- Las luces de descarga de alta intensidad (conocidas por sus siglas en inglés HID) son la tipología de iluminación más utilizada por los cultivadores de cannabis.
- Sus excelentes rendimientos hortícolas y su buena relación calidad-precio hacen que sus dos modalidades, los halogenuros metálicos (MH) y las luces de alta presión de sodio (HPS), sean una opción muy recomendable para iluminar tus plantas.
- Te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellas.
El mercado ofrece una extensa variedad de lámparas para los cultivos de interior y, por tanto, muchas veces, nos resulta complicado elegir las más adecuadas para nuestras plantas de marihuana. Una serie de interrogantes nos asaltan cuando tenemos que tomar esta decisión: ¿de qué material?, ¿con qué forma o tamaño?, ¿cuáles serán las mejores?, ¿y las más baratas? Sin embargo, en la mayoría de los casos los cultivadores más expertos recomiendan las luces de descarga de alta intensidad (en inglés 'High Intensity Discharge' o HID), llegando incluso a asegurar que las producciones que se consiguen con este tipo de luz no se pueden obtener con ningún otro tipo de iluminación.
Dentro de esta tipología podemos encontrar los halogenuros metálicos (también llamadas MH por su nombre en inglés 'Metal Halide') y las luces de alta presión de sodio (o HPS por 'High Pressure Sodium'). Ambas son fáciles de montar, garantizan buenos resultados y son baratas en comparación con otros tipos de luces. Ahora bien conozcamos cómo son cada una de estas opciones: ¿qué tamaños y potencias podemos encontrar?, ¿cuáles son sus ventajas? y ¿cómo es más adecuado utilizarlas?
Los halogenuros metálicos o las lámparas MH
Este tipo de lámparas también son conocidas como de haluro metálico o lámparas de mercurio halogenado. Una variedad de nombres que se refieren principalmente a su composición. Estas luces, de alta potencia y con una excelente reproducción de colores, se generan pasando un arco eléctrico a través de una mezcla de gases (argón, mercurio, yoduro y bromuro de diferentes metales, entre otros). Esta mezcla regula la naturaleza de la luz producida pudiendo variar la temperatura del color y su intensidad.
Este tipo de lámparas nos servirán para hacer una réplica en nuestro cultivo de la luz que se genera en la naturaleza durante los meses de primavera y otoño. Debido a su composición son más potentes en el espectro lumínico azul, por lo que son la mejor opción para que nuestras plantas reciban luz durante la fase vegetativa. Durante esta etapa los tallos, ramas y hojas crecen y se desarrollan, así que es necesaria una luz que facilite la fotosíntesis con el fin de producir plantas lo más frondosas posible. Y los halogenuros metálicos cumplirán perfectamente este papel.
El promedio de vida de una luz de haluro metálico es de alrededor 10.000 horas (un poco más de 400 días). Esto nos garantizará su efectividad en pequeños cultivos, incluso llegando a aguantar de una cosecha para otra sin problemas. Además, su bajo coste no nos supondrá una gran inversión cuando la lámpara llegue a su fin, pues se pueden encontrar (aunque el precio siempre depende de la potencia) desde 20 euros. Según los expertos, es una de las opciones con mejor relación de calidad-precio.
Las lámparas de alta presión de sodio o luces HPS
Este tipo de luz cuenta con un funcionamiento similar a una lámpara MH. Aunque, en este caso, la mezcla de gases es diferente. En vez de estar presentes los haluros metálicos, se componen principalmente de sodio, lo que hace que la luz que desprende sea de un color anaranjado-rojizo. Este espectro será ideal para la fase de floración de nuestras plantas de marihuana, ya que activa sus hormonas y aumenta su producción.
Algunos cultivadores incorporan estas lámparas de alta presión de sodio solo a partir de la etapa de floración; mientras que otros prefieren utilizarla como foco secundario durante todo el proceso de crecimiento, aumentando la exposición durante esta fase de floración. Además, se ha comprobado, sobre todo en los cultivos hidropónicos, que las plantas expuestas a HPS garantizan un mayor rendimiento que las que han crecido con luces MH solamente. Por tanto la combinación de ambas, cada una en cada fase indicada, será una garantía para que nuestras plantas crezcan fuertes y sanas.
Una lámpara HPS puede durar hasta 18.000 horas (unos 750 días). Sin embargo, consumen más energía que los halogenuros metálicos y, en sus potencias más altas, generan más calor que necesita ser controlado con un sistema de aire acondicionado o ventilación. En concreto, las lámparas HPS de 600 vatios son una de las más populares entre los cultivadores. Esto se debe a que ofrecen un buen equilibrio entre la cantidad de luz que producen y la electricidad que gastan.
Lo mejor y lo peor de la iluminación HID
Las luces HID son una de las más económicas que encontramos en el mercado; además con fáciles de usar y no nos conllevarán grandes instalaciones que también encarecen los costes de nuestro cultivo. Además, su efectividad en los cultivos de interior está más que garantizada, siempre y cuando se sigan las indicaciones del fabricante.
Ahora bien, su principal inconveniente es que no se acoplan directamente a las tomas de luz estándar, sino que es necesario contar con un balasto eléctrico (un equipo que sirve para mantener estable y limitar la intensidad de la corriente) y una cubierta especial para enchufarlo, lo que supone un aumento en el consumo de electricidad. Además tienen una vida más bien limitada que se sitúa de media en torno a las 10.000 horas de luz.
