- Hasta el momento la ley federal de Estados Unidos no aprueba el uso de marihuana con fines terapéuticos. Sin embargo, un proyecto de ley que un trío bipartidista de senadores han presentado podría acabar con esta situación y garantizar de forma legal el acceso a la marihuana medicinal para los pacientes que la necesiten. Además de poner fin a la persecución federal de la marihuana medicinal en los estados donde es legal.
Hace solo unos días el Senado norteamericano propuso algo histórico: estudiar la legalización del cannabis con bajo contenido en THC para fines medicinales. Fue un grupo mixto de senadores compuesto por Kirsten Gillibrand (demócrata de Nueva York), Rand Paul (republicano de Kentucky) y Cory Booker (demócrata de Nueva York) el que presentó un proyecto de ley, bautizado como "CARERS Act" (Compassionate Access, Research Expansion and Respect States Act) cuyo objetivo es poner fin a la prohibición federal de la marihuana medicinal con una serie de grandes reformas.
Según Booker, "el gobierno federal ha sobrepasado los límites del sentido común y este proyecto de ley busca solucionar una situación que lleva décadas en mal estado". Y está pensado inicialmente para el uso medicinal de la marihuana, para permitir avanzar en la investigación con el cannabis y para ayudar a los cuidadores y médicos en la aplicación de las distintas terapias, todo un paso hacia adelante que beneficiará, si prospera, a los miles de pacientes norteamericanos que necesitan medicación basada en marihuana.
El senador Gillibrand explicó en rueda de prensa que una ley así reconocería que la marihuana lleva tiempo siendo aceptada para usos médicos, y reconocería también la voluntad de ciudadanos de los 23 estados que han expresado que hay que dar una solución inmediata a los pacientes que necesitan este tipo de terapia. Son muchos votantes que saben que "es malo negar a esos pacientes el acceso al cannabis terapéutico".
Por su parte, Michael Collins, de la Drug Policy Alliance, considera que no tiene sentido continuar con la prohibición federal cuando casi la mitad de los estados han decidido legalizar la planta para usos médicos. Rand Paul, uno de los senadores que presentó el proyecto, aseguró que nadie está en contra de la medicina tradicional, pero hay que darle una oportunidad también a la que se basa en el cannabis.
Ley de Sustancias Controladas e investigación
Este proyecto de ley pretende cambiar la clasificación de la marihuana dispuesta en la Ley de Sustancias Controladas. Actualmente está en la Lista I y se considera un narcótico igual que la heroína, el LSD, el MDMA y otras drogas que, según la clasificación de la DEA, no tienen uso médico aceptado actualmente.
Con este proyecto de ley, la marihuana pasaría a estar al mismo nivel que medicamentos como el Adderall, el Ritalin o la Oxicodona (en la Lista II) que se utilizan para aliviar el dolor en ciertas patologías.
Esta reclasificación abriría muchas oportunidades de investigación sobre los efectos y aplicaciones del cannabis, y facilitaría obtener licencias para su estudio a diversos equipos de facultades y centros científicos. En la actualidad, son la DEA y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas quienes tienen el monopolio para este tipo de investigaciones con marihuana. Como estado puntero en biotecnología, y con las políticas más progresistas sobre marihuana, Washington podría ser uno de los beneficiarios de estos fondos para la investigación. Y también podría tener una ventaja clara si sus universidades buscan financiación federal para la investigación con cannabis.
Paul considera que ha llegado la hora de determinar cuándo debe utilizarse el cannabis terapéutico y cuándo no. A día de hoy, ni siquiera es posible saber si se está haciendo un mal uso de la planta en los estados que la han legalizado "porque ni la investigación está aceptada".
Ley federal para hacer efectiva la ley estatal
Kate Hintz estuvo presente durante la presentación del proyecto. Es madre de un niño que necesita consumir compuestos de marihuana con CBD para tratar la epilepsia y las convulsiones que sufre. Hintz cree que, a pesar de haber luchado mucho para que Nueva York permitiera la marihuana medicinal, su demanda no tendrá éxito si este uso terapéutico no es admitido en todo el país.
Una restricción que se eliminaría con la aprobación de esta legislación sería el uso y la posesión de cannabidiol, o CDB, eliminando a este cannabinoide no psicoactivo de la Ley de Sustancias Controladas y permitiendo a los distintos estados la importación de CBD sin cualquier ramificación legal. También las semillas de marihuana medicinal con bajo THC podrían ser legales en USA si esta iniciativa prospera. De hecho, ya se ha propuesto legalizar las variedades de cannabis que tengan muy bajo THC y alto CBD, por lo que se podría volver a cultivar cáñamo en USA y las variedades terapéuticas como la famosa Charlotte's Web serían legales.
Gillibrand añade que las leyes federales ignoran actualmente los beneficios sanitarios que puede tener la marihuana medicinal, y que por eso este proyecto de ley se construye como una forma de "crear un camino hacia el progreso científico".
Lo que sucede desde hace años es que, a pesar de que en varias partes del país hayan legalizado la marihuana (tanto para uso recreativo como para uso medicinal), el estado siempre se ha inmiscuido y tiene capacidad para revocar ciertas decisiones.
