- Iker Val, coordinador de la Fundación Renovatio y miembro de la comisión técnica de Regulación Responsable, desgrana en esta artículo cuál ha sido la evolución del movimiento social pro cannabis en España en los últimos años.
- Val, una de las figuras más destacadas del movimiento cannábico en España, fue, además, coordinador durante 15 años hasta su cierre en 2015 del mítico club social de cannabis Ganjazz.
- Quién mejor que él para desentrañar el aparente caos en el que se mueven los movimientos cannábicos en España y apuntar qué podemos esperar en materia de regulación y legalidad a medio corto plazo.
Dentro de la extraña calma que genera el verano en el sector del cannabis, he aprovechado la oportunidad que me ha dado Dinafem de participar en su Blog para intentar hacer una reflexión global acerca del momento actual que vive el cannabis en la península. Lo hago desde mi posición, a día de hoy en segunda línea y sin perfil público, algo que me permite mi dedicación a la investigación de diferentes cuestiones relacionadas con el cannabis desde la Fundación Renovatio.
La Fundación es un espacio de análisis e investigación del cannabis, que pretende apoyar al movimiento social en la consecución de un nuevo estatus jurídico, diseñando herramientas de cara a una futura propuesta legislativa regulatoria, que se ajuste a la evidencia científica, a los principios de coherencia de un "estado de derecho", a la eficacia y eficiencia y a una nueva interpretación de las políticas de drogas en un contexto político-social en el que se cuestiona los tratados internacionales.
Somos una fundación que colabora con entidades del sector como EUSFAC (Federación Vasca de Cannabis) o R.R. (Plataforma Regulación Responsable), así como con otras entidades e instituciones que trabajan en el ámbito del cannabis a escala internacional. La trazabilidad de lo local a lo global, cada día tiene más peso en los enfoques alternativos..
El año 2017, es el quinto año de existencia de la Fundación Renovatio, y a pesar de todas las cosas que han sucedido en este tiempo, y la evolución del movimiento, este lustro ha trascurrido velozmente. El cannabis y sus usuarios siguen permaneciendo en la clandestinidad en un contexto de no regulación, debido un gobierno conservador y a un frente prohibicionista con influencia en el poder legislativo. La sociedad lleva años preparada para un cambio tal y como demuestran las encuestas. El movimiento social ha ido transformándose hasta conseguir una homogeneidad y un consenso fundamentado en un movimiento heterogéneo que, a pesar de estar aún ligeramente inmaduro para afrontar una propuesta de cambio legislativo, está consolidando unas propuestas de mínimos. .
El autocultivo de cannabis y los clubes sociales de cannabis
Si bien es repetido continuamente por el movimiento, que el autocultivo y la defensa de este derecho y su regulación es la base del mismo, es imposible entender el movimiento en su conjunto sin la existencia de la experiencia de los CSC (Clubes Sociales de Cannabis). En España, el autoconsumo no está regulado, de hecho no hay en ninguna ley que hable específicamente del derecho a consumir cannabis como figura/precepto legal. Tenemos la Ley de estupefacientes del año 1967, que determina qué usos son legales, obviando este formato, por lo que podemos decir que el consumo/cultivo de cannabis fuera de estos preceptos es considerado ilegal, lo cual no ha impedido que millones de ciudadanos españoles hayan consumido los derivados de esta planta, aunque la gran mayoría accedan al mismo interaccionando con redes ilícitas.
Desde hace 30 años se viene produciendo un proceso de reducción de riesgos de usuarios de cannabis, que optan por autogestionar su consumo a través del cultivo de cepas de cannabis en un contexto privado. La incidencia jurídica en cientos de juzgados de miles de casos de personas que cultivaban cannabis en este formato, han ido creando una jurisprudencia favorable que entendía que si bien el consumo es ilegal, no tiene trascendencia penal si es para consumo propio, y que no tiene trascendencia administrativa si el mismo se produce en un ámbito privado y sin trascendencia a terceros. Recientemente, en el año 2015, el Tribunal Supremo avalaba esta tesis, desde el monte Olimpo de la jurisprudencia española, sujeta a una ceguera social ilimitada.
La cuestión es que el autocultivo, socialmente, ha cumplido y cumple una función clave para los cimientos del movimiento, generando conocimiento y cultura cannábica, y dándose una gran demanda de semillas (no ilegalizadas) de diferentes partes del mundo, que a su vez han ayudado a crear el sector de los grow-shops y distribuidores, así como el nacimiento a mediados de la década del 2000, de múltiples bancos de semillas. Este contexto favoreció la aparición de ferias especializadas, revistas del sector, comunidad digital, etc.. "No Plantamos, Nos plantamos" decía el lema en aquellos incipientes años apelando a derechos inalienables recogidos en la Constitución Española.
