Con el Epidiolex aprobado, ¿es el aceite de CBD legal?

El Epidiolex se ha convertido hace unos días en el primer medicamento derivado de la marihuana  autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA por sus siglas en inglés). Este extracto de cannabidiol, comercializado por la compañía británica GW Pharmaceuticals, servirá para tratar algunos tipos de epilepsia poco comunes y severos, como el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet.

La luz verde al Epidiolex supone un reconocimiento por parte de las autoridades estadounidenses de las propiedades terapéuticas del CBD, el cannabinoide no psicoactivo de la marihuana, y que eran conocidas hace tiempo.

Hace unos años, un estudio concluyó que ese extracto de cannabis ayudaba a reducir hasta en un 50 % las convulsiones de los niños con epilepsia. De hecho, para dar el visto bueno al Epidiolex, la FDA ha tenido en cuenta tres ensayos clínicos que demostraban cómo podía servir para tratar los síntomas de esas dos formas de epilepsia.

"Esta aprobación es un recordatorio de que impulsar programas de desarrollo sensatos que evalúen correctamente los ingredientes activos en la marihuana puede llevar a descubrir tratamientos médicos importantes", ha afirmado Scott Gottlieb, comisionado de la FDA. Sin embargo, Gottlieb también ha asegurado que continuarán tomando medidas cuando se percaten de "la comercialización ilegal de productos con afirmaciones médicas serias sin fundamentos".

Ahora bien, ¿es la aprobación del Epidiolex un paso hacia la legalización del aceite de CBD para usos médicos en particular o de la marihuana en general? En realidad, el estatus legal de ese cannabinoide ya era muy confuso previamente.

Las contradicciones en el estatus legal del CBD

En primer lugar, hay una clara contradicción entre su regulación en algunos estados y el hecho de que esté prohibida a nivel federal. La marihuana terapéutica en general ya está permitida en una treintena de regiones, y otros 17 estados permiten productos con un alto contenido en CBD y bajo en THC para el tratamiento médico de ciertas dolencias.

De hecho, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (la DEA) clasifica la marihuana en la Lista I de Sustancias Controladas, la más estricta, y que engloba a las que supuestamente carecen de valor médico y son susceptibles de un alto abuso.

La calificación pone así a la marihuana al mismo nivel que la heroína, el éxtasis o el LSD, una situación muy criticada por los defensores del cannabis. Eso sí, en los últimos años, la DEA ha estado siempre más preocupada por perseguir a los vendedores de productos de CBD que por castigar a aquellos que los poseen para uso médico.

Por otro lado, la Ley Agrícola legalizó en 2014 la producción de cáñamo (el cannabis con menos del 0,3 % de THC, el componente psicoactivo de la marihuana) con fines de investigación o en programas a nivel estatal. Por ello, algunos expertos interpretaron que esa norma implicaba que el CBD extraído del cáñamo era legal. Sin embargo, la DEA dio un paso hace dos años que implicaría que ese cannabidiol tampoco lo era, aunque no quedó del todo claro.

En 2016, publicó un nuevo código de la Ley de Sustancias Controladas en la que parecía sugerir que cualquier extracto de 'Cannabis sativa' (también por tanto de cáñamo) estaba en el mismo saco: la agencia afirmó que tanto el THC como el CBD "se encontraban en las partes de la planta de cannabis que estaban clasificadas dentro de la definición CSA [de sustancias controladas] de la marihuana".

La industria del cáñamo decidió acudir a los tribunales. Hace unos días, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito desestimó su objeción de cambiar esa norma. Ahora bien, hay juristas que continúan considerando que, pese al código de la DEA, el CBD extraído del cáñamo cultivado bajo las circunstancias establecidas en la Ley Agrícola es legal. "Es legal si la fuente es legal", ha explicado Rob Kight, un abogado de la industria del cáñamo.

Una puerta abierta para la investigación con cannabidiol

Ahora, la DEA tendrá que cambiar la clasificación actual del CBD. Tras la autorización del Epidiolex, la propia GW Pharmaceuticals destacaba que su venta estaba pendiente de la reclasificación por parte de la DEA para poder venderse. Esta tiene 90 días para realizar el cambio. "No tenemos otra opción", ha asegurado la agente de asuntos públicos de la DEA, Barbara Carreno. "Por supuesto, tiene que pasar a la Lista II o III". La propia Carreno afirmaba que esto supondría un cambio para los fabricantes de CBD y para la industria en su conjunto.

Pero ¿significa acaso esa reclasificación que ahora el aceite de CBD es legal? No lo implica directamente, aunque sin duda supone un avance.

Las sustancias en la Lista I son ilegales para cualquier aspecto que no sea investigación, mientras que las englobadas en la Lista II pueden llegar a usarse para propósitos médicos limitados. Sin embargo, en esa lista se sitúan sustancias como la cocaína, que en realidad es muy poco utilizada como medicamento en Estados Unidos.

Esa reclasificación del CBD sí que podría tener efectos positivos para los científicos, que lo tendrían más fácil para solicitar permisos con el fin de realizar investigaciones con ese cannabinoide, muy restringidas hasta la fecha al estar la marihuana en esa Lista I. Por otro lado, más allá de GW Pharmaceuticals, otras compañías de la industria, como las de aceites, podrían pedir ahora la aprobación de la FDA de sus respectivos productos basados en CBD.

Pese a esos futuros cambios en la situación del cannabidiol, explorar los beneficios de la marihuana seguirá siendo complicado para la comunidad científica, ya que permanecerá en esa Lista I de sustancias controladas. Además, el cambio tampoco resuelve las contradicciones que aún persisten entre las leyes federales y estatales.

Aun así, la aprobación del Epidiolex como medicamento por parte de la FDA es un reconocimiento a nivel federal de las propiedades médicas de la marihuana, lo que sin duda puede suponer un paso positivo en el camino hacia la futura legalización de la marihuana terapéutica en todo el país.