Jugadores de la NBA apoyan la legalización de la marihuana terapéutica

Hace unos días, a la salida de un local nocturno de Beverly Hills, Kevin Durant se encontraba con la prensa estadounidense. La estrella de los Oklahoma City Thunder se disponía a huir en un coche cuando, al abrir la puerta, se le caía un pequeño, alargado y cilíndrico bote de tapa blanca.

Muchos son los que piensan que podría tratarse de marihuana terapéutica, ya no solo por la típica apariencia del envase, sino porque el jugador se recupera en Los Ángeles de una lesión en el pie (y viene arrastrando varias), por lo que es posible que necesite cannabis medicinal para sobrellevar el dolor.

A pesar de que Durant podría haber conseguido el tratamiento de forma totalmente legal (puesto que la planta para uso medicinal está aceptada en California), no lo obtuvo porque la NBA prohíbe que sus jugadores la consuman. Sin embargo, después de cada gran celebración, los medios muestran a los diferentes equipos, en los vestuarios, fumando cigarrillos normales y bebiendo sin preocupación.

Tal vez por eso, y por los beneficios que la planta ha demostrado tener en este tipo de lesiones (y en las que sufren los jugadores de la NFL), son varios en la NBA los que consideran que el consumo de marihuana terapéutica debería regularse en la liga de baloncesto del país. Al menos así lo ha determinado el sondeo de TMZ, un medio americano que dice haber preguntado sobre el tema a diez miembros en activo que han decidido permanecer en el anonimato.

Los atletas han señalado que si un paciente tiene una receta de su médico es ridículo que no pueda utilizarla. También opinan que la NBA no necesita hacer publicidad de la planta, pero sí debería permitir que los jugadores que la necesiten puedan acceder a ella. Confían en que sus reivindicaciones sean escuchadas, especialmente porque creen que la mentalidad de la liga es mucho más abierta que la de otras competiciones deportivas: ya ha sido pionera en avanzar en otros aspectos como la promoción de la tolerancia y el respeto hacia jugadores homosexuales. Saben que no está todo perdido.