El “consumo de lujo” en la fertilización de las plantas de cannabis

  • La fertilización en el cultivo de cannabis no solo es una cuestión de cantidad, sino de calidad y precisión. Conocer las necesidades nutricionales exactas de la planta es esencial para evitar excesos que pueden ser contraproducentes.
  • Proveer más nutrientes de los necesarios no siempre se traduce en mayores beneficios. De hecho, el fenómeno del “consumo de lujo” puede provocar desequilibrios que afecten el rendimiento y la salud del cultivo.
  • Un enfoque consciente y bien planificado en la fertilización puede llevar a optimizar el crecimiento de la planta sin incurrir en costes innecesarios. Menos fertilización puede ser más efectiva, asegurando tanto la calidad del producto final como la eficiencia económica del cultivo.

La fertilización en el cultivo de cannabis es tanto una ciencia de satisfacer las necesidades nutricionales de las plantas como un arte en la aplicación precisa de los nutrientes. Los principales elementos que absorben las plantas son nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K); y debido a la importancia de estos tres elementos, la mayoría de los programas de fertilización se centran en proporcionar NPK a las plantas. Aunque otros elementos presentes en los fertilizantes son también esenciales, generalmente se suministran en niveles constantes.

Al igual que los humanos, las plantas requieren estos macro y micronutrientes para crecer adecuadamente y obtener rendimientos óptimos. Al crear una receta de fertilización o al elegir un fertilizante ya mezclado, es fundamental entender qué nutrientes se están suministrando. Igualmente crucial es seleccionar una dosis de fertilizante que promueva el crecimiento sin excederse, lo que no solo optimiza la salud de la planta, sino que también evita el desperdicio de recursos.

El fenómeno del "consumo de lujo"

Para los cultivadores, uno de los principales objetivos debe ser minimizar las aportaciones nutricionales al tiempo que se logra un crecimiento y rendimiento óptimos. Investigaciones exhaustivas realizadas en la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NSCU) y por el Institute of Soil, Water and Environmental Sciences de Israel han examinado los efectos de diferentes tasas de fertilización sobre el crecimiento de las plantas, la absorción de nutrientes y las concentraciones de cannabinoides.

Una de las conclusiones más relevantes de estas investigaciones es que el cannabis puede exhibir un "consumo de lujo" de varios nutrientes, incluyendo magnesio (Mg) y fósforo (P). Este fenómeno ocurre cuando la planta recibe más nutrientes de los que necesita para completar su ciclo de vida, lo que provoca que siga absorbiendo los nutrientes disponibles, llevando a concentraciones elevadas en el tejido foliar.

El nitrógeno (N), potasio (K), fósforo (P) y magnesio (Mg) son elementos móviles dentro de la planta, lo que significa que pueden trasladarse de una parte a otra para satisfacer las necesidades de las áreas en desarrollo (si su disponibilidad es limitada). Las plantas tienden a acumular estos elementos en las hojas inferiores y luego los trasladan al nuevo follaje o al material floral para sostener el crecimiento.

La investigación realizada en la NCSU, que examinó diferentes tasas de fertilización con fósforo (P) (de 15 a 180 ppm), concluyó que no hubo un aumento en el peso total de los brotes ni en el crecimiento de las plantas cuando la tasa de fósforo superó los 15 ppm, a pesar del incremento en las concentraciones de fósforo en el tejido foliar.

Resultados similares se observaron en estudios sobre el magnesio (Mg), donde las tasas de fertilización variaron entre 0 y 100 ppm. No se detectaron incrementos en el crecimiento de la planta ni en la concentración de cannabinoides cuando la tasa de magnesio superó las 50-75 ppm, aunque las concentraciones foliares de magnesio siguieron aumentando.

Estas investigaciones sugieren que, aunque la planta continúe absorbiendo los nutrientes disponibles, esta captación no se correlaciona necesariamente con un aumento en el rendimiento o en la concentración de cannabinoides.

Antagonismos nutricionales: un consumo con consecuencias

Además, el "consumo de lujo" puede generar antagonismos entre los nutrientes. Los fertilizantes aportan nutrientes en pares para equilibrar sus cargas, como el potasio (K+) o el calcio (Ca2+) y el nitrato (NO3-). Cuando un nutriente se aplica en exceso, se puede producir un antagonismo, evitando que otro nutriente sea absorbido, incluso si está presente en el fertilizante. 

Este fenómeno es común entre la mayoría de los macronutrientes; por ejemplo, aunque no se observe toxicidad por fósforo (P), sí podría aparecer una deficiencia de hierro (Fe) cuando la acumulación de fósforo es excesiva.

Otro ejemplo es la relación entre el potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg), donde se recomienda mantener una proporción 4:2:1 para evitar antagonismos. Si las concentraciones de calcio son demasiado altas, pueden provocar deficiencias de magnesio, incluso cuando las tasas de fertilización de magnesio son adecuadas.

Menos es más

Planificar recetas y tasas de fertirrigación es un acto de equilibrio. Como cultivador, debes proporcionar los elementos esenciales que la planta necesita para completar su ciclo de vida, asegurándote de no promover un "consumo de lujo" que podría inhibir la absorción de otros nutrientes esenciales.

Reducir la fertilidad para satisfacer las demandas reales de la planta, sin fomentar un consumo excesivo de nutrientes, no solo previene posibles problemas de salud en la planta, sino que también reduce los fertilizantes necesarios, generando ahorros significativos.

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Fuente: Patrick Veazie, Brian E. Whipker (Department of Horticultural Science at North Carolina State University) y Paul Cöckson (University of Kentucky Department of Plant and Soil Sciences)

13/08/2024

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