Grow Report de Moby Dick: cómo conseguir cosechas abundantes y de calidad en condiciones extremas

Una buena planificación es esencial

• Elección de la variedad: normalmente, cuando un cultivador echa un vistazo al catálogo de cualquier banco de semillas, suele ser difícil tomar una decisión. En mi caso, he elegido Moby Dick feminizada, una reputada campeona que aúna dos características fundamentales para los cannabicultores: su contenido en cannabinoides psicoactivos y un gran potencial productivo.
• Ubicación del cultivo: una parcela en el campo, a medio camino entre París y Reims. Se trata de un lugar bastante frío y húmedo para esta variedad y por ello habrá que confiar en los elementos y en la suerte. Posiblemente haya que fabricar un invernadero casero para las plantas de menos de dos metros, o un cercado horizontal si el tiempo es muy desfavorable en la fase de floración.
• Objetivos: mi consumo anual de cogollos es de aproximado un kilo, y previendo alguna fiesta a lo largo del año tengo más que suficiente con un kilo y medio. Así que con un pack de diez semillas feminizadas tendría que ser suficiente. Pero cuando se cultiva en exterior hay que confiar en la suerte, y si el tiempo es muy desfavorable, como ocurrió en 2016, cosechar un kilo es complicado. El final de la temporada pasada estuvo acompañado por un tiempo horrible, y solo obtuve 343 gramos de hierba, así que este año he decidido plantar un poco más.

Plantas enormes

• Puesta en marcha: este año me pongo manos a la obra muy pronto, el 10 de abril. Utilizo una sala de germinación a temperatura constante para que las diez semillas puedan germinar en setenta y dos horas. Un índice de germinación del 100% es siempre un buen augurio. Este año las heladas han sido muy tardías, mantengo las jóvenes plantas protegidas bajo un Velux durante las cinco primeras semanas y las trasplanto el 24 de mayo, cuanto la temperatura sobrepasa los 20ºC durante el día. De las diez plantas, trasplanto dos en una maceta grande de 100 litros.
• Periodo vegetativo: con la Moby Dick te das cuenta de inmediato con quien estás tratando; una gran Sativa, vigorosa y con un crecimiento muy rápido. Teniendo en cuenta la ubicación del cultivo me veo obligado a podarlas para evitar que lleguen a los tres metros o incluso a sobrepasarlos. Podando las ramas principales dos o tres veces, la mayoría de las plantas alcanzan los 233 cm y ocupan un espacio de unos 4 m³. Como todas las plantas con un crecimiento vigoroso, Moby Dick depende en gran medida de la calidad del suelo en el que se encuentran sus raíces.
  
  La planta más grande, a la que he bautizado Lady Marlon, ha crecido sobre un montón de estiércol; es una planta impresionante que debería producir más de un kilo. Las otras, ubicadas en lugares menos favorables, pero en los que el suelo ha sido fertilizado previamente, son más pequeñas. Siguiendo el criterio de podar dos veces durante la fase de crecimiento, cada planta ha desarrollado una docena de ramas y ha alcanzado un metro ochenta, y todas muestran un aspecto fuerte y sano.En cuanto a las plantas que han crecido en maceta, se nota que es un ambiente en el que Moby Dick no se siente cómoda, ni si quiera cuando se trata de tiestos grandes, por lo que el resultado no es el mejor: las ramificaciones crecen a lo alto, el follaje es poco abundante, de color verde claro, y amarillea en cuanto comienza la floración.
  
  Observo que las dos desafortunadas plantas tienen las raíces aprisionadas en la maceta. Tiro ligeramente del tallo y compruebo que la planta ha enraizado con fuerza así que decido trasplantarlas, solo tengo que cavar dos hoyos grandes en la tierra y colocarlas con cuidado. Las plantas lo agradecerán y el amarilleo del follaje desaparecerá casi de inmediato. Incluso retomarán su crecimiento tímidamente durante las cuatro semanas que faltan hasta el inicio de la floración, pero no darán más que pequeños cogollos de calidad un poco inferior.

