Los jóvenes franceses son los mayores consumidores de cannabis de Europa

Francia no es solo el país europeo con más consumidores de cannabis: el 40,9 % de su población afirma haber probado la marihuana alguna vez. También es uno de los países del mundo con mayor porcentaje de consumidores adolescentes. Esta es una de las conclusiones de un reciente estudio de la Organización Mundial de Salud (OMS). 

Según la encuesta que se ha desarrollado en 42 naciones del mundo, el país galo se sitúa a la cabeza en consumo juvenil de marihuana. En concreto, el 15 % de los jóvenes de 15 años reconoce haber fumado cannabis en los últimos 30 días. Además, el porcentaje apenas varía entre hombres y mujeres. 

Para visitar el segundo país del 'ranking' elaborado por la OMS tenemos que viajar al otro lado del charco. Un 13 % de jóvenes canadienses asegura haber consumido marihuana en el último mes. Francia y Canadá, junto con Italia, Suiza y Bulgaria, ocupan los cinco primeros puestos de la lista de países con mayor número de consumidores adolescentes. España se sitúa en el noveno lugar de la clasificación; en concreto, un 11 % de chicos y un 9 % de chicas reconocían fumar cannabis con frecuencia. 

No en todos los países la marihuana seduce a los adolescentes por igual. Así, los jóvenes nórdicos la consumen de forma muy moderada. Suecia, por su parte, es uno de los países en el que menos jóvenes consumen marihuana de entre los 42 países que han participado en el estudio de este organismo de la ONU: tan solo un 2 % de los adolescentes del país nórdico reconocía fumar cannabis.

 

Hay que tener en cuenta que Estados Unidos, donde cuatro estados ya han legalizado la marihuana recreativa, no ha formado parte de la encuesta realizada por la OMS. 

Por otra parte, el estudio destaca que es más probable que los jóvenes fumen cannabis si sus amigos o hermanos mayores lo hacen. Tanto los padres más permisivos como los que tienden a prohibir estas conductas acaban generando que las tasas de consumo de marihuana entre menores aumenten. Por lo tanto, parece claro que si los jóvenes se convierten en amantes de la marihuana a edades tempranas, los progenitores, aunque traten de aplicar la mano dura, no podrán hacer nada para disuadirlos.