Dra.Weed: “Si puedes tener en casa una maceta con marihuana, tenla.”

Si en cualquier sector los influencers importan, en el del cannabis, aún a caballo entre la legalidad y la persecución, son aún más valiosos. Porque la falta de regulación dificulta el acceso a la información sobre el producto en muchos países. En este marco, personas que comparten sus conocimientos sobre cultivo y uso de cannabis se vuelven imperativas para el usuario. Entre ellos: la Dra Weed. Una uruguaya cuyas plantas y espontaneidad han conquistado a miles de seguidores. Hablamos con ella. 

¿Cómo y cuándo comenzó tu relación con el cannabis?

Pues yo fumaba cigarrillos y una amiga me pasó un porro de una hierba que ella cultivaba. Yo no fumaba ganja, porque me hacía daño al estómago, pero aquello me sentó muy bien, así que me dije: voy a cultivar. Empecé metiendo dos o tres plantas en una maceta y si venía alguien a casa la escondía en el garaje, y cuando se iba la devolvía al sol. No podía terminar de expresarme y me dije: así no puedo, lo voy a hacer bien. Y ahí enloquecí y planté todo lo que pude en tierra directa en Uruguay.

Empecé a cultivar en 2005, y después me fui a vivir con mi chico. Volamos los dos del nido, y un día estando con unos amigos por ahí vi una chala que salía del hormigón. Levanté el piso y me la llevé para casa. Chuchito le llamamos. O sea que mi primera planta de cannabis me la encontré. Y a partir de ahí no paré, y cada vez planté más. Nos mudamos de casa, y el piso era toda arena. Así que hacía agujeros, metía el sustrato y lo recubría. En aquella época puse una planta que alcanzó los tres metros.

¿Tenías ya nociones de cultivo?

Lo cierto es que lo aprendí todo de mi abuela: tanto en lo que se refiere a cultivar, como a cocinar. Ella me enseñó a sanar las plantas, de ahí la Dra. Weed. Empecé con un grupo en Facebook que se llamaba Cultivando Libertad. Y las mujeres empezaron entonces a prestar más atención. Porque en este sector a las mujeres las usan más como propaganda, que otra cosa. Pero en mi caso ella es protagonista porque considero que la mujer tiene algo especial para cultivar.

Planté tanto que tuve todas las plagas habidas y por haber, y aprendí. En 2018 tuve 50 plantas en 6x7: todo en macetas con sustrato orgánico que hago yo. Miro a las plantas y ellas me dicen qué hacer y qué necesitan. El cannabis es una planta noble: las estudias lo mínimo, y le prestas 10 minutos al día, y ya está. 

Desde luego la temporada pasada tenías un pedazo jardín. ¿Has tenido alguna vez problemas con los vecinos?

Nunca. Pero siempre he repartido aromáticas por todo el barrio. Perejil, orégano, todo… Respecto a las autoridades, si la pregunta va por ahí, supongo que ya saben quién soy, pero saben que no tengo nada a mi nombre, que soy pobre. Así que, qué van a venir a mi casa a comerse un cupcake, una galleta... "Mira esta, tiene 50 plantas y muestra las 50", pensarán. Pero es que, qué tengo para esconder. Nada.

Sueles hablar de consumo medicinal en tus posts, ¿qué uso terapéutico le das al cannabis?

Cuando empecé a consumir recreativo, me di cuenta del alivio que me proporcionaba el cannabis. Sufro una enfermedad degenerativa ósea. Tengo muy avanzado el desgaste del cartílago, de hecho apenas tengo cartílago, y tengo discopatías, pinzamientos, hernias y pequeñas roturas en los discos. Empecé con este problema de espalda a los 11 años, y es muy difícil vivir con ello. Yo convivo con el dolor, me duele todos los días: hay días que me duele menos, y me levanto bailando y moviendo la cadera, y hay días que arrastro los pies. Además tengo muy comprometida la parte pélvica. Como tengo las vértebras, al no tener almohadillas entre ellas, totalmente pegadas desde 2007, y desde entonces he tenido dos hijos.

Sin el cannabis seguramente no me podría mover.