• Fase de floración: es difícil poner una fecha concreta al inicio de la floración porque los filamentos de las flores hembra comienzan a aparecer en la planta desde finales de junio. Además, entre el lote de semillas que se ha sembrado, el comienzo de la floración puede variar con un margen de hasta tres semanas. Normalmente, si la floración arranca bien, las cosas no se complican. Para las más precoces, los primeros cogollos se forman a partir del 15 de agosto y los primeros tricomas se aprecian en las hojas a partir de los últimos días de agosto. Los primeros se cosecharán a partir del 20 de septiembre pero para el resto habrá que esperar por lo menos tres semanas más o incluso un mes.

Resultados sorprendentes

• Dificultades encontradas: relacionadas con el clima. La sativa es una hierba de origen tropical que se encuentra muy a gusto en climas mediterráneos, y los climas del norte le resultan demasiado fríos y húmedos, como el del nordeste de Francia, incluso con el calentamiento climático. Durante la fase vegetativa no supone ningún problema, pero en la fase de floración las cosas se pueden complicar.
  
  Para el cannabicultor de exterior lo ideal sería que el verano se alargara, a ser posible hasta mediados de octubre. Desafortunadamente el tallo de Lady Marlon se ha visto dañado durante una tormenta y para salvarlo he tenido que cortar dos o tres ramas irrecuperables y la he enderezado con la ayuda de tutores. Lo mejor sería protegerla con una estructura cónica, hecha con varas de bambú unidas en la parte superior, y atar las ramas a dos tercios de su altura. De esta forma se evita el balanceo, provocado por el viento, de las pesadas ramas, llenas de flores.

• La cosecha: independientemente de la falta de sol durante las últimas semanas, los cogollos son pesados, compactos y pegajosos, hasta el punto de que algunos insectos se han quedado pegados. El secado es largo, casi dos semanas a 15ºC. Lady Marlon ha llegado victoriosa al final de la floración, con una producción de 988 gramos de cogollos secos y manicurados, y no ha sobrepasado el simbólico umbral de un kilo como consecuencia de los daños sufridos en algunas ramas. Otras dos plantas han producido entre 700 y 800 gramos cada una, y las otras cuatro alrededor de 500 gramos. Las tres restantes, cultivadas en maceta, han dado unos 400 gramos y los cogollos eran más pequeños y de una calidad un poco inferior.

• Consumo: personalmente creo que para disfrutar de la hierba al cien por cien habría que utilizar un vaporizador, por lo menos probarlo alguna vez. El vapor de la Moby Dick es fantástico y su sabor se distingue claramente de todos los demás; potente, con cuerpo e intenso. Con 0,3 gramos de hierba he vapeado durante casi treinta y cinco minutos, y confieso que me he quedado clavado en el sofá durante un buen rato. La embriaguez que produce es muy psicodélica y duradera, y su efecto cerebral se alza de forma sucesiva en varias ocasiones. Es preferible consumir esta hiera en pequeñas dosis, liando cigarrillos con una pequeña cantidad de hierba o añadiendo un poco de tabaco.
• Balance general: la Moby Dick se ha comportado muy bien en una temporada con unas condiciones climáticas que no han sido nada buenas. Sus defectos son consecuencia de sus propias cualidades: las grandes Sativas son espectaculares, generosas y están llenas de vivacidad pero son también muy glotonas y necesitan un suelo especialmente fértil, y su enorme masa es frágil en la fase de floración. La principal ventaja de esta cepa en exterior es su capacidad de resistencia al moho y más específicamente a la botrytis. Algunas plantas han soportado trombas de agua en plena floración hasta el punto de no atreverme a verlas por la mañana pensando en las consecuencias. No obstante, ni una sola planta se ha visto afectada y la fase de floración ha finalizado con temperaturas de 5ºC por la mañana y de a penas 16ºC durante el día. Aún así, después de seleccionar los mejores cogollos, hemos llegado a los 2,5 kg. ¡Un hurra por la Moby Dick! Su reputación de campeona está más que merecida.