Y ciertamente, el desarrollo del autocultivo, generó dinámicas de auto organización del consumo de cannabis en formato colectivo, que ya en la década de los noventa, desembocaron en las primeras asociaciones cannábicas.
Son contados los casos de experiencias hasta el año 2000, no superaban la veintena, y los ejemplos y referencias mas destacadas fueron ARSEC (Cataluña) y KALAMUDIA (Euskadi). No será hasta inicios de la siguiente década, que cada vez aparecen más grupos y mejor organizados, con trabajadores y con vocación de prestar servicios a sus asociados, entre los cuales empiezan a destacar las actividades de autocultivo de cannabis colectivo para los asociados. Éste será el embrión del modelo español de auto organización del consumo de cannabis, que ya en el año 2010 son bautizados como Clubes Sociales de Cannabis.
Detrás del concepto, hay ya mucha experiencia en la gestión de estos colectivos, desde una visión práctica pero también desde una perspectiva jurídica que no colisionaba con las leyes vigentes. La trayectoria de FAC, Federación Asociaciones Cannábicas, desemboca en una especia de federalismo a través de las diferentes regiones en al menos 10 comunidades autónomas del Estado. Se solicitan informes jurídicos de viabilidad legal a juristas destacados, como el solicitado a la Universidad de Málaga por parte de EUSFAC (Federación Vasca de Cannabis) elaborado por Juan Muñoz y Diez Ripollés, en el que se establecen códigos de buenas prácticas y parámetros de actuación y se empiezan a ensayar iniciativas territoriales de incidencia política para regular los CSC. Estas dinámicas permiten normalizar estos colectivos y sus actividades en un escenario complejo por la naturaleza de la actividad que desarrollan.
El desarrollo que han vivido los clubs desde inicios de siglo, expresa una dinamización social sin precedentes alrededor del cannabis. Desde los primeros CSC hasta la actualidad, ha habido una evolución importante y siempre en continuo proceso de adaptación a la legislación, a la interpretación de la misma y frente a los ataques que ha sufrido este colectivo y sus representantes.
La autoorganización del consumo eficaz, demostraba que el sistema funciona por sus propios usuarios y reventaba los esquemas prohibicionistas. Ya desde el año 2012, se estructura una estrategia represiva por parte del Estado y sus instituciones frente a este fenómeno. Entendían que este proceso culminaba con las sentencias del Tribunal Supremo, pero es evidente que el fenómeno sigue evolucionando y se constata que se siguen registrando asociaciones en todo el estado, siendo obvio que los límites de los parámetros de autorregulación ya no dan más de sí y que a pesar de que parlamentos autonómicos lo están recomendando, es necesaria una regulación integral que implica una reforma de leyes orgánicas.
Este proceso de evolución de los CSC y las diferentes Federaciones, está siendo clave ya que se produce una desendogamización en relación a sus objetivos de este colectivo, ya que la situación crítica en la que operan, les obliga a evolucionar hacia una comprensión más holística del movimiento, es decir, se empieza a asumir que no es una cuestión de buenos o malos, de buenas o malas prácticas, de conductas cooperativistas o mercantiles, es un fenómeno que requiere de reglamentación y control externo como en cualquier otro sector.
Podemos considerarlo como una consecuencia del status jurídico del cannabis en España y la consecuencia de un mercado ilícito y clandestino que los usuarios más concienciados intentan evitar, imaginando fórmulas de acción como los CSC.
Se advierte en las tesis más fundamentalistas del movimiento, un avance en la aceptación de un modelo de regulación, que acepte el modelo comercial también como un pilar fundamental, un cambio que ya es sugerido sugerido por el GEPCA en su último informe y defendido desde el inicio por RR en su propuesta de los 5 pilares. A pesar de que a día de hoy alguno de los representantes de ese fundamentalismo sigue sin entender, que una regulación si no es integral no es eficaz, por mucho valores sociales e ideológicos que condimenten sus propuestas.
Tanto el autocultivo como los CSC han sido columnas del movimiento, pero no puedo cerrar este apartado sin hablar de la relevancia, durante los dos últimos años, del movimiento social a favor de la regulación del cannabis medicinal.