Por poner un ejemplo, aunque la marihuana para uso recreativo es legal en Washington, aún sigue siendo ilegal a nivel federal, lo que da potestad al Departamento de Justicia para intervenir en cualquier momento. En pocas palabras, los federales se reservan el derecho de cerrar las cosas cuando lo deseen. En teoría, la Drug Enforcement Administration (DEA) podría asaltar tiendas de marihuana legales bajo la ley federal. Este proyecto, en caso de que se apruebe, eliminaría la posibilidad de enjuiciar a quienes consuman o receten marihuana medicinal y evitaría que los estados que legalicen la marihuana se puedan enfrentar a los estados vecinos que no lo hagan.
Así ha ocurrido recientemente con Colorado, cuyas autoridades se han visto obligadas a acudir al Tribunal Supremo de la nación a defenderse contra una demanda de Oklahoma y Nebraska, que han pedido a la corte que detenga el proceso de regulación de la marihuana en este estado por considerarla inconstitucional. Estos dos estados vecinos quieren obtener una orden judicial para impedir que Colorado pueda cumplir la medida conocida como la enmienda 64, que fue aprobada por los votantes en 2012. La demanda dice que la medida entra en conflicto con la ley federal y por lo tanto viola de cláusula de supremacía de la Constitución, que dice que las leyes estatales siempre están supeditadas a las leyes federales.
Colorado, por su parte, se defiende acusando al gobierno federal por no hacer cumplir Ley de Sustancias Controladas. Y dice que el Congreso prohibió la marihuana, pero no obligó a los estados a hacer cumplir la prohibición. En una declaración política del año pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que, efectivamente, no tiene los recursos necesarios para vigilar todas las violaciones de la ley federal de la marihuana, algo que se solucionaría con este nuevo proyecto de ley conjunto entre republicanos y demócratas, pues se retirarían las penas federales para la producción, posesión y distribución de marihuana medicinal, cuando se sigan las leyes estatales.
Compra y venta legal
Otro de los objetivos del proyecto de ley es legitimar los negocios relacionados con la marihuana, y permitir que puedan trabajar con los bancos. Hasta el momento, la compra de productos cannábicos en los estados legalizados se ha tenido que realizar en efectivo, pues no está permitido el pago con tarjeta. También han empezado a surgir cooperativas de crédito que han proporcionado servicios limitados a la industria de la marihuana, pero de manera puramente testimonial.
Mejorando este sistema se garantizaría la seguridad de los dispensarios, que son atracados con frecuencia debido a las grandes cantidades de dinero en efectivo que manejan. También los propietarios de los negocios tienen que pagar sus impuestos en efectivo, lo que es un riesgo para la seguridad. De hecho, la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Washington tuvo que readaptar su sede y construir una sala de efectivo blindada para proteger su recaudación de dinero en metálico. De hacerse efectiva la ley, también se pondrían los medios para que los bancos no rechacen entre sus clientes a empresas de la industria cannábica.
Por otro lado, esta ley haría más sencillo transportar marihuana terapéutica entre estados, y favorecería que los médicos del Departamento de Asuntos de Veteranos puedan prescribir la medicación a los veteranos de guerra sin obstáculos, algo que no sucede en la actualidad. Solo en el estado de Washington, viven más de 600.000 veteranos y la marihuana ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático, una de las enfermedades psicológicas más comunes sufridas por los soldados que regresan a casa después del combate.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. El proyecto de ley, que se considera una decisión histórica, tiene un gran camino por delante y deberá enfrentarse a los votos de la Cámara de Representantes y el Senado. Sin embargo, los senadores insisten en que es más necesario que nunca que esta iniciativa sea tenida en cuenta porque la ley daría libertad a los estados y a los individuos y aliviaría a quienes llevan tanto tiempo luchando por una solución. Las últimas encuestas a los ciudadanos, que apuestan por eliminar la prohibición, confirman que no están equivocados.
Desde que se presentó a principios de este mes en el Congreso, el proyecto de ley también ha recibido un gran apoyo político. El martes pasado sin ir más lejos, los representantes Steve Cohen de Tennessee y Don Young de Alaska presentaron otro proyecto de ley llamado HR 1538 , que acompaña a la propuesta presentada por los senadores Cory Booker, Rand Paul y Kristen Gillibrand. Los esfuerzos combinados de estas dos ofertas legislativas sirven como un plan que está decidido a reformar las políticas del gobierno federal hacía la planta de cannabis y darle la oportunidad de demostrar su valía como una medicina viable y eficaz.
Desafortunadamente, los legisladores se enfrentarán a una dura batalla tratando de convencer al presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, para programar una votación. Pero incluso el propio presidente Obama se muestra optimista de cara al futuro de esta negociación. Durante una entrevista con la revista VICE, Obama aprovechó la oportunidad para profundizar sobre el tema, prediciendo que el Congreso pronto podría verse obligado a replantearse las políticas de prohibición del cannabis. Afirmó que, a medida que la tendencia de la legalización a nivel estatal sigue propagándose, y si ambos partidos siguen remando juntos en la misma dirección, "la gente en el Capitolio no tendrán más remedio que hacer ajustes importantes en la ley".
Entrevista Obama:
Comentarios de nuestros lectores
Aún no hay comentarios. ¿Quieres ser el primero?
¡Deja un comentario!¿Te ha gustado este post?
Tu experiencia con nuestras semillas es muy importante para nosotros y puede ayudar a otros usuarios (tu dirección de correo electrónico no se publicará).