- Cada día surgen más investigaciones científicas que señalan que el cannabis puede ayudar a tratar diversos problemas de salud de forma eficiente.
- La interacción natural de esta planta con nuestro sistema endocannabinoide hace que, muchas veces, pueda complementar y, en algunas ocasiones, sustituir a los medicamentos tradicionales, además de servir de refuerzo a las terapias para aportar una mejor calidad de vida a los pacientes.
Las evidencias científicas también han propiciado que muchos países se planteen sus políticas prohibicionistas respecto al cannabis, poniendo sobre la mesa los beneficios medicinales, sociales y económicos que podría aportar a sus ciudadanos. Para darnos cuenta de su verdadera dimensión, estos son solo diez ejemplos de enfermedades que, según los estudios, se ven favorecidas por el consumo de marihuana:
1- El cannabis puede activar la autodestrucción de las células cancerosas
Posiblemente se trate de uno de los mayores avances por el calado social de esta enfermedad. Son muchos los científicos que actualmente están estudiando la capacidad del cannabis como terapia contra el cáncer, pero uno de los pioneros es un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, que lleva diez años usando los cannabinoides para lidiar con cierto tipo de tumores. Dirigido por el profesor Guillermo Velasco, centran sus esfuerzos en analizar la utilidad de esos compuestos orgánicos.
Y han descubierto que los cannabinoides tienen un efecto "antitumoral" que actúa de tres maneras. Por un lado, inducen a la muerte a las células tumorales porque operan sobre ellas activando su metabolismo de forma agresiva. Por otro, impiden que se generen vasos sanguíneos que hacen posible el envío de nutrientes entre las células cancerosas y, por tanto, evitan que el tumor se haga más grande. Y en tercer lugar, disminuyen la capacidad de las células tumorales de desplazarse e invadir otros tejidos, así que bloquean el proceso de metástasis.
Implicaciones:
Lo más importante es que las autoridades estadounidenses ya han dado credibilidad a este tipo de estudios. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) asegura que la marihuana tiene la capacidad de eliminar células cancerosas; y hace unos meses la web del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos fue actualizada para señalar que los cannabinoides ayudan a acabar con el cáncer matando las células dañadas en el organismo, mientras protegen las sanas. Este cambio en la información oficial supone un gran avance, casi todo un logro, para aquellos que tanto tiempo llevan luchando para que se reconozcan, de una forma visible, los beneficios del cannabis contra el cáncer.
2- El cannabis puede ayudar a tratar la enfermedad de Alzheimer
Otra vez son los profesionales españoles pioneros en este campo. La investigadora María L. de Ceballos, del Instituto Cajal del CSIC (España), lleva cerca de 14 años estudiando los cannabinoides como posible tratamiento contra el Alzhéimer. Su primera investigación data de 2005, y ya demostraba que los cannabinoides tienen propiedades anti-inflamatorias, así que pueden disminuir el proceso que provoca la hinchazón y proteger a las neuronas (cuando una persona tiene alzhéimer, su cerebro se inflama, sufre "neuroinflamación").
Pero más allá de su propiedad neuroprotectora, utilizar cannabinoides en el tratamiento del alzhéimer incipiente puede ayudar a paliar otro tipo de problemas que suelen aparecer. Tiene, por ejemplo, propiedades vasculares ya que son compuestos vasodilatadores; y ayudan a reducir la hipertensión y la alteración cardiovascular que sufren a menudo los pacientes.
Implicaciones:
Las más recientes investigaciones publicadas en la Revista de la Enfermedad de Alzheimer (de EE.UU.) sugieren incluso que el THC puede reducir los niveles de una proteína muy vinculada a los síntomas y podría detener su avance. Sin embargo, hasta la fecha solo se ha probado en ratas y ratones. No se trabaja con humanos.
Para que se experimente con humanos, deberían implicarse los neurólogos clínicos y de momento no lo han hecho. Y existe un problema mayor: los laboratorios farmacéuticos no parecen muy interesados. Un gran error dado el problema sanitario y social que supone una enfermedad como el alzhéimer, donde se invierte poquísimo en comparación con, por ejemplo, la investigación contra el cáncer.
3- El extracto de CBD puede reducir las convulsiones en niños con epilepsia
Desde hace un par de años venimos conociendo las experiencias de niños que sufren epilepsia y que, con ayuda de aceite de cannabis rico en CBD, notan grandes mejorías. El caso de Charlotte Figi es el más conocido, porque ha ayudado a cambiar las leyes de la marihuana terapéutica en Estados Unidos. Pero no es el único en que los datos muestran que el cannabidiol podría convertirse en una opción importante para tratar diferentes tipos de epilepsia.
