Falsas esperanzas: México no va a legalizar la marihuana medicinal a corto plazo

No ha pasado tanto tiempo desde que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunciara en una sesión especial de Naciones Unidas dedicada al problema de las drogas en el mundo su intención de impulsar la legalización de la marihuana medicinal en el país. Muy pocos meses después ha dado un contundente paso hacia atrás, eliminado cualquier posibilidad de que sus planes se conviertan en realidad, por lo menos en un presente cercano.

A través de una reforma del Código Penal Federal y de la Ley General de Salud, Peña Nieto se proponía permitir el uso del cannabis con fines terapéuticos y científicos, así como el aumento de la posesión máxima permitida de 5 a 28 gramos. Esta reforma había sido considerada como un paso fundamental en la adopción de un nuevo modelo de regulación del cannabis que reemplazara las políticas prohibicionistas actuales.

El propio Peña Nieto comentaba sobre sus intenciones que “nosotros los mexicanos conocemos mejor que nadie los defectos de las políticas prohibicionistas y las devastadores consecuencias de nuestra guerra contra las drogas de los últimos 40 años. Nuestro país ha sufrido como pocos los efectos del crimen organizado ligado al tráfico de drogas”.

Sin embargo, y a pesar del relativo buen recibimiento de la noticia, la Cámara Alta mexicana, y muy en especial los senadores del PRI, ha puesto tierra sobre el asunto. Tras diversos malentendidos y peticiones, los grupos en contra finalmente han provocado un cambio de fecha en las sesiones de debate. Estas iban a desarrollarse a lo largo de este mes, y son necesarias para proceder a la legalización de la marihuana medicinal.

La falta de acuerdos entre los diferentes grupos parlamentarios ha sido el motivo determinante para el aplazamiento de las conversaciones. La nueva fecha ha sido fijada a finales del verano, momento en el que se retoma el periodo ordinario de la Cámara.

Se ha extendido el rumor de que el retraso de las conversaciones podría ser un indicativo de que los legisladores ya no están interesados en ofrecer a los ciudadanos un programa que les permita el uso legal del cannabis, o que por ahora no lo consideran un tema prioritario. Sobre ello, Lisa Sánchez, la coordinadora en Latinoamérica de la Fundación por el Cambio en Políticas sobre Drogas señala que “parece que en realidad nunca se lo hubiera propuesto en serio. Eso, o el PRI está más preocupado por las próximas elecciones presidenciales que por las opiniones y responsabilidades de Peña Nieto”.

Esta no es la primera vez que se entorpece el proceso. Los senadores del PRI y del PVEM ya habían mostrado estar dispuestos solo a discutir la legalización del cannabis con fines médicos y científicos y que el aumento de la cantidad permitida debía esperar.

Aunque las intenciones del Gobierno no han quedado del todo claras, de lo que no cabe duda es de que la legalización de la marihuana medicinal en México no es un asunto que atañe al presente. Hasta la vuelta del verano los pacientes del país no podrán saber a ciencia cierta si los legisladores planean reconocer sus derechos o si por el contrario han decidido frenar la liberalización.