Ambos tipos de lámparas de iluminación HID se pueden encontrar en diferentes potencias; las más comunes son de 250W, 400W, 600W, 1000W. Escoger cuál será la potencia más indicada para nuestro cultivo dependerá fundamentalmente de la cantidad de plantas que tengamos y del gasto energético que queramos asumir.
¿Cómo elegir las lámparas en función del tamaño del cultivo?
Si solo tenemos una o dos plantas, una lámpara de 150 vatios será más que suficiente para el cultivo. En este caso, deberás colocarla a unos 17 centímetros de la superficie de la planta. Lo más indicado será colgarla del techo, justo encima, pero a la distancia indicada. Esto garantizará que la luz incida directamente pero que no la caliente en exceso. Con los cuidados necesarios, podríamos conseguir un rendimiento medio de entre 75 y 150 gramos, dependiendo de la genética elegida.
Ahora bien, si cuentas con un cultivo de entre 3 o 5 plantas, deberás subir el voltaje de tu lámpara a 250 vatios y colocarla a una distancia de 25 centímetros. Como es de esperar, en este caso el rendimiento también aumentará hasta poder conseguir unos 250 gramos de nuestra planta favorita.
Las lámparas de 400 vatios las utilizaremos para cultivos de entre 6 y 9 plantas y las de 600 vatios hasta alcanzar la docena. En estos casos deberás colocarlas a una distancia de la planta entre 30 y 40 centímetros respectivamente. Con estos tipos, el rendimiento podría llegar hasta los 500 gramos.
Para cultivos mayores, con más de 12 plantas, ya necesitaremos utilizar lámparas de hasta 1000 vatios. En estos casos debemos prestar una mayor atención a las temperaturas que se producirán dentro de nuestro cultivo. El uso de una potencia tan elevada hará que las lámparas también emitan mucho calor, por lo que será imprescindible contar con un buen sistema de aire acondicionado y ventilación que evite las temperaturas excesivas.
Consejos para combinar las luces HPS y MH en tu cultivo
Para conseguir los mejores rendimientos, es conveniente combinar los dos tipos de luces HID. En este caso utilizaremos las lámparas de haluro metálico como fuente de luz primaria; mientras que los focos HPS quedarán para la etapa de floración.
Otra opción es utilizar focos de MH y HPS combinados gracias a un mismo reflector. Sin embargo, algunos cultivadores aseguran que esta alternativa no resulta eficaz ya que estos sistemas combinados cuentan con focos de menor potencia.
En este sentido, si queremos utilizar una instalación de luz que nos permita aprovechar la efectividad de ambas luces, lo mejor es conseguir un montaje convertible o conmutable. Este tipo de instalaciones nos permiten cambiar de un foco a otro dependiendo de la fase en que se encuentren nuestras plantas sin montar y desmontar en cada etapa los diferentes focos.
Para completar el sistema también podemos instalar un resistor que regule la energía. Los más sofisticados son los digitales que, además de aumentar la irradiación de luz de los focos, nos permiten configurarlos para tener un mayor control de la potencia.
Así, conocer las particulares de la iluminación HID nos hará tomar las decisiones correctas al elegir y utilizar focos como los halogenuros metálicos o las lámparas de alta presión de sodio, con el fin de garantizar el máximo rendimiento de nuestra próxima cosecha en interior.
Iluminación HID vs Luces led
Los constantes avances tecnológicos han dado lugar a la tecnología led basada en la emisión lumínica de alto rendimiento y el bajo consumo energético. Sin embargo, todavía hay muchos cultivadores que se muestran reticentes a utilizar los focos led para sus plantas de marihuana.
En primer lugar, cabe advertir que en su composición nada tienen que ver la una con la otra.
Mientras que la iluminación HID emite luz al pasar una corriente a través de una cápsula de gases determinando su color, las luces led se generan en un componente electrónico denominado diodo. En su interior una corriente eléctrica agita los átomos que al ser expulsados a través de un chip-reflector producen la luz. Además los ledes ofrecen un amplio espectro de luces, desde los infrarrojos o los ultravioletas hasta una gama visible de diferentes tonalidades.
Aun así el mundo cannábico parece no acoger las luces led con gran entusiasmo para los cultivos. Ahora bien, veamos cuáles son las razones de los defensores de la iluminación HID y también las desventajas que existen frente a los ledes.
Ventajas de la iluminación HID frente a la led
- La producción del cultivo es mayor con la iluminación HID.
- Los focos HID tienen una buena relación calidad-precio frente a los ledes con los que que el coste es excesivamente elevado.
- Las luces HID están estandarizadas para el cultivo, mientras que las luces led todavía no cuentan con gran aceptación en el mercado
Inconvenientes de la iluminación HID frente a la led
- El consumo de energía es mayor en la iluminación HID. Las luces led son más eficientes en este sentido.
- Las luces HID se calientan mucho más que las led, pudiendo provocar un perjuicio a las plantas.
- Para el funcionamiento de las luces HID es necesario un balastro eléctrico; mientras que los ledes van directamente conectados a cualquier toma de corriente.
- Los últimos avances en iluminación hortícola apuestan por mejorar la tecnología led para dicho uso.
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