Voy solo al médico cuando estoy toda rota. Y cuando llegué a España no tenía cannabis, así que estaba totalmente rígida y coja de la pierna izquierda. ¿Me ves rígida ahora? Pues eso. Así que que no me digan que no me hace nada el cannabis y que es todo sugestión. Yo ingiero cannabis y sé lo que me hace, sin necesidad de ser médico. Y a día de hoy esta planta es la que me mantiene derecha; porque sufro de rigidez y sin el cannabis seguramente no me podría mover.

¿Cómo lo consumes?

Me como el cannabis porque no puedo estar todo el día vaporizando. Dejé de fumar el 26 de enero. Ahora la idea es impulsar el consumo de cannabis crudo: son una fuente de vitaminas, antioxidantes. Los flabinoides son rebuenos para la salud: hay que comerse el cannabis vivo. El cannabis no solo es un colocón: es algo beneficioso para tu vida. Colócate todo lo que quieras, pero cómetelo también, y toma dosis equilibradas. Hazte una cookie por ejemplo, pero no hagas una que no te puedas mover en todo el día. Hazte una equilibrada para poder seguir con tu día, porque si no yo me comería una galleta y no haría nada en todo el día. Pero no puedo: tengo dos niños, tres perros, un conejo y muchas plantas…

Has sufrido ataque por parte de seguidores en las redes varias veces y sueles defenderte sin pelos en la lengua. ¿Cómo llevas a los haters?

Creo en la naturaleza y en mí: fin. También en traerle un poco de alegría a la gente. Cuánta gente se ríe de mí y me llama ególatra... Pues discrepo: no saben lo que yo padezco y no saben con el sacrificio con el que yo cultivo. Tengo las plantas en el tercer piso de mi casa y allí no tenía agua, así que subía todos los días 100 litros. Entonces, cuando termino mi trabajo y veo mi jardín, lo huelo, lo como, lo vaporizo, lo siento y estoy orgullosa de él, pues lo enseño. ¿Por qué no puedo? 

Creo mucho en mis convicciones y creo en el cannabis y en el bien que me hace, así que voy a seguir. Me quedo con el reconocimiento de la gente, y trabajo con las marcas que creo que lo hacen con responsabilidad.

¿Qué dirías a aquellos que no te conocen?

Animo a la gente a que dé la cara y a que dejen de pensar que eres un criminal por darle vida a una planta. El mensaje mío siempre va a ser: si usted puede tener una maceta en su casa, téngala. Yo el perejil no lo compro. Si cada uno tuviera sus macetas, se acabaría el negocio con muchas cosas. El impulso de esta temporada 2019 va a ser que planten y que cocinen: que hagan otras cosas más allá de fumarla. Que los jóvenes entiendan que el cannabis es algo más que un pito.

También les diría que yo quiero ser jardinera, que es lo que sé hacer; y que quiero mostrarles las bombas que pueden sacar sin gastarse un dineral en el Grow. Así que: invierte en la semilla, y usa la bolsa de la comida del perro para la maceta. Haz tu sustrato con las sobras orgánicas de tu comida, y te montas tu cultivo. Vas tirando todo ahí durante dos meses y lo remueves cada día: ya tienes tu sustrato. Mis plantas durante el vegetativo solo tuvieron agua, y crecieron más de dos metros en nueve litros.

¿Qué variedades prefieres?

Trato de hacer indicas porque mi hiperactividad no me permite consumir sativas solas. Cultivo sativas también, pero las mezclo con Indicas. Y las indicas las dejo siempre muy a punto, porque necesito que sean anestesiantes, si no no me calman. Al vaporizar rosin, mi tolerancia es grande, así que equilibro mi consumo comiendo cannabis. No hago solo cosas dulces. Si tengo extracto, se lo hecho a la sopa. También me hago infusiones.

Recordemos que no es todo un colocón. Creo en los beneficios de todos los cannabinoides, por eso no creo que esté bien separarlos: por algo la planta los brinda a todos juntos. Por eso me gustan la semillas: porque consumo y, por lo tanto, cultivo, distinto. Me beneficio de todo. Yo siempre planté de semillas, así que mi jardín es un popurrí cannábico. Me muero si tengo que plantar de clones. 

* La temporada 2019, Dra. Weed está cultivando las genéticas Dinafem Seeds Purple Moby Dick, Remo Chemo y Blueberry Cookies. Podéis seguir todo el proceso de principio a fin en su cuenta de Instagram, Facebook o Twitter.