Henry Ford y el coche de cáñamo

Henry Ford (1863 Wayne Country – 1947 Fair Lane), ingeniero pionero de la automoción, es principalmente recordado por idear la producción en cadena, que revolucionó la industria del automóvil, reduciendo ostensiblemente el tiempo necesario para ensamblar un coche. Nacido en Wayne County (Michigan) en 1863, se interesó por la mecánica desde joven, creando su primer motor de combustión interna en 1893; este era un pequeño modelo de gasolina y de un cilindro. En 1896 construyó su primer prototipo de coche, un cuadriciclo autopropulsado, y fue presidente de la Ford Motor Company, en los periodos que van de 1906 a 1919 y de 1943 a 1945.

Desgraciadamente, hemos de citar aquí, que Ford demostró abiertamente su antisemitismo; como anécdota, es el único americano nombrado por Hitler en su obra "Mein Kampf". El führer expresó una profunda admiración por él… Resulta paradójico que alguien considerado como una de las mentes más brillantes en la historia de los Estados Unidos (tuvo en su momento registradas más de 170 patentes de componentes de automóvil) fuera abiertamente racista.

En 1925 Henry Ford declaraba a un reportero del New York Times, que el etanol (alcohol etílico) era el combustible del futuro, opinión ampliamente compartida en la industria automovilística. Como apunte, Rudolph Diesel diseñó su motor (DIESEL) para ser utilizado con aceite de cáñamo. Ford llegó a decir: "El combustible del futuro se obtendrá de la fruta, rastrojos, serrín, cualquier cosa. Hay combustible en cualquier materia vegetal que pueda ser fermentada. Se obtiene suficiente alcohol, en la cosecha anual de 1 acre de patata, para operar la maquinaria necesaria en el cultivo de ese acre durante 100 años".

Ford reconoció la gran utilidad de la planta del cáñamo ya que construyó un coche de fibra de cáñamo y resina reforzada; además, el combustible era etanol producido a partir de cáñamo. El empresario sabía que este material podía proporcionar grandes recursos económicos, de ser cultivado a gran escala.

El etanol era conocido como combustible desde tiempo atrás. Incluso, cuando Ford diseñó su primer modelo Ford T (1908), su aspiración era que el etanol producido a partir de materia prima vegetal renovable, fuese el principal combustible utilizado en la automoción. Esto, por un lado, era una maniobra ante la competencia (General Motors fracasaba el verano de 1925 con un combustible a base de tetra-etanol y gasolina, el primero usado para subir el octanaje); por otro lado, Ford era un gran amante del medio rural americano; él mismo nació en una granja, hijo de emigrantes ingleses que habían residido en Irlanda. Hacia estos años el medio rural americano vivía una profunda crisis, acentuada más tarde por la gran depresión. Citaré aquí la novela de John Steinbeck "Las Uvas de la Ira", por si alguien está interesado en documentarse acerca de la época.

La influencia, apoyo político y poder económico de Ford (era de los hombres más ricos del mundo) se tradujeron en un amplio movimiento pidiendo el desarrollo y una mayor investigación científica en el campo de la agricultura. La gente empezó a especular y a alegar que el Gobierno americano no quería nada más que robar a los contribuyentes para enriquecer a los granjeros. 

Contra las expectativas de Ford, la gasolina emergió como el combustible mas en boga en el sector de la automoción en las primeras décadas del siglo XX debido a distintas causas, como mencionamos a continuación: 

1) Con los materiales disponibles en esta época para la construcción de motores en esta época, los de gasolina eran más fáciles de operar.

2) Una creciente disponibilidad de petróleo con permanentes nuevos hallazgos.

3) Una intensa campaña por parte del lobby del petróleo para que el gobierno mantuviera unos impuestos elevados sobre el alcohol. Esto, nos lleva a pensar, que detrás de la famosa "ley seca" americana (1919-1933), justificada bajo argumentos de moralidad y decencia, podrían también esconderse oscuros intereses económicos…

4) Las proposiciones de ley presentadas en el congreso, con el fin de crear un plan nacional de energía que hiciera uso de los ingentes recursos agrarios americanos para la producción de combustible, fueron rechazadas bajo las atroces campañas de difamación y desprestigio llevadas acabo por la industria petrolera.

Sin embargo, no hay que olvidar las desventajas de los derivados del petróleo como combustible, como pueden ser: 

1) Un menor grado de octanaje.

2) Mucho más tóxico (especialmente cuando mezclado con tetra etanol y otras sustancias para aumentar el grado de octanaje).

3) Más peligroso de manipular, con un mayor peligro de explosión o incendio, mucho más contaminante y principalmente, NO RENOVABLE.

4) El petróleo es física y químicamente mucho más diverso que el etanol, siendo necesarios procesos de refinamiento mucho más complejos; esto implica la necesidad de oleoductos, refinerías etc.

A pesar de los muchos hándicaps, los combustibles que tienen como base el petróleo han dominado la industria del automóvil los últimos 85 años. Las grandes inversiones realizadas por la industria petrolera y automovilística en capital físico, tecnología, y recursos humanos especializados, hacen difícil la entrada de una industria alternativa que sea económicamente competitiva. Sin embargo la creciente conciencia ecológica de la gente, junto con la certeza de que el petróleo se agotara (no es renovable), o sus precios serán muchos más elevados, están empezando a producir cambios perceptibles.

El etanol está de vuelta 85 años después, y se emplea como combustible industrial y doméstico. En el uso doméstico, se emplea el alcohol de quemar. Estudios del Departamento de Energía de EUA dicen que el uso en automóviles reduce la producción de gases de invernadero en un 85%. En países como México existe la política del ejecutivo federal de apoyar los proyectos para la producción integral de etanol y reducir la importación de gasolinas que ya alcanza el 60%. Grandes multinacionales del automóvil como BMW y Audi están utilizando materiales aislantes, piezas plásticas y textiles obtenidos de la fibra del cáñamo, en un intento de fabricar sus modelos con materiales biodegradables y reciclabas. Las propias multinacionales automovilísticas están invirtiendo grandes sumas en desarrollar alternativas al petróleo como coches eléctricos, híbridos etc.

Parece que casi un siglo después, la visión de Henry Ford podría hacerse realidad; me pregunto como seria hoy el planeta, si en su día las tesis de Ford hubieran triunfado, y la opinión publica y el gobierno norteamericano no hubieran sucumbido a los oscuros intereses económicos de un pequeño grupo de oligarcas.