De hecho, está a punto de lanzarse al mercado Epidiolex, un extracto de marihuana producido por la compañía farmacéutica GW Pharmaceuticals (la misma que comercializa el Sativex) y que contiene cannabidiol. Según las pruebas, tras 3 meses desde la primera toma de este fármaco, la frecuencia general de convulsiones se reduce, de media, un 45 % en todos los participantes. Otro 47 % experimentó una reducción del 50 % o más en esas crisis y casi un 10 % quedó libre de convulsiones. Los que padecían síndrome de Dravet consiguieron reducir sus convulsiones en un 62 %; de ellos, el 13 % quedó libre. Asimismo, quienes padecían síndrome de Lennox-Gastaut las redujeron un 71 %. Solo el 10 % de quienes participaron en el estudio notaron efectos adversos como somnolencia, diarrea o fatiga y tuvieron que interrumpir el tratamiento.
Implicaciones:
Gracias a este tipo de evidencias, la Academia de Pediatría de Estados Unidos ha dado un gran paso al aceptar la marihuana medicinal como una alternativa médica para tratar a menores. La institución apoya que se revise cada expediente médico y que sea un facultativo quien decida si realmente el paciente necesita cannabis para mejorar su salud.
Los niños con epilepsia, por ejemplo, sufren cientos de convulsiones diarias (incluso más de 200 o 300 en patologías como el Síndrome de Dravet) que les impiden ser niños normales, sonreír, hablar, comer y moverse. Para muchos de estos niños, el cannabis es, prácticamente, su única esperanza.
4- El cannabis medicinal puede reducir la adicción a los opiáceos
EE.UU. sufre actualmente una epidemia de adicción a los analgésicos, en su mayoría a base de opiáceos, una sustancia muy eficaz, pero a la vez muy adictiva. Las ventas se han cuadruplicado en los últimos años y 2 millones de estadounidenses hoy son adictos a estos medicamentos recetados, mientras 16.000 personas mueren al año por sobredosis.
Numerosas investigaciones aseguran que el cannabis medicinal es un analgésico efectivo y seguro, que ayuda a que quienes dependen de los opiáceos a que se "desintoxiquen", como muestra este estudio impulsado por la Universidad de Columbia. El cannabis tiene un mayor perfil de seguridad frente a la mayoría de los medicamentos de tratamiento del dolor presentes en el mercado; y los efectos secundarios asociados a su uso son típicamente suaves (dolor de cabeza, somnolencia y sequedad de boca). Los medicamentos opiáceos tiene muchos más riesgos para la salud y efectos secundarios desagradables.
Implicaciones:
En un momento en que esta adicción está causando estragos en nuestra sociedad tenemos que encontrar una solución más práctica para gestionar el dolor. La "buena noticia" es que los estados donde la marihuana medicinal es legal tienen tasas significativamente más baja de adicción a estos fármacos y las muertes producidas por sobredosis han descendido de media un 25%. En Suiza, es el estado que distribuye pequeña dosis de cannabis para el tratamiento de sus ciudadanos enganchados a la heroína. Y en Portugal, el número de sobredosis ha disminuido notablemente desde la despenalización de las drogas en 2001.
5- El cannabis es capaz de frenar la progresión de la esclerosis múltiple
La cuestión de si la marihuana se debe utilizar para tratar esta enfermedad es compleja, al existir incertidumbre acerca de sus beneficios en relación a sus efectos secundarios. Los enfermos de esclerosis múltiple sufren de contracción muscular permanente, espasmos, fuerte dolor y dificultad para conciliar el sueño. Los medicamentos que tradicionalmente se han usado para tratar estos síntomas no son eficaces, por lo que muchos de ellos han optado por consumir cannabis.
Ya en 2012, un estudio llevado a cabo por el Grupo de Investigación en Cannabinoides de la Universidad Complutense de Madrid (UMC) reveló los efectos positivos del cannabis en un modelo de esclerosis múltiple en ratón, demostrando una mejoría en la progresión de la enfermedad. Y cada vez hay más trabajos que aportan una base científica que sustenta el desarrollo de medicamentos que permitan desarrollar terapias basadas en la modulación del sistema endocannabinoide.
