueble hayan dispuesto políticas que prohíban el consumo. También es ilegal abandonar Alaska portando cualquier producto cannábico, pues una vez que se cruce la frontera el gobierno federal puede actuar; y la legislación federal está muy por detrás de la legislación estatal cuando se trata de leyes sobre la marihuana.

En referencia al ámbito privado, los legisladores advierten de que al fumar en casa, el humo – ya sea de tabaco o cannabis – puede afectar a terceras personas, por lo que se recomienda hacerlo con libertad pero siempre limitando la exposición de terceros contra su voluntad. Desde el cambio en el estatus legal de la marihuana el pasado 24 de febrero, se han recibido más quejas de los ciudadanos sobre el humo que se filtra a través de los apartamentos, creando molestias y problemas graves para algunos inquilinos; y quieren acabar con esto. Los dueños de los negocios privados también tienen 90 días para actualizar sus signos de no-fumadores para incluir la marihuana junto con las señales de prohibido los cigarrillos.

Marihuana y seguridad vial

Por otro lado, tampoco se podrá consumir marihuana mientras se conduce cualquier tipo de vehículo motorizado (desde coches a barcos, pasando por aviones o cualquier otro aparato que tenga motor). Además, se considera que conducir en estado de ebriedad es ilegal independientemente de la sustancia, incluida la marihuana además del alcohol.

Consumir cannabis antes de conducir podría conllevar al arresto, incluso si se ha consumido por motivos terapéuticos. La ley, concretamente, establece que si se ha consumido la planta "no se debe conducir ni en bicicleta", y recuerda que dicho consumo puede afectar al tiempo de reacción, a la memoria a corto plazo, a la coordinación mano-ojo, a la concentración y a la percepción del tiempo y la distancia. Por eso los legisladores recomiendan utilizar medios de transporte alternativos que no tengan que ser guiados por el propio consumidor.

A pesar de esto, hay que tener en cuenta que cada ciudad y comunidad puede aprobar leyes más o menos estrictas que las estatales y que también serán de obligado cumplimiento. Para saber qué está permitido o prohibido en cada una de ellas, los ciudadanos deberán revisar las propias normas locales. En cualquier caso, será en 2016 cuando la Junta de Control emita las primeras licencias para la venta o compra de marihuana, por lo que hasta ese momento, dicha compra y venta será ilegal y podrá constituir un delito.

Alaska, a pesar de que ser un bastión republicano, siempre ha sido un estado conocido por su fuerte individualismo, por ser conservador pero con una gran vena libertaria que le ha llevado a la vanguardia de la legalización del cannabis. Fue uno de los primeros estados en despenalizar la marihuana en 1975; y los votantes en 1998 también legalizaron el cannabis para fines medicinales. De hecho, tiene una ley incorporada en su Constitución sobre el derecho de los residentes a la intimidad, por lo que el consumo de marihuana ha permanecido siempre un tanto protegido en virtud de esta ley.

Sin embargo, estas leyes constitucionales son extremadamente complejas y confusas, por lo que la nueva regulación estatal referente al cannabis pondrá las cosas más claras en un escenario que para 2017, el primer año completo de la legalización, dibuja un mercado de marihuana recreativa para adultos en Alaska de más de 250 millones de dólares (no incluye consumibles o parafernalia), de los que el estado de la última frontera recibirá en torno a un 10% en impuestos y tasas.