Mr. Nice, el activista de los 40 seudónimos que se convirtió en un icono para el mundo del cannabis

Corría el 2015 cuando Howard Marks, un gran defensor de la legalización de la marihuana, anunciaba públicamente que padecía un cáncer terminal. Aprovechaba el momento para declarar que no se arrepentía de un solo aspecto de su vida. Ahora, Marks ha fallecido en la casa que tenía en los alrededores de la ciudad británica de Bridgend, en Gales del Sur.

Nacido en 1945 en Kenfig Hill, una pequeña aldea minera cerca de Bridgend, Marks asistió a la Universidad de Oxford, donde se graduó en Física Nuclear con un posgrado en Filosofía. Tras terminar sus estudios se marchó a Estados Unidos, donde pronto empezaría a ser perseguido como contabandista de cannabis debido a las políticas prohibicionistas del país. Así, se vio obligado a vivir escondido bajo un total de 43 seudónimos. No sería hasta el año 1988 cuando la Administración para el Control de las Drogas (DEA, en inglés) diera con él.

Fue condenado a 25 años de prisión en la que por aquel entonces era una de las cárceles más duras del país, la Terre Haute de Indiana. Después de haber pasado siete cumpliendo condena, en 1995 fue puesto en libertad condicional. Entonces, Marks se convirtió en una prominente voz en la lucha por la legalización del cannabis.

Publicó su autobiografía tan solo un año después de abandonar la prisión: 'Mr. Nice' salió a las calles en 1996, convertida rápidamente en fenómeno literario. En ella hablaba con todo lujo de detalles sobre los aspectos más fascinantes de su vida como traficante de cannabis. Fue entonces también cuando el autor comenzó su colaboración con la revista 'Loaded', escribiendo una columna mensual. En el año 2010, se estrenaba la película homónima basada en su vida y protagonizada por el actor galés Rhys Ifans.

Su labor en la defensa de la legalización del cannabis fue más allá de sus constantes declaraciones públicas, ya que llegó a presentarse como parlamentario en cuatro distritos británicos en las elecciones generales de 1997. Su intención era llevar a cabo la reforma que permitiera la legalización del cannabis, en consonancia con las propuestas de la Legalise Cannabis Alliance.

Tal y como sus amigos y más allegados le recuerdan, Howard Marks era un verdadero héroe popular de la era moderna. James Brown, amigo y antiguo compañero de trabajo en la revista 'Loaded', recordaba que había hecho a lo largo de sus intensos años de vida "unas cuantas cosas divertidas, asombrosas e ilegales".

En una entrevista realizada en el año 2015, Marks hablaba de su enfermedad: "Es imposible para mí arrepentirme de nada de lo que he hecho en mi vida cuando me ha hecho feliz y me sigue haciendo feliz ahora". Sobre los procesos legales abiertos en Estados Unidos comentaba que "la legalización de la marihuana terapéutica es bienvenida. Pero, personalmente, hubiera preferido no tener que esperar a padecer un cáncer para poder fumarla legalmente".