Implicaciones:
Estos estudios fueron el germen del Sativex, un spray oral derivado del cannabis (de GW Pharmaceuticals) que mejora significativamente la espasticidad en una proporción de personas con esclerosis múltiple que habían sido identificados como propensos a responder a la terapia. Bien controlados, los ensayos clínicos ayudan a resolver las conclusiones contradictorias en torno al uso de la marihuana para tratar síntomas de la esclerosis. Hoy en día el Sativex es el fármaco cannábico más utilizado para el tratamiento de la espasticidad: ya está disponible en 15 países y aprobado en otros 12, incluyendo los Estados Unidos.
6- El cannabis permite paliar el dolor crónico provocado por la fibromialgia
La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico de origen desconocido que se caracteriza por dolor muscular y esquelético generalizado, fatiga y múltiples puntos sensibles en el cuerpo. Algunos pacientes suelen usar cannabis terapéuticamente para tratar los síntomas, sin embargo, todavía hay pocos ensayos clínicos para evaluar su efecto.
Lo que sí se sabe es que el cannabis sativa tiene unas 400 moléculas químicas diferentes, de las que alrededor de 60 poseen propiedades analgésicas. Algunos expertos han sugerido que los cannabinoides son aplicables para el tratamiento del dolor crónico como la fibromialgia, y han teorizado que la enfermedad puede estar asociada con una deficiencia clínica subyacente del sistema endocannabinoide, que también juega un papel importante en la migraña, el síndrome del intestino irritable y una lista cada vez mayor de patologías médicas.
Implicaciones:
Uno de los estudios más importantes corresponde al Instituto de Recerca del Hospital del Mar en Barcelona, que evaluaron los beneficios asociados al consumo de cannabis en los pacientes con fibromialgia. Su conclusión fue clara: "Los pacientes que utilizan cannabis no sólo les ayuda a aliviar el dolor y casi todos los síntomas asociados, sino que además nadie informó de empeoramiento tras su consumo".
También en una reciente encuesta online realizada por la National Pain Foundation de Estados Unidos, en la que participaron más de 1300 enfermos de fibromialgia, el resultado designó al cannabis como el tratamiento más eficaz para los síntomas, superando a todos los medicamentos de venta con receta (Lyrica, Cymbalta y Savella). Hasta el actor Morgan Freeman ha declarado que se medica con cannabis medicinal tras un accidente automovilístico casi fatal en 1997. Desde entonces ha sufrido de fibromialgia en su brazo izquierdo: "Tengo dolor crónico y la única cosa que me alivia es la marihuana".
7- La marihuana regula los niveles de azúcar en sangre y podría combatir la diabetes
Muchos estudios preclínicos han indicado que los cannabinoides están inversamente correlacionados con la diabetes, ya que puede modificar la progresión de la enfermedad y también proporcionar alivio sintomático a los que la sufren. En cierta forma parece paradójico, porque el consumo de cannabis siempre se ha asociado con la necesidad de ingerir dulces o golosinas. Pese a ello, los datos constatan un menor índice de obesidad y diabetes entre quienes consumen cannabis.
Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard evaluaron la relación entre el consumo de marihuana y la insulina en ayunas, la glucosa y resistencia a la insulina en una muestra de 4.657 sujetos de sexo masculino. Llegaron a una conclusión: "Los sujetos que reportaron el uso de la marihuana en el último mes tenían menores niveles de insulina en ayunas, así como la menor circunferencia de la cintura y niveles más elevados de HDL-C (o colesterol "bueno")". Más recientemente, investigadores canadienses evaluaron los patrones de consumo de cannabis y el índice de masa corporal (IMC) en un tribu de 786 inuit (aborígenes del Ártico), llegando a los mismos resultados.
Implicaciones:
Estos hallazgos muestran una relación entre el consumo de cannabis y los marcadores diabéticos. Y además, se apoyan en datos de población previos que muestran que las personas que utilizan el cannabis son menos propensos a ser obesos en comparación con aquellos que no lo hacen.
Todo ello viene a demostrar que la marihuana contribuye a controlar el efecto del azúcar en la sangre. Al parecer, este efecto beneficioso podría estar relacionado con la mejora de la actividad de la hormona adiponectina, que se encarga de modular distintos procesos metabólicos, entre los cuales se encuentra la regulación de la glucosa.
8- La marihuana ayuda a tratar el trastorno por estrés postraumático
Se estima que uno de cada diez estadounidenses sufre de estrés post-traumático, un trastorno mental como respuesta a un evento traumático cuyos síntomas pueden incluir escenas retrospectivas, pesadillas y ansiedad severa. Y se cree que el sistema cannabinoide endógeno juega un papel fundamental en este tipo de trastornos.
