Las enfermedades más raras que se pueden tratar con marihuana

Insomnio, falta de apetito, ataques de epilepsia… La gama de síntomas que pueden tratarse con marihuana medicinal es muy amplia, y van desde simples molestias hasta problemas mayores en los que la planta puede ser de gran ayuda. Aunque están muy documentados y conocidos sus usos para la esclerosis múltiple o el cáncer, no son estas las únicas enfermedades o estados en los que el cannabis puede aliviar e incluso curar. Quizá nunca hayas oído que puede ser útil para los herpes comunes (esos que aparecen en las comisuras de los labios) y también para tratar la hepatitis. Te explicamos algunos de los casos más raros.

Conmoción cerebral

Al sufrir un traumatismo en la cabeza de este tipo, y de acuerdo a algunos estudios, la marihuana puede ayudar a reparar los daños. Eso sí, cuidado: hasta ahora se ha demostrado en cerebros de ratones, por lo que habría que ver cómo actúa en el cerebro humano. La esperanza está en que, como ya se ha demostrado que la marihuana tiene buenos efectos para otras enfermedades, también puede ayudar en estos casos. Por otra parte, consumir cannabis no evita las conmociones cerebrales, hasta que la ciencia no dé nueva orden.

Anemia de células falciformes

Detrás de este nombre tan extraño se encuentra una enfermedad genética hereditaria en la que algunos glóbulos rojos tienen forma de hoz, algo que dificulta la circulación de la sangre en vasos sanguíneos del pecho, las articulaciones o el abdomen. Una situación que provoca dolores, inflamaciones o hinchazón. Todos estos síntomas se pueden tratar, como en otras enfermedades, con el cannabis. Con ello, además, se evitan fármacos analgésicos que pueden causar adicción. El único estudio realizado hasta la fecha sobre el asunto demostraba su eficacia en ratones.

Hepatitis C

Otra enfermedad de transmisión sexual es la hepatitis C. De acuerdo a algunos estudios, la marihuana puede ayudar a soportar los efectos del virus y a sobrellevar de la mejor forma posible el tratamiento, que es muy duro y que incluso puede propiciar que algunos pacientes lo abandonen antes de tiempo. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco comprobaron su eficacia en un estudio para continuar una medicación que, en caso de abandonar, puede provocar daños crónicos en el hígado, cáncer en este órgano o cirrosis.

Lesiones en la médula espinal

Algo tan grave también se puede tratar con cannabis. No es que se vayan a solucionar como si fueran un milagro, pero se pueden paliar los dolores derivados gracias al CBD. En concreto, este cannabinoide mejora la capacidad motora de las personas que hayan sufrido algún trastorno en esta parte del cuerpo humano. Fue lo que concluyó un estudio realizado por miembros del Hospital La Fe de Valencia, que dieron Sativex a 15 personas que no habían tenido suerte con la medicación normal para reducir la espasticidad (espasmos). Salvo en dos personas que tuvieron efectos secundarios y se les retiró el medicamento, en la mayoría de los casosse notó la mejoría.

También el THC puede ser beneficioso para paliar los problemas que puedan aparecer en la médula espinal. Más allá de combatir los ya mencionados espasmos, ayuda a mejorar muchos de los síntomas como el insomnio o la capacidad para controlar la vejiga.

Lepra

Aunque erradicada en gran parte del planeta, todavía hay algunos casos aislados en continentes como África o Asia, e incluso en Estados Unidos. El cannabis ha sido un remedio para eliminar la bacteria causante de la enfermedad desde por lo menos la Edad Media: en 1578, un tratado de medicina tradicional china ya recogía el uso de la planta para la lepra. También usada en culturas populares tan lejanas como la árabe, la malaya o la mexicana, tiene propiedades antibacterianas. Sin embargo, las innovaciones científicas han hecho que los nuevos medicamentos dejen atrás a la marihuana para esta lucha.

Asma

A los pacientes que están acostumbrados a ir con un inhalador a todas partes, quizá les sorprenda saber que la ciencia ya se ha puesto manos a la obra para tratar de aprovechar las propiedades terapéuticas del cannabis para combatir esta patología. Ya en los años 70 del pasado siglo se iniciaron estas investigaciones y se concluyó que el humo tenía un efecto broncodilatador (siempre y cuando no viniera de un cigarrillo). Pero en los últimos años ha habido un aumento del interés, cuando se ha sabido que la planta era idónea para mejorar el rendimiento deportivo.

En concreto, el año pasado una compañía británica y una universidad israelí cerraron un acuerdo para investigar la influencia del cannabis en el aparato respiratorio. Con la ayuda de Raphael Mechoulam, uno de los pioneros de la investigación con la planta, quieren comprobar si las propiedades antiinflamatorias del CBD se pueden aplicar para estos casos.

VIH y sida

Igualmente, consumir cannabis no nos protege contra el VIH. Ante ello, ya sabes, protección en tus relaciones sexuales con parejas esporádicas. El virus de la inmunodeficiencia humana puede derivar en la enfermedad del sida, y es ahí cuando la planta puede ayudar. Sirve para síntomas como calmar el dolor y las náuseas, o para estimular el apetito.

 

Lupus

Se trata de una enfermedad de carácter crónico que provoca que el propio cuerpo ataque a sus tejidos y órganos sanos. Un problema de salud que, como ha quedado demostrado, también se puede paliar con cannabis. Muchos canadienses se automedican con él, para así ayudar a reducir la inflamación de sus articulaciones y de órganos vitales como el cerebro, los pulmones o el corazón. Por su parte, son muchos los médicos y las asociaciones estadounidenses que la recomiendan a sus pacientes, al tiempo que piden que haya investigaciones científicas que puedan ahondar en esta cuestión y certificar los efectos de la marihuana en esta afección.

Herpes

Y terminamos con una molestia que, por desgracia, sufren muchas personas a diario en sus labios y en sus partes genitales. Pues bien, el cannabis es un gran aliado cuando de aliviar los síntomas de los herpes de trata, más aún teniendo en cuenta que el virus que provoca esta afección no se puede eliminar del cuerpo humano. De nuevo tenemos que hablar del CBD, cuyo poder antiinflamatorio mejora el estado de quienes los sufren.

Como la enfermedad se manifiesta en situaciones de estrés o con el sistema inmunitario débil, el cannabis relaja a quienes la sufren o eleva la potencia de aquel, respectivamente. Según estudios realizados en los años 80, el THC hace que las células infectadas con los virus HSV-1 o HSV-2 no se reproduzcan. Un estudio posterior concluyó que el tetrahidrocannabinol también ayudaba a protegerse ante las infecciones. Además, el cannabis sirve tanto en tratamientos tópicos, para tratar los signos visibles de la enfermedad, como para ingerirlo y ayudar al organismo desde su interior.