"Son las mujeres quienes están liderando la industria cannábica en Canadá"

¿Cómo entraste a formar parte de la industria cannábica?

La verdad es que probé el cannabis bastante tarde y lo hice porque me lo recomendaron a nivel medicinal porque sufría dolores de espalda. Más tarde, conocí a Jason, mi marido, y con él aprendí mucho sobre el cannabis. Él es un paciente que produce su propia medicina, el cannabis. 

Jason me ayudó a conocer las diferentes funciones y propiedades de las distintas variedades, información que me sirvió para tratar mi dolencia. Juntos creamos un equipo: yo me convertí en una experta en semillas de marihuana y él en un experto cultivador de cannabis. 

Posteriormente, yo me enfoqué en investigar las propiedades medicinales del cannabis y ahora Jason y yo somos muy buenos haciendo extracciones de aceite con Co2, hachís, bubble hash, mantequilla de marihuana…

¿Ser consumidora de cannabis te ayuda a la hora de aconsejar a tus clientes sobre qué variedades elegir?

A mi cuerpo le sientan bien las variedades Sativa, utilizo diferentes genéticas como medicina y me gusta cultivar cepas exóticas con sabores afrutados. Y, claro, por supuesto que me gusta informar a mis clientes sobre las diferentes genéticas que pueden encontrar en el mercado para que puedan entender cuáles son sus opciones a la hora de cultivar. 

Procuro guiar a las personas hacia la mejor elección para su salud descubriéndoles diferentes genéticas de cannabis como pueden ser las autoflorecientes, las variedades ricas en CBD o variedades que por sus características se ajusten a sus necesidades médicas. 

Si bien cada día sois más, aún cuesta encontrar mujeres que lideren negocios en la industria cannábica…

Cómo he mencionado antes, aprendí todo lo que sé sobre cultivo de mi marido. En cualquier caso, con mi experiencia y mi pasión, desde el primer momento en que decidí dedicarme a esto, sabía que podría ganarme la vida sin problema. 

Además, hay muchas mujeres que son muy buenas cultivadoras. De hecho, me atrevería a decir que de forma natural las mujeres estamos hechas para ser buenas cultivadoras. Tenemos más paciencia a la hora de cultivar porque amamos todo el ciclo natural de las plantas y sobretodo el resultado.

¿Aún así, dirías que la industria cannábica aún es territorio hostil para las mujeres?

Para nada. Cada vez hay más mujeres al frente de proyectos muy interesantes. De hecho, me atrevería a decir que son las mujeres quienes están liderando la industria cannábica en Canadá. Hace poco que he empezado a trabajar con Abi Roach, que regenta el dispensario Roach-o-Rama en Toronto y que ha puesto en marcha la revista Spliff para que la comunidad cannábica local tenga acceso a un medio gratuito. 

También está Sarah Sunday, que desde hace tres años organiza la Karma Cup, aquí en Toronto. Tanto Sarah, como Abi, como yo misma, somos ejemplos de mujeres que podemos inspirar a otras a cultivar cannabis con fines medicinales. Las mujeres deberíamos estar orgullosas y no tener miedo de entrar en este mundo. 

¿Cómo crees que va a afectar a tu negocio la nueva regulación que se instaurará en Canadá en 2017?

Espero que el cannabis sea legal de forma que los pacientes puedan elegir libremente el cannabis como tratamiento y puedan acceder a él y al equipamiento para cultivarlo sin problema. Creo que si el cannabis se legaliza en Canadá las ventas de mi tienda se dispararán, crecerá mi inventario y podré crear nuevas oportunidades de trabajo para otras personas. Además, si el cannabis se legaliza, más mujeres podrán mostrar que trabajan en esta industria sin miedo a represalias.