Los investigadores teorizan que el cannabis puede amortiguar la fuerza o impacto emocional de los recuerdos traumáticos haciendo que sea más fácil para los pacientes descansar, dormir, sentir menos ansiedad y sufrir menos recuerdos de flashback. La evidencia, cada vez más, apunta a que los cannabinoides podrían desempeñar un papel importante en la extinción del miedo gracias a sus efectos antidepresivos.
Implicaciones:
El uso terapéutico de la marihuana ha demostrado ser muy beneficioso para tratar síntomas y patologías recurrentes entre los excombatientes. A pesar de ello, el Departamento de Asuntos para Veteranos de EEUU, organismo encargado de velar por los derechos de sus más de 22 millones de veteranos de guerra, había prohibido hasta hace apenas un mes recetar este tipo de tratamientos. El estrés postraumático (PTSD) en excombatientes de las guerras en Afganistán e Irak ha llevado al suicidio de unos 8.000 de ellos al año; 22 personas que pierden su vida al día por este motivo, según unas impactantes estimaciones del propio departamento.
9- El cannabis ayuda a regular la masa ósea y podría prevenir la osteoporosis
Son varias las investigaciones que afirman que los cannabinoides estimulan la formación ósea, un descubrimiento que parece allanar el camino para el futuro uso de medicamentos con marihuana en la lucha contra la osteoporosis y otras enfermedades relacionadas con los huesos.
El último estudio que lo constata ha sido realizado por científicos de la Universidad de Tel Aviv y publicado en el "Journal of Bone and Mineral Research". Y señala que los huesos femorales fracturados de las ratas usadas para el experimento soldaban más rápido cuando se les administraba cannabidiol, el componente no psicoactivo de la marihuana. El tratamiento mejoraba notablemente el proceso de curación del fémur tras ocho semanas. Los científicos encontraron que el CBD por sí solo hace los huesos más fuertes durante la curación y mejora el desarrollo de la base del colágeno, lo que proporciona el fundamento para la nueva mineralización del tejido óseo. "Después de ser tratado con el CBD, el hueso curado será más difícil de romper en el futuro", concluyeron.
Implicaciones:
Una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirán algún tipo de lesión por debilidad ósea. Afecta a más de tres millones y medio de personas solo en España y, sin embargo, más de la mitad de los pacientes desconocen que la padecen. El diagnóstico sigue siendo pobre y el tratamiento, muchas veces, inexistente.
Ahora, los científicos especulan que la principal implicación fisiológica de los receptores endocannabinoides específicos (receptores CB2) es mantener "la remodelación ósea en equilibrio, protegiendo así el esqueleto contra la pérdida ósea relacionada con la edad", algo que lleva a algunos expertos a creer que los cannabinoides pueden ser un campo recién sembrado para el desarrollo de fármacos anti-osteoporóticos en el futuro.
10- El cannabis puede ser útil para el tratamiento enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, la enfermedad de Huntington o el síndrome de Tourette
Aunque se suele asociar los trastornos neurodegenerativos con enfermedades como el párkinson, en realidad existen cientos de patologías de este tipo para las que normalmente no existe cura. ¿Cómo podría el cannabis ayudar a estos pacientes diagnosticados con un trastorno neurodegenerativo? Debido a que los cannabinoides tienen unas potentes propiedades neuroprotectoras, anti-inflamatorias y antioxidantes. También tienen la capacidad de paliar los síntomas motores de la enfermedad, gracias a su perfil hipocinético, que permite actuar sobre la capacidad de movimiento. Y además, alivian el dolor y, por tanto, mejoran el sueño de los pacientes.
En agosto de 2015, la Academia Americana de Neurología publicó una revisión de los ensayos que utilizaron cannabis para el tratamiento de trastornos neurológicos. Encontraron varios cannabinoides que han demostrado "eficacia" o "eficacia probable" para aliviar la espasticidad, los espasmos o el dolor central. Fueron tan lejos que hasta apoyaron que los seguros de salud debían pagar por los medicamentos basados en cannabinoides sintéticos (tales como el dronabinol y la nabilona) para los pacientes que pudieran beneficiarse de ellos.
Implicaciones:
Para los pacientes y sus familias, estas enfermedades debilitantes e incurables pueden ser devastadoras; y dado el impacto a largo plazo de su tratamiento, la búsqueda de soluciones rentables debe ser una prioridad. A pesar del enorme avance, es necesario que se siga investigando para establecer de manera certera el papel del sistema endocannabinoide en estas patologías y evaluar el posible uso de la marihuana medicinal en el tratamiento de sus síntomas. El cannabis podría convertirse así en una terapia adicional para los pacientes que sufren los efectos adversos causados por las terapias actuales.
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