Es un actor que siempre ha estado presente, pero que desde hace dos años, empieza a tener visibilidad y gran repercusión mediática. El ejemplo de trabajo y profesionalidad de organizaciones como Dos Emociones, Fundación Iceers, el Observatorio Español de Cannabis Medicinal y de médicos investigadores y profesionales, todos ellos, actores clave que con sus testimonio han hecho avergonzar a buena parte de la clase política y al propio movimiento.
La realidad es que resultan ser una de las encimas del cambio en el estatus jurídico del cannabis, que realizan una labor de denuncia y visibilización muy importante de la situación de inseguridad jurídica e indefensión en la que se encuentran las personas que usan el cannabis por motivo terapéutico y medicinal (importante la diferenciación) y a las que no pueden utilizarlo por no haber vías reguladas de acceso a la planta y a sus principios activos. Todos ellos y sus demandas están siendo parte de la palanca de cambio, como ha sucedido en otros países.
Por tanto, el movimiento a pesar de ser heterogéneo y diverso, (no podría ser de otra forma después de décadas de no regulación efectiva del cannabis) tiene organizaciones y actores clave que coinciden en unos mínimos y que aunque a veces surjan fricciones, tienen la clara convicción de cambio legislativo, otra cosa es el cómo y cuándo, evidentemente.
Incidencia política desde la sociedad civil organizada para un cambio
Es a partir del año 2010 cuando empiezan a surgir las iniciativas políticas más serias y profesionales desde el movimiento. Tomando la referencia de otros países con el modelo CSC y sus múltiples interpretaciones, las federaciones regionales a raíz del agudizamiento de las intervenciones a CSC, impulsan campañas de información y propuestas de soluciones legislativas a escala territorial, las cuales, a pesar de ser dinamitadas por el Gobierno del PP y sus tribunales, han generado un contexto nacional de posicionamiento sobre el tema del cannabis por parte de todos los partidos. En la actualidad, el lema "Regulación 2017", como concepto que explica el momento que vivimos, en el que la percepción de cambio es más palpable a pesar de todo el proceso que hay pendiente.
Iniciativas como la de las comunidades de Navarra, Euskadi o la de Cataluña, dejan un marco de actuación por parte de sus gobiernos, que daría pie a regular la actividad de los CSC si no fuese por el frente prohibicionista incluido el Tribunal Constitucional, que mantienen en suspenso las mismas hasta revisión de los diferentes recursos presentados por el PP.
En este contexto, en el año 2015 surge la plataforma Regulación Responsable, la primera organización que diseña una estrategia política, reelabora el lenguaje y los conceptos de legalización y la que pone sobre la mesa una propuesta de regulación basada en 5 pilares clave para una actualización del estatus jurídico del cannabis. RR dispone de la legitimidad de aunar al mayor número de organizaciones del movimiento hasta el momento, agrupando a actores de todo el abanico del movimiento. Su objetivo estratégico es ejercer una presión e influencia al poder legislativo para impulsar una Ley para el Cannabis actualizada al siglo XXI, lo que ha permitido abrir la puerta, al principio de cualquier cambio legislativo, que es el debate institucional en formato de ponencia (se votará en octubre de 2017 en la Comisión Mixta del Senado para el problema de las drogas).
La ILP "Tu Papel Importa" presentada a nivel nacional, también puede ser un apoyo clave para el cambio. Tras las experiencias previas que Navarra y Cataluña abordaron en el pasado, el reto de reunir medio millón de firmas antes de Marzo del 2018 no tiene precedentes y recabar el apoyo de tantos y tantos ciudadanos va a ser muy importante de cara al legislativo, ya que ésta es la vía de expresar un apoyo de la sociedad civil al cambio legislativo.
Esta estrategia ha estado acompañada de más iniciativas políticas que han surgido de otros actores, principalmente RR pero también otros actores como el Circulo Cannábico de Podemos, la FAC, del OECM o de los propios partidos políticos como el PSOE.
A continuación realizo un repaso de las diferentes iniciativas a nivel autonómico y que podréis leer en este enlace.
