- Varios estudios presentados durante la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Epilepsia en Filadelfia aseguran que este componente de la marihuana ayuda a los menores que sufren crisis.
- Una de las investigaciones se ha centrado en Epidiolex, un extracto que contiene cannabidiol y que genera enormes beneficios en quienes lo consumen.
Desde hace un par de años venimos conociendo las experiencias de niños que sufren distintas enfermedades y que, con ayuda del cannabis, notan grandes mejorías. El caso de Charlotte Figi es posiblemente el más conocido, una niña que ha ayudado a cambiar las leyes de marihuana terapéutica en Estados Unidos y que ha dado nombre a una cepa con alto contenido en cannabidiol (CBD) que no induce a la psicoactividad y reduce de forma notable las crisis epilépticas.
Tres estudios presentados en la 69ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Epilepsia, en Filadelfia, resaltan la eficacia y seguridad del Epidiolex, un extracto de marihuana producido por la compañía farmacéutica GW Pharmaceuticals y que contiene cannabidiol. Una de las investigaciones fue impulsada en 16 centros de Estados Unidos y en ella participaron 261 personas, casi todos niños con epilepsia severa refractaria y de una media de 11 años.
Durante un periodo de 12 semanas los usuarios tuvieron que consumir este producto. Las dosis fueron aumentando de forma gradual. El Epidiolex fue incorporado al tratamiento que ya tenían, para que actuara de manera conjunta con él.
Tras 3 meses desde la primera toma, la frecuencia general de convulsiones se redujo, de media, un 45 % en todos los participantes. Otro 47 % experimentó una reducción del 50 % o más en esas crisis y casi un 10 % quedó libre de convulsiones. Los que padecían síndrome de Dravet consiguieron reducir sus convulsiones en un 62 %; de ellos, el 13 % quedó libre. Asimismo, quienes padecían síndrome de Lennox-Gastaut las redujeron un 71 %.
Solo el 10 % de quienes participaron en el estudio notaron efectos adversos como somnolencia, diarrea o fatiga y tuvieron que interrumpir el tratamiento. Más allá de ellos, el éxito es notable y supone un paso más para encontrar la cura a ciertas dolencias con ayuda del cannabis.
Gracias a estos ensayos, Epidiolex se convirtió en junio de 2018 en el primer medicamento derivado de la marihuana autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA por sus siglas en inglés) para el tratamiento de las convulsiones asociadas con dos formas raras y graves de epilepsia, el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet. En octubre de 2019 también fue aprobado por la Agencia del Medicamento Europea para su uso en el Reino Unido y en los países de la Unión.
El aceite de cannabis puede reducir las convulsiones en niños con epilepsia
Más allá de estos ensayos con el Epidiolex, gran parte de la controversia en torno a los medicamentos a base de cannabis para tratar la epilepsia se refiere a las interacciones desconocidas entre dos de los ingredientes principales de la planta: el cannabidiol (CBD), que no es psicoactivo, y el tetrahidrocannabinol (THC), que sí lo es. Recordemos que el Epidiolex no contiene ningún componente psicoactivo, al ser un extracto de aceite de CBD purificado al 98%.
Pero en un reciente ensayo realizado el verano de 2019, investigadores de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, usaron un extracto de cannabis que contenía 95 % de CBD y 5 % de THC; y lo administraron a siete niños con epilepsia extrema, todos los cuales no habían visto mejoría con otros medicamentos.
Todos los niños recibieron una dosis inicial de 5 a 6 miligramos de este extracto de cannabis por kilogramo de peso corporal cada día. Con esta dosis, cuatro de los siete participantes vieron una reducción de más del 50 % en el número de ataques diarios que experimentaron.
Cuando esta dosis se duplicó, los siete notaron una mejora considerable, y en tres de los niños los ataques se detuvieron por completo. Los investigadores también encontraron que los niveles de THC en el plasma sanguíneo se mantuvieron por debajo del umbral de seguridad y que ninguno de los niños mostró signos de de intoxicación.
En base a estos resultados, los autores del estudio propusieron que el aceite de cannabis que contiene 95 % de CBD y 5 % de THC es seguro y efectivo para el tratamiento de la epilepsia severa en niños.
La postura de la FDA en EE.UU.
Sin embargo, y a pesar de evidencias científicas como estas, la FDA todavía no ha encontrado la manera de regular el CBD en Estados Unidos, pues solo reconoce la utilidad médica de los componentes aislados del cannabis de grado farmacéutico (es decir, que hayan sido probados en humanos), sin interacción con otros cannabinoides.
Así el cannabis en forma de flores secas, la fuente natural de CBD y THC, no es una terapia aprobada por la FDA, al igual que los aceites de espectro completo, aceites donde otros cannabinoides además del CBD, incluidos CBDA, CBDV, THC y otros, todavía están presentes. Los aceites de CBD de espectro completo contienen otros elementos beneficiosos del material vegetal, como terpenos y aminoácidos.
Muchos usuarios prefieren el aceite de CBD de espectro completo debido al "efecto de séquito", ya que se puede actuar sobre el sistema endocannabinoide de manera más efectiva cuando hay más cannabinoides presentes. Mientras el producto provenga del cáñamo y la cantidad de THC sea inferior al 0,3 % o menos, es legal en cualquier parte de los EE. UU.
Pero la FDA afirma que carece de datos científicos suficientes sobre los efectos del CBD para avanzar con su regulación, algo que podría tardar años en resolverse. Según la agencia, existen todavía muchas preguntas sin respuesta y lagunas sobre la toxicidad del CBD, y algunos de los datos disponibles plantean serias preocupaciones sobre el daño potencial del CBD.
Así su última actualización revisada al consumidor, la FDA describe problemas de seguridad que incluyen posibles lesiones hepáticas, interacciones con otros medicamentos, somnolencia, diarrea y cambios de humor. Además, afirman que los estudios en animales han demostrado que el CBD puede interferir con el desarrollo y la función de los testículos y los espermatozoides, disminuir los niveles de testosterona y afectar el comportamiento sexual en los hombres. También, según ellos, quedan preguntas sobre el uso acumulativo de CBD y sobre los impactos del CBD en las poblaciones vulnerables, como los niños y las mujeres embarazadas o lactantes.
De hecho, la FDA reiteró a finales de 2019 su desaprobación oficial de los usos no farmacéuticos del cannabidiol en un aviso al consumidor que generó titulares alarmistas sobre los peligros del CBD. La FDA también envió contundentes cartas de advertencia a 15 empresas de CBD, por realizar "publicidad errónea" sobre los beneficios médicos del CBD y etiquetar mal la cantidad de cannabidiol en sus productos.
Parece que la FDA está buscando desesperadamente inflar los peligros del CBD y minimizar sus beneficios. ¿Por qué? El problema es político, no farmacológico. Desde junio de 2018, el CBD está aprobado en los Estados Unidos como un medicamento recetado, el Epidiolex. Por lo tanto, de acuerdo con la política estándar pro-farma de la FDA, el CBD por ahora no se puede comercializar como un suplemento alimenticio o un medicamento de venta libre, porque chocaría de manera frontal con los intereses de la todopoderosa industria farmacéutica.
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