Fernanda Figuera, la “abuela marihuana” podría enfrentarse a cuatro años de cárcel por cultivar con fines terapéuticos

Fernanda, la apodada "abuela de la marihuana", es un de las caras más conocidas del activismo cannábico español. Asegura que consumió cannabis por primera vez en París, a finales de los 60, y encontró en la planta un gran aliado para combatir la epilepsia que sufría ya desde niña. Años más tarde, cuando regresó a España, se convirtió en una de las primeras activistas en la lucha por la regularización del cannabis y fundó la Asociación Ramón Santos de Andalucía, que se encarga de diversos estudios con esta planta. Una veterana que lleva más de 30 años luchando por los derechos de los usuarios de cannabis y que fundó también el Partido Cannabis por la Legalización y la Normalización (PCLYN) y la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC).

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Sin duda, el proyecto con el que más se ha comprometido ha sido "Marías por María", una organización de 100 mujeres con distintos problemas de salud que utilizan el cannabis para tratar sus enfermedades.

No es la primera vez que se enfrenta a la justicia por cultivar cannabis

Ya en el año 1995 Fernanda se enfrentó a otro juicio por cultivar marihuana en su jardín, afortunadamente fue absuelta. El pasado 30 de octubre fue juzgada en Málaga por el cultivo que la policía requisó en su huerto en el 2014, y con el que abastecía a la asociación de mujeres que usan el cannabis con fines terapéuticos.

La Fiscalía pedía 4 años de cárcel para esta anciana de 76 años y da a entender que la asociación a la que pertenece facilitaba o promovía el consumo de cannabis. Después de 4 horas de interrogatorio, la abuela de la marihuana declaró en su alegato final: "En todo momento pensé que estaba haciendo algo que se podía hacer y que estaba ayudando a los demás". En el juicio la defensa trató de probar que Fernanda en ningún caso se lucraba del suministro de cannabis y que siempre lo hizo con ánimo de ayudar a las pacientes.

Fernanda se destaca por cultivar cannabis con transparencia, naturalidad y publicidad, pues su objetivo desde hace años ha sido conseguir una regularización total del cannabis para que pacientes y usuarios puedan beneficiarse de las propiedades de esta planta. Por ello, no entiende porqué debe enfrentarse una y otra vez a la justicia por algo que considera que no hace daño a nadie, más bien lo contrario.

Debido a su avanzada edad y sus problemas de salud (reúma y epilepsia), el estrés por este juicio le ha afectado negativamente. Asegura que si no fuera por la planta del cannabis, hace años que ella ya estaría en una silla de ruedas y ha declarado que "A veces sí temo una pena ejemplarizante, porque soy una persona muy incómoda para el lobby de las farmacéuticas. Llevo toda la vida peleando por el autocultivo. He estado en el Parlamento español, en el Senado, en el Parlamento europeo…».

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Parece mentira que, a pesar de la ola de regularizaciones que estamos viviendo en los últimos años a nivel mundial, y a las evidencias científicas que respaldan las propiedades a nivel terapéutico del cannabis, en España todavía haya personas como Fernanda que se enfrentan a años de cárcel por cultivar esta planta. Aún soñamos con el día en el que los pacientes no tengan que recurrir a los dealers para conseguir unos cuantos cogollos de marihuana para aliviar su condición. Mientras eso llega, todo nuestro apoyo a la abuela de la marihuana. ¡Ánimo Fernanda!