- PNL de ERC a nivel nacional para la legalización del cannabis y abrir ponencia
- PNL de Ciudadanos a nivel nacional con el cannabis medicinal
- PNL de Podemos a nivel nacional para abrir una ponencia de debate en la con mixta del senado
- PNL de PSOE a nivel nacional para abrir el debate en profundidad
- PNL en Euskadi para apoyar el debate nacional y la autorregulación de los CSC 2016. Aprobada con consenso
- PNL en Cantabria del PP para regular el cannabis medicinal, 2017
- PNL en Baleares para abrir una ponencia de estudio del cannabis, 2017
- PNL en Extremadura para instar al Gobierno Central a estudiar el fenómeno del consumo de cannabis. 2017
- PNL en Canarias de todos los grupos para regular el consumo de cannabis en todos sus aspectos, 2017
- PNL en Andalucía presentada por Podemos para regular el cannabis recreativo y medicinal
- PNL en la Comunidad de Murcia en la misma línea que la de Andalucía
- PNL en el Parlamento de la Comunidad de Madrid instando al debate nacional con el cannabis
- Aprobación de la ILP la rosa verde en Junio de 2017 en el Parlamento Catalán. PNL en las Cortes de Castilla y Leon para la regulación del cannabis medicinal
Analicemos pues brevemente en qué punto se encuentra el movimiento, el cannabis y el propio legislativo para valorar las posibilidades de cambio:
- ¿Ha llegado en 2017 el momento de re-regular el cannabis? SI
- ¿Está el legislador preparado y convencido de hacerlo? NO
- ¿Es una prioridad legislativa el cannabis en la sociedad? NO
- ¿Es el cannabis una cuestión de estado que conlleva siempre un consenso PP/PSOE?, SI
- ¿El PP está por la labor? NO
- ¿Habrá intentos de dilatar o redirigir al ámbito de la salud la ponencia? SI
- ¿El frente prohibicionista va a usar artillería dura?, SI; ¿Hay un escenario legislativo europeo favorable? NO
- ¿El movimiento está maduro y preparado para los próximos pasos? SI
- ¿La sociedad demanda el cambio? SI
- ¿Hay propuestas de regulación del cannabis solidas? SI; SIN DUDA
En otros artículos ya hemos venido explicando que si bien defendemos que el año 2017 es el año en el que se consolida la estrategia de cambio, el año del inicio de una nueva regulación para el cannabis, es también el momento en el que el movimiento, a pesar de estar más organizado que nunca, también comprende la complejidad de la tarea, siendo consciente que la lucha perdurará por años, inclusive una vez conseguidos los objetivos.
En mi opinión, es probable que se necesite al menos una legislatura más, para acariciar la oportunidad de un nuevo marco regulatorio, pero aún queda bastante para que un político, que denuncia públicamente una agresión a un miembro del colectivo LGTB, muestre interés en la vulneración de derechos masiva que supone la Ley Mordaza para los usuarios de Cannabis, o que se vea un apoyo más claro a los cientos de imputados por participar en Juntas Directivas de CSC, los cuales son sometidos a procesos judiciales que destrozan sus vidas. De algún modo, algunas Instituciones actúan con el cannabis, como cuando electrocutaban a homosexuales para curarles en los años ochenta.
Próximos eventos en otoño, foros de referencia en la península
Reflejo del debate interno y externo que se está produciendo, son los diferentes foros que se organizan durante este otoño. Si ya en el año 2012 Expogrow y Fundación Renovatio organizaron el I Foro Internacional de Cannabis, dotando al evento de un espacio en condiciones, contenido y ponentes de calidad y usando este espacio como altavoz de la sociedad civil y herramienta de influencia social y política, hemos visto como Spannabis y otros, han evolucionando su concepto de foro, mejorándolo considerablemente. Aunque consideramos que las ferias no son el espacio más indicado para este tipo de eventos, ya que el perfil de asistentes se acercan con otras motivaciones, la tecnología y la referencia de otros eventos a escala internacional han demostrado que el impacto de los mismos supera las barreras de las ferias.
Este otoño del 2017, contamos con tres citas ineludibles que no deberían perderse aquellos que quieran profundizar en el estado y escenario actual del movimiento.
- I Foro Social Internacional de Cannabis: Recinto Ferial Ficoba (Irun), 14-16 de septiembre
- World Cannabis Conferences 2017: Madrid, 13-15 de octubre
- II Encuentro del Observatorio Español de Cannabis Medicinal-Políticas contra el Dolor: Caixa Forum (Madrid), 18 de septiembre
Iker Val Valverde, reside en Donostia, de profesión los fogones y de hobby la planta de cannabis. En la actualidad trabaja como coordinador de la Fundación Renovatio y es miembro de la comisión técnica de "Regulación Responsable". Ha participado en diferentes plataformas del movimiento como KALAMUDIA, FAC, ENCOD o EUSFAC y su experiencia en el sector de los CSC, viene dada de la gestión y coordinación de la Asociación Ganjazz Art Club en Guipúzcoa durante 15 años hasta su cierre el año 2015.
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