El Gobierno de Reino Unido decide ignorar las 200.000 firmas que demandan la legalización del cannabis

Más de 200.000 firmas para reclamar la regulación de la producción, venta y consumo de cannabis. Esto es lo que ha conseguido James Owen, un joven defensor de la despenalización del cannabis en Reino Unido, en una iniciativa popular web en la que aseguraba que gracias a la legalización de la marihuana se recaudarían 900 millones de libras (1.262 millones de euros) en impuestos y se crearían 10.000 puestos de trabajo.

El éxito de esta petición fuerza al Parlamento británico a tratar el tema; sin embargo, el Gobierno se ha adelantado al debate: ha respondido diciendo que no tiene planes de cambiar la ley y regular la hierba. El Ejecutivo de David Cameron ha alegado que la marihuana es una sustancia perjudicial y que se estaría enviando el mensaje equivocado a los jóvenes y otros grupos vulnerables. 

Aun así, el gran número de firmantes obliga a los parlamentarios a considerar la celebración de ese debate: todas las peticiones que superen las 100.000 firmas deben ser tratadas en el Parlamento británico.

Las reacciones ante el anuncio del Ejecutivo no se han hecho esperar. Peter Reynolds, presidente de Clear UK, un grupo que defiende la regulación, ha acusado al Gobierno de "deshonesto, confuso y engañoso".

Jason Reed, director ejecutivo de Law Enforcement Against Prohibition UK, ha declarado que el tema ha ganado publicidad antes incluso de llegar al Parlamento. Reed espera conseguir que sus miembros se pongan de su parte en la celebración del debate preliminar.

En 2013, una encuesta señalaba que el 53 % de los ciudadanos está a favor de la legalización de la producción o el suministro de cannabis o la despenalización de su posesión. Habrá que esperar para ver si el conjunto de parlamentarios opina como los ciudadanos o como el Gobierno.