Qué es la fertilización foliar y cómo puede ayudar a tus plantas de marihuana

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D. Civantos - 17/09/2019
5 min.

Cuando las plantas sufren un desequilibrio de nutrientes, alimentarlas a través de las raíces puede no ser lo suficientemente rápido para solucionar las deficiencias.
En estas situaciones, se requiere un método alternativo para proporcionar los nutrientes necesarios.
La alimentación foliar es una técnica en la que la solución nutritiva se aplica directamente a las hojas de las plantas y es el mejor método para lograr una rápida absorción.

En el cultivo de cannabis, existen un tipo principal de alimentación para las plantas: los nutrientes pasan al sistema vascular a través de las raíces. Sin embargo, existe otra forma de llegar al sistema vascular, una puerta trasera. Se trata de la alimentación foliar, un método comúnmente ignorado pero que permite la absorción directa de nutrientes en hojas y tallos. Y si bien hay mucho debate sobre este tema, se ha demostrado científicamente que la alimentación foliar mejora significativamente la salud y el rendimiento de las plantas a través de una mayor absorción de elementos esenciales.

La evidencia más clara que respalda sus beneficios surgió nada menos que a principios de la década de 1950, a través del trabajo de HB Tukey y SH Wittwer, de la universidad de estado de Michigan. Sus estudios incluyeron el marcado con radioisótopos de varios nutrientes esenciales para las plantas que luego se aplicaron mediante métodos foliares y radiculares. Los resultados fueron sorprendentes: la eficiencia del uso de nutrientes para aplicaciones foliares fue de casi el 95 % en comparación con solo el 10 % de eficiencia observada en las aplicaciones de raíz.

Investigaciones posteriores buscaron identificar cuál era el mecanismo de acción para el transporte de los nutrientes. El más probable es a través de los estomas (los poros en hojas y tallos responsables del intercambio gaseoso y la transpiración), sin embargo, se ha demostrado que muchos nutrientes esenciales se absorben también a través de la capa de la cutícula de la hoja (la capa cerosa externa que la protege de la desecación o de la entrada de bacterias y hongos).

Así surgió una división entre la creencia de que los estomas eran responsables del transporte de nutrientes a través del tejido de la hoja y que la permeabilidad de la capa de la cutícula, en cierto grado, también era responsable de este transporte. La investigación actual indica que estos dos sistemas trabajan en paralelo.

Factores que influyen en la alimentación foliar

Existen muchos factores que afectan a la nutrición foliar, como la humedad, la temperatura, la fisiología de las plantas o la concentración:

- Se ha demostrado que la humedad alta, por ejemplo, afecta directamente a las aplicaciones foliares al disminuir la velocidad de evaporación, lo que permite que las gotas de solución nutritiva se mantengan un mayor tiempo en la superficie de la hoja, lo que aumenta la absorción general. Además, los entornos con mayor humedad relativa inducen un hinchazón de la membrana cuticular, lo que disminuye la hidrofobicidad de la capa de la cutícula, lo que aumenta directamente la absorción de compuestos hidrófilos (es decir, nutrientes disueltos en agua).

- La anatomía de la estructura de la hoja también juega un papel fundamental. La investigación indica que el reverso de las hojas (para muchos cultivos) contiene la mayor cantidad de estomas por centímetro cuadrado y una capa de cutícula más delgada que la superficie superior de las hojas. Si bien la superficie superior de la hoja absorbe los nutrientes de las aplicaciones foliares, es aconsejable que se rocíen ambas superficies, con la mayor concentración de la aplicación en el envés de las hojas, es decir, en la cara inferior.

- La edad del tejido de la hoja también influye, pues los nuevos crecimientos lideran la absorción de nutrientes sobre el crecimiento anterior. Las hojas más antiguas generalmente tienen menos estructuras necesarias para el transporte de nutrientes, lo que hace que este tejido vegetal sea menos óptimo para aplicaciones foliares.

- También influye la tensión superficial del líquido. Los rociadores de nutrientes a menudo hacen que las gotas rebosen y caigan del follaje. Esto reduce en gran medida la efectividad de la aplicación foliar, ya que el tiempo de contacto y el área son fundamentales para una utilización óptima. Para superar este obstáculo, se emplean agentes que aumentan la cantidad de superficie de contacto, llamados agentes tensioactivos. Los tensioactivos eliminan la capa de aire que se forma entre las superficies de las hojas y la solución foliar y esto permite un aumento sustancial en el movimiento iónico a través de los estomas y las membranas cuticulares.

¿Cómo hacer una alimentación foliar efectiva?

Usar el espray foliar con las luces apagadas o con el sol muy bajo

En interior, cuando una planta entra en un período de oscuridad, sus hojas tardan unos 15 minutos en relajarse. Es durante este tiempo, cuando el tallo y las hojas están en su período de absorción más efectivo. También se puede hacer la nutrición foliar al final del periodo de oscuridad. Si se rocía con la luz encendida, el líquido actuará como una lente, amplificando el calor de las luces y quemando la hoja.

En exterior, teniendo en cuenta esto, la temperatura ideal para pulverizar las plantas es de unos 20-24ºC. Por contra, pulverizar con bajas temperaturas puede propiciar el desarrollo de mohos y patógenos. Por ello es mejor pulverizar temprano por la mañana y dejar que las plantas puedan secarse durante el día, que no hacerlo a última hora y que éstas pasen toda la noche empapadas.

Utilizar una técnica adecuada para pulverizar

Se deben cubrir las hojas y el tallo de la planta con pulverizaciones ligeras. Recuerda que menos es siempre más. Un buen consejo es usar un rociador foliar que se pueda ajustar para expulsar una niebla fina. Cuanto más fina sea la niebla, mejor será para que la planta la absorba. También existen pulverizadores que se pueden usar boca abajo, lo que es ideal para entrar en espacios reducidos y rociar el envés de las hojas, donde se encuentra el mayor número de estomas. Aun así, las plantas también pueden absorber nutrientes – aunque en menor medida – por la epidermis del haz de la hoja (la cara superior), así como por los tallos y peciolos.

Evitar una solución foliar demasiado concentrada

Se recomienda diluir en exceso el aerosol foliar para asegurar de que no se use una mezcla que pueda ser demasiado fuerte para la planta. Se debe probar primero en una hoja antes de pulverizar la planta entera. Pulverizar una sola hoja o una parte de la planta y esperar 24 horas a ver la reacción nos puede evitar dañar la planta por completo en caso de error en la dosis o en el producto escogido.

No usar nutrición foliar si va en detrimento del entorno de crecimiento

La alimentación foliar aumenta la humedad dentro del ambiente de cultivo. Si bien esto es excelente mientras una planta está en su etapa vegetativa, puede ser un problema cuando la planta está en flor, cuando su humedad ya es alta, así que no es recomendable pulverizar en floración. Como norma general, debe evitarse siempre mojar los cogollos para no favorecer la aparición de hongos ni dejar trazas de producto en ellos.

Utilizar un surfactante o agente mojante al pulverizar para mejorar la absorción

Añadir unas pocas gotas de jabón potásico o algún otro jabón o detergente (a poder ser ecológico y biodegradable) al pulverizar reduce la tensión superficial en el líquido, lo que permite un mejor recubrimiento y mejora la absorción al evitar la formación de gotas grandes sobre la hoja.

Y para terminar, recuerda que existe una gran variedad de nutrientes foliares. Algunos reducen el espaciamiento de los nudos en la etapa vegetativa al crear más ramas, otros aumentan el tamaño de los cogollos de cara a la floración y la mayoría ayudan con la salud general de la planta al combatir las deficiencias, plagas y enfermedades.